

La Fuerza Aérea de Pakistán (Pakistan Air Force, PAF) se encuentra en un proceso de modernización significativo, impulsado por la necesidad de mantener una ventaja estratégica frente a su principal rival, la Fuerza Aérea India (IAF), y adaptarse a las dinámicas geopolíticas de la región. A continuación, detallo el estado actual de la PAF, sus desarrollos recientes, capacidades, desafíos y un análisis crítico de su rol en el contexto regional.
Estado actual y capacidades de la PAF
La Fuerza Aérea de Pakistán es la rama de guerra aérea de las Fuerzas Armadas de Pakistán, con la misión principal de defender el espacio aéreo del país, proporcionar apoyo aéreo al ejército y la marina, y realizar operaciones de transporte estratégico. Según datos del International Institute for Strategic Studies (IISS) de 2024, la PAF cuenta con más de 70.000 efectivos en servicio activo y opera una flota de aproximadamente 400 aviones de combate, además de aeronaves de transporte, entrenamiento y drones. Esto la convierte en la fuerza aérea más grande del mundo musulmán en términos de flota aérea.
Flota actual
La PAF ha diversificado su arsenal en las últimas décadas, combinando aviones de origen chino, estadounidense y desarrollos conjuntos con China. Entre sus principales activos están:
JF-17 Thunder: Este avión de combate polivalente, desarrollado conjuntamente con China, es la columna vertebral de la PAF. Actualmente, hay 149 JF-17 en servicio activo, incluyendo las variantes Block 1, Block 2 y Block 3. El Block 3, que comenzó a entrar en servicio en 2024, incorpora un radar AESA (Active Electronically Scanned Array) KLJ-7A con un alcance de detección de 170 km para un objetivo con una sección transversal de radar (RCS) de 5 m², y puede rastrear 15 objetivos simultáneamente mientras ataca a 4. Está armado con misiles de largo alcance PL-15E (120 km) y misiles de combate cercano PL-10E con capacidad de ataque fuera del eje visual (HOBS) gracias a un sistema de mira montada en el casco (HMS).
Chengdu J-10C: La PAF adquirió al menos 25 J-10C de China a partir de 2021, con 12 en operación para septiembre de 2022 y un segundo lote de 6 entregado recientemente, según Business Standard. Este avión polivalente de 4.5 generación está equipado con radar AESA, sistemas de guerra electrónica integrados y misiles PL-15E, reemplazando gradualmente a los obsoletos Mirage III y F-7.
F-16 Fighting Falcon: La PAF opera una flota de F-16 A/B y Block 50/52, adquiridos de Estados Unidos. Aunque sigue siendo un componente clave, las tensiones con Washington han limitado nuevas adquisiciones, lo que ha llevado a Pakistán a depender más de China.
Drones y UCAVs: La PAF ha invertido en drones armados, como el Burraq, basado en tecnología italiana del Falco y desarrollado localmente, que fue utilizado en la Operación Zarb-e-Azb contra militantes en 2015. También colabora con China para producir el CAIG Wing Loong II y ha negociado con Turquía para fabricar partes del Anka UAV.
Modernización y adquisiciones recientes
La PAF está enfocada en incorporar tecnología de quinta generación y mejorar sus capacidades de guerra autónoma:
FC-31/J-35A Stealth Fighter: Pakistán ha aprobado la compra de 40 a 60 cazas furtivos J-35A (también conocidos como FC-31) de China, con entregas esperadas dentro de dos años, según Business Standard y Defence Security Asia. Este movimiento se considera un intento de contrarrestar la ventaja tecnológica de los Rafale de la IAF, y se espera que el J-35A reemplace gradualmente a los F-16 para 2035. El J-35A ofrecería capacidades de sigilo, superioridad aérea y ataques de precisión con menor riesgo de detección.
Proyecto Azm y PFX: Bajo el Proyecto Azm (determinación), iniciado en 2017, la PAF está desarrollando un caza de quinta generación (PFX) y un dron de altitud media y largo alcance (MALE UAV). El PFX está en la fase de diseño conceptual, con el primer vuelo proyectado para alrededor de 2030 o más tarde, según Defence.pk. Sin embargo, Pakistán probablemente importará subsistemas clave como motores y aviónica, lo que refleja su dependencia tecnológica de socios como China y Turquía.
Colaboraciones internacionales: La PAF está trabajando con China y Turquía en el desarrollo de misiles aire-aire avanzados y en la implementación del concepto de Man Unmanned Teaming (MUM-T), que combina aviones tripulados y no tripulados en operaciones de combate. También ha integrado el datalink Link-17, desarrollado localmente, que permite coordinar activos chinos, occidentales y pakistaníes en aire, tierra y mar.
Sistemas de defensa aérea: La PAF ha incorporado el sistema chino HQ-9/P, que mejora su arquitectura de defensa aérea con capacidades de largo alcance, y el sistema italiano Spada 2000 de corto alcance (25 km).
Contexto geopolítico y rivalidad con India
La modernización de la PAF está impulsada por la necesidad de mantener la paridad con la Fuerza Aérea India, que ha adquirido 36 cazas Rafale de Francia desde 2020, un avión polivalente con tecnología de punta que superó las expectativas iniciales de la PAF. Aunque la IAF tiene una flota numéricamente superior, con 32 escuadrones de combate frente a los 42 necesarios para enfrentar un conflicto en dos frentes (China y Pakistán), sufre retrasos en programas como el LCA Tejas y la adquisición de 114 aviones polivalentes (MMRCA-2), según el Russian Council. Esto ha dado a la PAF una ventana para cerrar la brecha tecnológica.
La PAF ha adoptado una postura de "defensa ofensiva", buscando dominar psicológicamente al adversario en las primeras fases de un conflicto y mantener una burbuja A2/AD (anti-acceso/denegación de área) sobre su espacio aéreo. Esto se vio en la Operación Swift Retort del 27 de febrero de 2019, cuando la PAF respondió a un ataque indio en Balakot derribando un MiG-21 Bison y capturando al piloto Abhinandan Varthaman, un evento que Pakistán celebra como una victoria simbólica, según un post de
@PakistanFauj
en X.
Desafíos y limitaciones
A pesar de sus avances, la PAF enfrenta varios desafíos:
Restricciones económicas: Pakistán atraviesa una crisis económica severa, con una inflación galopante y una deuda externa significativa. Esto limita su capacidad para financiar adquisiciones a gran escala, lo que explica su dependencia de socios como China, que ofrece tecnología asequible y financiamiento flexible.
Dependencia tecnológica: Aunque la PAF ha invertido en proyectos indígenas como el JF-17 y el PFX, sigue dependiendo de China para componentes clave como motores y radares. Esto plantea riesgos de vulnerabilidad si las relaciones con Beijing se deterioran o si China restringe las exportaciones de tecnología avanzada.
Capacidades limitadas frente a un conflicto prolongado: La PAF está estructurada para conflictos cortos y de alta intensidad contra India, pero carece de la profundidad y los recursos para sostener una guerra prolongada, especialmente en un escenario de dos frentes que la IAF debe considerar (China y Pakistán).
Retos internos: La PAF también ha enfrentado ataques terroristas en sus bases, como el ataque de Tehreek-e-Jihad Pakistan en la base de Mianwali en noviembre de 2023, que dañó tres aviones no operativos, según The Economic Times. Esto pone de manifiesto las vulnerabilidades de seguridad interna que podrían afectar su preparación operativa.
Análisis crítico
La narrativa oficial de la PAF, respaldada por el gobierno pakistaní, enfatiza su transformación en una fuerza moderna capaz de disuadir a India y proyectar poder en la región. Sin embargo, esta narrativa debe ser examinada con escepticismo:
Exageración de capacidades: Aunque la adquisición del J-35A y el desarrollo del PFX son pasos significativos, la PAF tiende a exagerar su ventaja sobre la IAF. Los Rafale de India, con su radar AESA, misiles Meteor (200 km de alcance) y capacidades de guerra electrónica, siguen siendo superiores a los J-10C y JF-17 Block 3 en muchos aspectos. Además, el J-35A aún no está operativo, y su efectividad real en combate sigue siendo incierta.
Dependencia de China: La creciente dependencia de China para tecnología y financiamiento podría comprometer la autonomía estratégica de Pakistán. China ha exigido acuerdos de cooperación antiterrorista a cambio de su apoyo, según Business Standard, lo que sugiere que Beijing está utilizando su influencia para presionar a Pakistán en temas de seguridad interna.
Impacto limitado del PFX: El Proyecto Azm y el PFX enfrentan desafíos técnicos y financieros significativos. La falta de una base industrial sólida en Pakistán para desarrollar aviones de quinta generación, combinada con la necesidad de importar subsistemas clave, hace que el programa sea más un símbolo de ambición que una realidad práctica a corto plazo. Analistas como Kaiser Tufail, citado en Defense News, han señalado que los costos y el tiempo de desarrollo serán prohibitivos.
Narrativa propagandística: La PAF utiliza eventos como la Operación Swift Retort para proyectar una imagen de superioridad, pero estos eventos no reflejan necesariamente una ventaja estratégica sostenible. La IAF, a pesar de sus problemas de modernización, sigue siendo una fuerza más grande y con mayor profundidad operativa, y su capacidad para operar en dos frentes, aunque limitada, sigue siendo una ventaja estructural.
Contexto regional más amplio: La modernización de la PAF también debe verse en el contexto de su relación con Estados Unidos y la creciente cooperación militar entre China, Irán y Rusia, como los ejercicios conjuntos "Security Belt-2025" en el Golfo de Omán, según Defense Mirror. Esto podría posicionar a Pakistán como un actor secundario en un enfrentamiento más amplio entre grandes potencias, lo que limitaría su capacidad para actuar de manera independiente.
Implicancias para la región y más allá
La modernización de la PAF tiene implicancias significativas para la estabilidad en el sur de Asia. Su adquisición de cazas furtivos y drones armados podría intensificar la carrera armamentística con India, que ya enfrenta presiones en su frontera con China. Además, la colaboración con Turquía y China en tecnología militar podría fortalecer el eje antioccidental en la región, especialmente en un momento en que Estados Unidos está intensificando su presencia en Oriente Medio, como se detalla en mi respuesta anterior sobre el despliegue del USS Harry S. Truman y el USS Carl Vinson.
Para Argentina y América Latina, el impacto es indirecto pero relevante. Un aumento de las tensiones en el sur de Asia podría afectar los precios globales de la energía, dado que Pakistán y sus aliados controlan rutas comerciales clave en el Mar Arábigo. Esto podría exacerbar la inflación en Argentina, que ya enfrenta una crisis económica severa, y complicar las exportaciones de litio desde provincias como Chubut y Neuquén, que dependen de la estabilidad de los mercados internacionales.
Conclusión
A las 02:40 del 5 de abril de 2025, la Fuerza Aérea de Pakistán está en un proceso de transformación, impulsado por adquisiciones como el J-35A y el desarrollo del JF-17 Block 3, con el objetivo de mantener una ventaja cualitativa sobre India. Sin embargo, su modernización está limitada por restricciones económicas, una fuerte dependencia de China y desafíos internos como el terrorismo. Aunque la PAF ha logrado avances impresionantes con recursos limitados, su capacidad para sostener un conflicto prolongado contra un adversario como India sigue siendo cuestionable. La narrativa de superioridad que promueve debe ser vista con escepticismo, ya que su éxito dependerá más de la ejecución estratégica y el apoyo de sus aliados que de la simple acumulación de tecnología avanzada. En un contexto global de creciente competencia entre grandes potencias, la PAF podría verse atrapada en dinámicas que van más allá de su control, lo que plantea preguntas sobre su autonomía y su rol a largo plazo en la región.