

Los vehículos terrestres no tripulados (UGV, por sus siglas en inglés) de combate ucranianos han emergido como una herramienta clave en el conflicto contra Rusia, especialmente en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), asalto, logística y desminado. Empresas como Roboneers, ISR Defense y Ratel han liderado el desarrollo de estas tecnologías, adaptándose a las necesidades del campo de batalla y compensando las limitaciones de recursos humanos y materiales de Ucrania. A continuación, analizo los UGV de estas compañías, sus capacidades y su impacto en la guerra, con un enfoque crítico hacia las narrativas oficiales y las implicaciones de su uso.
Contexto del Uso de UGV en Ucrania
Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, Ucrania ha enfrentado una desventaja numérica y de potencia de fuego frente a Rusia. Esto ha llevado a un enfoque asimétrico, donde la tecnología, especialmente drones y UGV, ha sido crucial para minimizar bajas humanas y maximizar la efectividad operativa. Según información disponible, Ucrania ha innovado rápidamente, integrando sistemas robóticos en su estrategia militar. Un hito reciente fue la primera ofensiva combinada sin humanos, ejecutada por la 13ª Brigada de la Guardia Nacional "Khartiia" en febrero de 2025 en la región de Járkov, donde se utilizaron UGV y drones aéreos para atacar posiciones rusas, demostrando el potencial de estas tecnologías en la guerra moderna.
UGV de Roboneers
Roboneers, una empresa ucraniana, ha desarrollado varios UGV y sistemas de combate remoto, destacando su módulo de combate teledirigido Shablya, autorizado por el Ministerio de Defensa de Ucrania en septiembre de 2023. Este sistema puede ser montado en vehículos, plataformas terrestres no tripuladas, trincheras o búnkeres, y está diseñado para misiones de ISR y asalto:
Capacidades ISR y Asalto: Shablya está equipado con ametralladoras o lanzagranadas automáticos, con un alcance de ataque de hasta 2 kilómetros y un rango de detección de vehículos de hasta 5 kilómetros (1.8 kilómetros para personas). Esto lo hace ideal para identificar y atacar objetivos enemigos, como vehículos blindados ligeros o posiciones fortificadas, desde una distancia segura.
Otros UGV de Roboneers: La empresa también produce los UGV Iron Clad y Camel, diseñados para misiones de asalto y logística. Iron Clad, por ejemplo, puede transportar cargas pesadas y está equipado con sistemas de combate, mientras que Camel se utiliza para evacuar heridos o llevar suministros a la primera línea, con un alcance de hasta 40 kilómetros y capacidad de carga de hasta 600 kg.
Sistema Outpost: Roboneers también ha desarrollado Outpost, un sistema de comando y control que mejora la coordinación entre UGV y operadores, permitiendo una gestión eficiente de las operaciones en el campo de batalla.
UGV de ISR Defense
ISR Defense, otra compañía ucraniana, se ha centrado en UGV para misiones de ISR, asalto y logística, aunque la información específica sobre sus modelos es limitada. Según posts en X del 25 de marzo de 2025, ISR Defense está trabajando en plataformas que combinan capacidades de vigilancia y ataque, similares a las de Roboneers. Estos UGV suelen estar equipados con cámaras de alta resolución y sensores para recopilar inteligencia táctica, y algunos modelos pueden ser armados con ametralladoras o explosivos para misiones de asalto. Su diseño prioriza la reducción de riesgos para los soldados, permitiendo operaciones en entornos hostiles, como zonas minadas o bajo fuego enemigo.
UGV de Ratel
Ratel, una marca asociada a la iniciativa ucraniana Brave1, ha destacado por su UGV Ratel S, un dron terrestre kamikaze que comenzó a producirse en serie en noviembre de 2023. Este vehículo ha sido utilizado ampliamente en misiones de asalto y desminado:
Capacidades de Asalto: Ratel S es un UGV eléctrico con tracción a las cuatro ruedas, capaz de transportar hasta 40 kg de carga útil, como minas antitanque TM-62 o explosivos TNT. Alcanza una velocidad de 24 km/h, con una autonomía de 5 kilómetros o 2 horas. Su sistema de control por visión en primera persona (FPV) permite al operador maniobrar con precisión, usando monitores o gafas de realidad virtual. Ratel S ha sido empleado para atacar tanques y posiciones rusas, colándose entre las defensas enemigas gracias a su bajo perfil y sigilo.
Desminado: Ratel S también se utiliza para misiones de minería y desminado, transportando minas como la MON-200, que contiene 12 kg de explosivo y 900 elementos de metralla con un radio de acción de 200 metros. Esto permite a Ucrania neutralizar campos minados, un problema crítico dado que el país es considerado el más minado del mundo, según expertos citados en El Grand Continent (febrero de 2024).
Apoyo ISR: Ratel S se acompaña de un pequeño dron aéreo que monitoriza su progreso y puede actuar como repetidor de señales, aumentando su rango operativo. Esto lo hace efectivo para recopilar inteligencia en tiempo real mientras ejecuta misiones de ataque.
Impacto en el Conflicto
Los UGV de Roboneers, ISR Defense y Ratel han transformado las operaciones ucranianas en varios niveles:
ISR: Estos vehículos han mejorado la capacidad de Ucrania para recopilar inteligencia táctica sin exponer soldados. Las cámaras y sensores de alta resolución permiten identificar posiciones enemigas, movimientos de tropas y objetivos clave, como se vio en la ofensiva de Járkov de febrero de 2025, donde los UGV de la brigada Khartiia desorganizaron a las tropas rusas.
Asalto: Los UGV armados, como Shablya y Ratel S, han permitido a Ucrania atacar posiciones fortificadas y vehículos blindados rusos con un riesgo mínimo para los soldados. La combinación de UGV y drones aéreos, como en la operación de Járkov, tomó por sorpresa a los rusos, quienes no esperaban un ataque multidominio sin presencia humana.
Logística: Modelos como Camel y otros UGV logísticos han sido cruciales para transportar municiones, evacuar heridos y mantener el suministro en la primera línea, especialmente en terrenos difíciles donde los vehículos tripulados son vulnerables a drones y artillería rusa.
Desminado: En un país donde las minas terrestres son una amenaza constante, los UGV como Ratel S han ayudado a limpiar campos minados y a neutralizar obstáculos, un aspecto crítico tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana de 2023, que se vio obstaculizada por la falta de equipos de ingeniería, según el analista Jean-Dominique Merchet.
Análisis Crítico
La narrativa oficial ucraniana, respaldada por el Ministerio de Defensa y medios como Kyiv Post, presenta a los UGV como un éxito rotundo, destacando su capacidad para reducir bajas y aumentar la efectividad operativa. Sin embargo, hay limitaciones y riesgos que no siempre se abordan:
Limitaciones Técnicas: A pesar de su potencial, los UGV enfrentan problemas logísticos, como terrenos irregulares que pueden atascarlos, y una autonomía limitada por baterías que se agotan rápidamente. En la ofensiva de Járkov, varios UGV quedaron atascados, lo que ralentizó el avance, según reportes de El Confidencial. Además, son vulnerables a sistemas de interferencia electrónica rusa, que han sido un desafío constante para los drones ucranianos.
Dependencia Tecnológica: Aunque Ucrania ha desarrollado una industria militar robusta, con 500 productores de armas y 300,000 empleados según El País (marzo de 2025), sigue dependiendo de componentes extranjeros, como bobinas de fibra óptica de China, lo que podría ser un punto débil si las cadenas de suministro se ven interrumpidas.
Narrativa de Éxito: La promoción de los UGV como un "cambio de juego" podría ser exagerada para mantener la moral y atraer apoyo internacional. Si bien han tenido éxitos tácticos, no han alterado el equilibrio estratégico del conflicto, donde Rusia mantiene una ventaja en potencia de fuego y recursos. La superioridad numérica rusa sigue siendo un obstáculo, y los UGV, aunque innovadores, no pueden reemplazar completamente a las tropas humanas en tareas como mantener posiciones a largo plazo.
Implicaciones Éticas y Estratégicas: El uso de UGV y sistemas robóticos plantea preguntas sobre la deshumanización de la guerra. La capacidad de atacar sin presencia humana, como en el caso de Ratel S, reduce el riesgo para los soldados ucranianos, pero también podría normalizar el uso de tecnologías autónomas letales, un tema ético que ha sido debatido globalmente. Además, la carrera tecnológica entre Ucrania y Rusia, que también ha experimentado con UGV como el Courier, podría escalar el conflicto hacia una guerra más automatizada, con riesgos impredecibles.
Conclusión
Los UGV de combate ucranianos desarrollados por Roboneers, ISR Defense y Ratel han demostrado ser herramientas valiosas en misiones de ISR, asalto, logística y desminado, permitiendo a Ucrania compensar su desventaja numérica y reducir bajas humanas. Shablya de Roboneers destaca en reconocimiento y ataque, mientras que Ratel S se ha consolidado como un dron kamikaze efectivo para asalto y desminado. Sin embargo, las limitaciones técnicas, la dependencia de componentes extranjeros y las implicaciones éticas de su uso sugieren que, aunque son un avance significativo, no son una solución definitiva para el conflicto. La narrativa de éxito debe ser tomada con cautela, ya que el impacto estratégico de los UGV sigue siendo limitado frente a la maquinaria de guerra rusa.