

El Decreto 2742/1990, sancionado el 29 de diciembre de 1990 y publicado en el Boletín Oficial el 3 de enero de 1991, fue emitido por el Poder Ejecutivo Nacional (P.E.N.) durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Este decreto dispuso el indulto a Mario Eduardo Firmenich, exlíder de la organización guerrillera Montoneros, junto con otras personas vinculadas a actividades armadas durante los años 70. El indulto se enmarcó en una serie de medidas similares tomadas por Menem, quien también indultó a militares responsables de crímenes durante la dictadura militar (1976-1983) mediante el Decreto 2741/1990, sancionado el mismo día, que benefició a figuras como Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera.
Contexto Histórico
El indulto a Firmenich y otros se dio en un momento de alta polarización política en Argentina. Firmenich había sido condenado en 1987 a 30 años de prisión por su rol en Montoneros, una organización que llevó a cabo acciones armadas contra el Estado, incluyendo secuestros, asesinatos y atentados, como el del comedor de la Policía Federal en 1976, que dejó 23 muertos. Sin embargo, también fue un período de represión brutal por parte del Estado, especialmente tras el golpe de 1976, con miles de desaparecidos y violaciones masivas a los derechos humanos.
Menem, al asumir la presidencia en 1989, buscó cerrar las heridas del pasado mediante indultos que abarcaran tanto a los militares como a los líderes guerrilleros. Este enfoque, conocido como la "teoría de los dos demonios", pretendía equiparar las responsabilidades de ambos bandos, pero fue ampliamente criticado por organismos de derechos humanos, como el CELS y las Madres de Plaza de Mayo, que lo vieron como un intento de garantizar impunidad a los responsables del terrorismo de Estado. El indulto a Firmenich, en particular, generó controversia porque, aunque Montoneros cometió actos violentos, muchos consideraron que su responsabilidad no era equiparable a la de un Estado que implementó un plan sistemático de desapariciones y torturas.
Implicaciones del Decreto
El Decreto 2742/1990 permitió que Firmenich, quien estaba preso desde 1984 tras ser extraditado desde Brasil, quedara en libertad. Desde entonces, ha vivido fuera de Argentina, principalmente en España, y actualmente asesora al gobierno de Nicaragua. El indulto nunca fue anulado, lo que le ha permitido evitar nuevas condenas, a pesar de que en los últimos años han surgido intentos de reabrir causas en su contra, como la del atentado al comedor de la Policía Federal, reabierta en diciembre de 2024.
Análisis Crítico
El indulto de Firmenich y otros líderes guerrilleros, junto con el de los militares, refleja una decisión política pragmática de Menem para pacificar un país dividido, pero también perpetuó la impunidad. Mientras que los crímenes de Montoneros, como el atentado de 1976, fueron graves y afectaron a muchas familias, la escala y la naturaleza sistemática de los crímenes de la dictadura—con un estimado de 30,000 desaparecidos—no tienen parangón. Equiparar ambos tipos de violencia, como hizo Menem, minimizó la responsabilidad del Estado y dejó un precedente de falta de justicia que aún resuena en Argentina.
Además, el indulto a Firmenich ha sido utilizado por sectores de la derecha, como la vicepresidenta Victoria Villarruel y el gobierno de Milei, para impulsar una narrativa de "memoria completa" que busca destacar los crímenes de la guerrilla mientras se relativizan los del Estado. Esto se ve en la reciente citación a Firmenich por el atentado de 1976, aunque su apelación, presentada el 7 de marzo de 2025, mantiene el proceso en suspenso a 26 de marzo de 2025.
En conclusión, el Decreto 2742/1990 fue un intento de cerrar un capítulo doloroso de la historia argentina, pero lo hizo a costa de la justicia y la verdad, dejando heridas abiertas que siguen generando debate y polarización. Si quieres profundizar en los efectos de los indultos de Menem o en el impacto actual de la causa contra Firmenich, puedo explorar más.