viernes 25 de abril de 2025 - Edición Nº172

Editorial | 21 abr 2025

Mundo Religioso

El mejor Pontífice de la Historia y era nuestro, era Argentino

El Papa Francisco: El Mejor Pontífice de la Historia y el Argentino Más Importante del Siglo.


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El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, dejó un legado imborrable como el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica entre el 13 de marzo de 2013 y su fallecimiento el 21 de abril de 2025. No solo es considerado por muchos el mejor papa de la historia por su impacto transformador en la Iglesia y el mundo, sino también el argentino más importante del siglo XX, superando incluso a figuras como Lionel Messi o Eva Perón, debido a su influencia global y su capacidad para redefinir el rol de la Iglesia en tiempos de crisis.

Un Pontificado Revolucionario: El Mejor Papa de la Historia

Francisco fue el primer papa jesuita, el primero de América Latina y el primero no europeo en más de mil años, marcando un hito desde el inicio de su pontificado. Su estilo humilde y cercano, reflejado en gestos como rechazar el lujo del Palacio Apostólico para vivir en la modesta Casa de Santa Marta, resonó con millones. Este enfoque pastoral, que priorizó a los pobres y marginados, lo convirtió en una figura única.

Reformas Estructurales y Transparencia: Francisco impulsó cambios profundos en la Iglesia. Con la constitución apostólica Praedicate Evangelium (2022), reorganizó la Curia Romana para hacerla más eficiente y misionera, promoviendo una Iglesia "en salida". Enfrentó la crisis de abusos sexuales con medidas concretas: creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, convocó una cumbre histórica en 2019 y abolió el secreto pontificio en casos de abuso, permitiendo mayor transparencia. Aunque enfrentó críticas por la lentitud en algunos casos, su determinación marcó un antes y un después.

Inclusión y Diálogo: Francisco abogó por una Iglesia inclusiva. Nombró a mujeres en roles clave, como Alessandra Smerilli en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y promovió un trato más acogedor hacia las personas LGBT, aprobando la bendición de uniones del mismo sexo, un paso revolucionario que generó tensiones con sectores conservadores. Su énfasis en la sinodalidad, a través del Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024), dio voz a los laicos y revitalizó la participación de las comunidades locales.

Encíclicas y Mensajes Globales: Sus encíclicas, como Laudato si’ (2015) sobre el cuidado del medio ambiente y Fratelli Tutti (2020) sobre la fraternidad universal, abordaron desafíos globales con una visión profética. Laudato si’ inspiró movimientos ecológicos y posicionó a la Iglesia como líder en la lucha contra el cambio climático, mientras que Fratelli Tutti llamó a superar la "globalización de la indiferencia" en un mundo marcado por la desigualdad.

Diplomacia y Paz: Francisco destacó como un mediador global. Facilitó el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba en 2014, un hito diplomático, y firmó un acuerdo con China en 2018 para regular el nombramiento de obispos, buscando integrar a los católicos chinos a la Iglesia universal. Sus viajes apostólicos a "periferias" como Sudán del Sur, Irak y Myanmar, y su encuentro con el líder chiita Ali al-Sistani en 2021, fortalecieron el diálogo interreligioso. Durante la pandemia, su oración solitaria en la Plaza de San Pedro en 2020 se convirtió en un símbolo de esperanza mundial.

Francisco también defendió a los migrantes, visitando Lampedusa y Lesbos para denunciar las políticas antiinmigración, y abogó por los pobres con gestos como lavar los pies de reclusos y refugiados. Su capacidad para conectar con las masas, combinada con su valentía para enfrentar temas espinosos, lo posiciona como el mejor papa de la historia, superando incluso a figuras como Juan Pablo II o Juan XXIII, por su impacto en un mundo más secular y dividido.

El Argentino Más Importante del Siglo XX

Aunque nació en 1936, el impacto de Francisco como líder global lo convierte en el argentino más influyente del siglo XX, considerando que su trayectoria como sacerdote, obispo y cardenal se gestó en ese período. Antes de ser papa, Bergoglio fue arzobispo de Buenos Aires (1998-2013), donde se destacó por su cercanía con los pobres, su rechazo a los privilegios y su crítica a las desigualdades sociales durante las crisis económicas argentinas, como la de 2001. Su liderazgo en la Conferencia Episcopal Argentina y su rol en el CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) lo convirtieron en una voz influyente en la región.

Comparación con Otras Figuras: Lionel Messi, aunque un ícono del fútbol, tiene un impacto cultural y deportivo, pero no político ni espiritual. Eva Perón influyó en la justicia social y los derechos de los trabajadores, pero su alcance fue principalmente nacional y su figura está polarizada. Francisco, en cambio, trascendió fronteras, llevando los valores argentinos de solidaridad y resistencia a un escenario global. Su origen humilde, hijo de inmigrantes italianos en el barrio de Flores, resonó con millones de argentinos y latinoamericanos, dándoles un orgullo inédito al ver a uno de los suyos liderar a 1,300 millones de católicos.

Legado en Argentina: Francisco también influyó en la política argentina desde el Vaticano. Sus críticas a las desigualdades y su apoyo a movimientos sociales resonaron en un país marcado por crisis recurrentes. Aunque mantuvo distancia de los gobiernos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, su mensaje inspiró a líderes y ciudadanos a priorizar a los más vulnerables. Bajo el gobierno de Javier Milei, su relación con Argentina se tensó por las políticas económicas de Milei, pero su muerte en 2025 generó un reconocimiento unánime en el país, con figuras de todos los espectros políticos destacando su legado.

Conclusión

El Papa Francisco no solo fue el mejor pontífice de la historia por su capacidad para modernizar la Iglesia, enfrentar crisis y promover la justicia social, sino también el argentino más importante del siglo XX por su influencia global y su representación de los valores de humildad y solidaridad. Su pontificado de 12 años dejó una Iglesia más humana y cercana, y un mundo inspirado por su mensaje de fraternidad. Su muerte el 21 de abril de 2025 marcó el fin de una era, pero su legado perdurará como un faro de esperanza para las generaciones futuras.

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