viernes 25 de abril de 2025 - Edición Nº172

Editorial | 23 abr 2025

Argentina

Malestar en las Fuerzas Armadas

El malestar en las Fuerzas Armadas por el vaciamiento y mal manejo del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA) ha alcanzado niveles críticos, reflejando una crisis estructural que afecta a más de 650,000 afiliados, entre militares, personal de seguridad y sus familias. Este descontento, que lleva años gestándose, se ha intensificado bajo la gestión actual, marcada por deudas millonarias, irregularidades administrativas y una percepción de intencionalidad política en el desfinanciamiento de la obra social.


 

Contexto histórico y origen del malestar

IOSFA fue creado en 2013 mediante el Decreto 637 de Cristina Fernández de Kirchner, unificando las obras sociales del Ejército (IOSE), la Armada (DIBA) y la Fuerza Aérea (DIBPFA). Desde su fundación, los militares han cuestionado la intervención política en su gestión, argumentando que, al ser una obra social financiada exclusivamente por los aportes de los afiliados (sin subsidios estatales extraordinarios), debería ser administrada por ellos mismos. Este reclamo se remonta a décadas de marginación, especialmente de los suboficiales, quienes, pese a representar el 65% de los aportes, no tienen participación en el directorio.

Ya en 2016, trabajadores denunciaban un vaciamiento tras la unificación, y para 2020, la deuda de IOSFA alcanzaba los 4,400 millones de pesos, con afiliados reportando suspensiones de servicios y demoras extremas, como una ambulancia que tardó 20 horas en llegar. Las redes sociales amplificaron estas quejas, evidenciando la insatisfacción generalizada.

Agravamiento bajo la gestión libertaria

La situación empeoró durante la gestión de Oscar Sagás, designado por el ministro de Defensa, Luis Petri, en diciembre de 2023. Sagás, un médico mendocino sin experiencia militar, fue acusado de quintuplicar la deuda de IOSFA, que pasó de 18,600 millones de pesos a más de 105,000 millones en menos de un año. Informes internos del directorio señalaron irregularidades como nombramientos de colaboradores políticos de Mendoza en cargos gerenciales, con gastos cuestionables como vuelos semanales y viáticos, solventados con fondos de la obra social. Esto generó un fuerte rechazo entre los militares, quienes veían en Sagás un símbolo de la politización de una institución que consideran propia.

El malestar escaló con rumores de privatización. En julio de 2024, se denunciaron negociaciones con la prepaga Medifé para tercerizar servicios, lo que fue desmentido por Sagás, aunque admitió que existieron conversaciones. La Unión de Suboficiales y Pensionados de las Fuerzas Armadas expresó su oposición, exigiendo que se preserve la naturaleza solidaria de IOSFA. Posts en X de ese período reflejan la percepción de que el gobierno de La Libertad Avanza buscaba desfinanciar la obra social para justificar su entrega a privados, un temor que se reforzó con los despidos masivos de enero de 2025.

Renuncias y crisis reciente

Sagás renunció en noviembre de 2024, tras la presión de Petri y el directorio, que calificó su relación como “insostenible”. Lo reemplazó Roberto Fiochi, un contador también vinculado a Petri, pero su gestión no logró calmar las aguas. El 15 de abril de 2025, el directorio emitió un texto repudiando el estilo de conducción de Fiochi, quien renunció el 22 de abril. Esta segunda renuncia en menos de seis meses evidenció la profundidad de la crisis. Militares y afiliados, según posts en X, criticaron la falta de soluciones y el silencio del Ministerio de Defensa sobre el impacto en la cobertura sanitaria.

Despidos y sospechas de privatización

En enero de 2025, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denunció el despido de 150 empleados de IOSFA, incluyendo a personal con 27 años de antigüedad y mujeres con hijos menores de un año. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, señaló que estos despidos, sumados al vaciamiento financiero, apuntaban a un proceso de privatización encubierto. Las cesantías afectaron a delegaciones en Mar del Plata, Bahía Blanca, Misiones, Tucumán, Córdoba y Bariloche, dejando a afiliados con enfermedades graves sin cobertura adecuada.

Demandas de las Fuerzas Armadas

El malestar no solo se centra en la gestión financiera, sino también en la falta de representación militar en la conducción de IOSFA. Los suboficiales, a través de la Unión de Suboficiales y Pensionados, han exigido participar en el directorio, argumentando inequidades históricas que datan de 1924, cuando se creó la Mutual de Suboficiales. Además, hay un clamor generalizado para derogar el Decreto 637/13 y devolver el control de la obra social a los militares, eliminando la intervención política.

Intentos de solución y perspectivas

En enero de 2025, IOSFA solicitó un crédito de 40,000 millones de pesos al Instituto de Ayuda Financiera (IAF) para modernizar servicios de salud y farmacias, pero no hay evidencia de que esto haya mejorado la situación. Una reunión el 12 de febrero de 2025 entre Fiochi y la Unión de Suboficiales buscó abordar las quejas, pero los resultados fueron insuficientes, como lo demuestra la posterior renuncia de Fiochi.

Conclusión

El malestar en las Fuerzas Armadas por el vaciamiento y mal manejo de IOSFA refleja una crisis de confianza en la gestión política de una institución clave para la familia militar. La combinación de deudas millonarias, despidos, rumores de privatización y falta de representación ha llevado a los militares a exigir un cambio estructural. Sin una intervención que priorice los intereses de los afiliados sobre los políticos, la situación podría derivar en un colapso total de la obra social, dejando a cientos de miles de personas sin cobertura médica esencial.

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