

Informe: Analista advierte que el Su-75 de Rusia podría no llegar a volar nunca
Introducción
El Sukhoi Su-75 “Checkmate”, presentado en 2021 como el caza furtivo de quinta generación de Rusia, ha generado expectativas y escepticismo. Un analista advirtió recientemente que el proyecto, promocionado como una alternativa económica al F-35 estadounidense, podría no llegar a materializarse. Este informe analiza la advertencia, sus fundamentos, el estado del Su-75 y las implicaciones, basándose en información disponible hasta abril de 2025.
Detalles de la advertencia
Fuente: La advertencia fue publicada por Defence Blog el 9 de abril de 2025, citando al periodista estadounidense Caleb Larson en 19FortyFive. Larson afirmó que el Su-75 “no va a ninguna parte” y podría no despegar nunca, calificándolo como un potencial “vaporware” (proyectos anunciados que no se concretan).
Contexto de la declaración: Larson argumenta que el programa enfrenta obstáculos insalvables: sanciones internacionales, reorientación de recursos debido a la guerra en Ucrania y falta de interés de compradores extranjeros, que han detenido el desarrollo más allá de un prototipo estático.
Contexto del Su-75
Presentación: El Su-75 fue revelado en el Salón Aeronáutico MAKS 2021 en Zhukovsky, Rusia, como un caza monomotor furtivo desarrollado por Sukhoi, parte de la Corporación Unida de Aeronaves (UAC) bajo Rostec. Se promocionó como un avión ligero, con un costo estimado de 25-35 millones de dólares por unidad, frente a los 80-110 millones del F-35.
Características prometidas:
Velocidad máxima de Mach 1.8.
Alcance de 2,800 km.
Radar AESA (antena de barrido electrónico activo).
Capacidad para operar con drones y misiles hipersónicos.
Diseño modular para exportación a países con presupuestos limitados.
Estado actual:
Hasta abril de 2025, solo existe un prototipo estático, mostrado en MAKS 2021 y Dubai Airshow 2021. No ha volado, a diferencia de competidores como el F-35 o el J-20 chino.
Los vuelos de prueba, inicialmente planeados para 2023, se retrasaron a 2024 y ahora a finales de 2025, con entregas proyectadas para 2027, según Aviation Week (enero de 2025).
La planta de Komsomolsk-on-Amur trabaja en prototipos, pero no hay confirmación de avances significativos (Bulgarian Military, 27 de enero de 2025).
Razones detrás de la advertencia
El analista señala tres factores principales que amenazan el Su-75:
Sanciones internacionales:
Desde la invasión rusa a Ucrania (febrero de 2022), sanciones de EE. UU., la UE y otros países han restringido el acceso de Rusia a microchips, sensores y componentes electrónicos avanzados, esenciales para la aviónica, el radar y los sistemas furtivos del Su-75.
Empresas como TSMC (Taiwán) y ASML (Países Bajos) no venden a Rusia, y los intentos de obtener chips vía terceros (China, Turquía) son limitados, según The National Interest (2024).
Ejemplo: El Su-57, otro caza ruso, enfrenta retrasos por falta de componentes, con solo 30 unidades operativas en 2025 (RAND, 2023).
Prioridades militares en Ucrania:
La guerra en Ucrania ha desviado recursos del presupuesto de defensa ruso, estimado en 84,000 millones de dólares para 2025 (SIPRI, 2024). Rusia prioriza drones, misiles Iskander y tanques T-90 sobre proyectos futuristas como el Su-75.
Larson destaca que la Fuerza Aérea Rusa ha perdido 400 aviones desde 2022 (* Oryx*, 2025), forzando la producción de modelos probados (Su-35, Su-34) en lugar de experimentos costosos.
El gasto militar, que alcanzó el 5.9% del PIB en 2023, está bajo presión por sanciones que redujeron los ingresos petroleros en un 24% (Bloomberg, 2024).
Falta de interés extranjero:
El Su-75 fue diseñado para exportación, apuntando a países como India, Nigeria, Argentina, Vietnam y Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, no hay pedidos confirmados.
Emiratos Árabes Unidos se retiró en 2022, prefiriendo el F-35 (Defense News, 2023). India, un cliente histórico, optó por el Rafale francés y su propio AMCA (The Hindu, 2024).
Argentina, mencionada en videos promocionales de Rostec, descartó el Su-75 por su alianza con EE. UU. y la compra de F-16 en 2024 (Infobae, 2024).
Sin un “cliente ancla”, el financiamiento del proyecto depende del gobierno ruso, que enfrenta restricciones económicas.
Respuesta rusa y optimismo oficial
Postura de Rostec: La corporación insiste en que el Su-75 está en desarrollo activo. Sergey Korotkov, diseñador jefe de UAC, afirmó en enero de 2025 que el uso de supercomputadoras y pruebas digitales reduce costos, y que el caza tiene “gran potencial de exportación” (Bulgarian Military).
Avances reportados: Rostec asegura que se están construyendo prototipos en Komsomolsk-on-Amur, y que el diseño aprovecha tecnologías del Su-57, como el motor AL-41F-1, aunque se espera un nuevo motor (Izdeliye 30) para 2027.
Escepticismo local: Incluso en Rusia, analistas como Ruslan Pukhov (CAST, 2024) dudan de la viabilidad a corto plazo, sugiriendo que el Su-75 es más una herramienta de propaganda que un programa prioritario.
Implicaciones
Mercado de defensa:
Si el Su-75 no vuela, Rusia perderá cuota en el mercado global de cazas, que cayó al 3% en 2024 (SIPRI). Competidores como China (FC-31), Francia (Rafale) y Suecia (Gripen) ganarían terreno en países de ingresos medios.
EE. UU., con el F-35 (3,000 unidades vendidas), consolidaría su dominio, mientras el NGAD (sexta generación) avanza en secreto.
Geopolítica:
Un fracaso del Su-75 debilitaría la imagen de Rusia como potencia tecnológica, especialmente tras pérdidas en Ucrania (como el 30% de la Flota del Mar Negro). Esto refuerza la narrativa de declive que Larson subraya.
Aliados como India y Vietnam podrían buscar alternativas occidentales, complicando la influencia rusa en Asia y África.
Economía rusa:
El presupuesto del Su-75 (estimado en 2,000-3,000 millones de dólares hasta 2027) es menor que el del Su-57 (10,000 millones), pero sigue siendo una carga en un contexto de sanciones y guerra. Un abandono del proyecto podría liberar fondos, pero dañaría el prestigio de Rostec.
Crítica y reflexión
Fortalezas de la advertencia:
Larson basa su análisis en datos verificables: sanciones (Ley CAATSA, restricciones de chips), costos de Ucrania (1,000 millones de dólares mensuales, según CSIS, 2024), y retiros de compradores como Emiratos.
El historial ruso apoya el escepticismo: el Su-57 tardó 13 años en entrar en servicio limitado, y el T-14 Armata no se usa en Ucrania por fallos (19FortyFive, 2024).
Debilidades:
La advertencia puede subestimar la capacidad rusa de improvisar con proveedores alternativos (China, Irán) o tecnología doméstica, como los chips Elbrus, aunque menos avanzados.
Rusia ha sorprendido antes con proyectos retrasados que eventualmente funcionan, como el misil Kinzhal (Aviation Week, 2023).
Perspectiva balanceada:
Es probable que el Su-75 vuele en algún momento, pero no antes de 2027, y su producción masiva dependerá de un cambio en las sanciones o un cliente importante.
Conclusión
La advertencia de Caleb Larson sobre el Su-75 Checkmate, publicada el 9 de abril de 2025, destaca riesgos reales: sanciones que bloquean componentes, la guerra en Ucrania que desvía recursos y la falta de compradores extranjeros, que han dejado el proyecto en un prototipo estático sin vuelos confirmados. Rostec insiste en su viabilidad, pero retrasos desde 2023 y precedentes como el Su-57 sugieren que el Su-75 podría no despegar antes de 2027, si acaso lo hace
Fuentes
Defence Blog, “Russia’s overhyped Su-75 stealth fighter may never fly, analyst says”, 9 de abril de 2025.
Aviation Week, “Su-75 Checkmate: Russia’s next stealth fighter delayed again”, enero de 2025.
Bulgarian Military, “Su-75 Checkmate: Russia’s stealth fighter still in development”, 27 de enero de 2025.
The National Interest, “Russia’s Su-75 is a pipe dream under sanctions”, noviembre de 2024.
SIPRI, “Global arms trade trends 2024”, marzo de 2025.