Contradicciones entre el discurso y las acciones de estos funcionarios. A continuación, detallo los puntos clave:
- Contexto del viaje: Milei encabezó una delegación argentina que partió el 24 de abril de 2025 hacia Roma para la misa exequial del papa Francisco, fallecido el 21 de abril. La comitiva incluyó a Karina Milei, Guillermo Francos, Sandra Pettovello, Patricia Bullrich, Gerardo Werthein y Manuel Adorni. El viaje fue presentado como un acto oficial para rendir homenaje al primer pontífice argentino, pero generó controversia por la composición de la delegación y el historial de los involucrados.
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Críticas por hipocresía:
- Javier Milei: Durante su campaña presidencial, Milei calificó al papa Francisco como “el maligno en la Tierra” y “representante del mal”, lo que contrasta con su decisión de decretar siete días de duelo nacional y viajar a Roma para el funeral. Críticos, como la conductora Viviana Canosa, señalaron esta aparente contradicción, acusándolo de usar el viaje para mejorar su imagen pública mientras ignoraba a la familia de Francisco, que no recibió apoyo oficial para asistir.
- Patricia Bullrich: La ministra de Seguridad fue cuestionada por acompañar a Milei, dado que el papa Francisco había criticado sus operativos represivos, comparando el gasto en gases lacrimógenos con las necesidades de los jubilados. Además, su participación en el viaje se vio como incoherente con su rol en políticas que Francisco hubiera desaprobado, como la represión de manifestaciones.
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Manuel Adorni: El vocero presidencial, también candidato a legislador porteño, fue señalado por sumarse a un viaje que críticos consideraron innecesario para su rol. Su presencia, junto a la de otros funcionarios no directamente vinculados al Vaticano, alimentó acusaciones de oportunismo político y turismo disfrazado de homenaje.
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Reacciones en redes sociales: Posts en X reflejaron el malestar de algunos sectores, calificando a la comitiva como “hipócrita” y acusándola de aprovechar el funeral para fines políticos o personales, mientras se ignoraba a los familiares del papa. Otros cuestionaron la necesidad de una delegación tan numerosa, sugiriendo que era un “escape turístico” en medio de crisis internas.
- Defensa oficial: Desde el Gobierno, se afirmó que el viaje era un gesto de respeto hacia Francisco como líder espiritual y figura histórica argentina. Guillermo Francos destacó que las diferencias previas entre Milei y el papa habían sido “zanjadas” tras encuentros en el Vaticano, y se enfatizó que la comitiva era “austera” y limitada a funcionarios clave. Sin embargo, estas explicaciones no acallaron las críticas.
- Contraste con la austeridad: El viaje también fue cuestionado en el contexto del discurso libertario de “no hay plata”. Mientras Milei promueve la austeridad, la delegación numerosa y el uso de recursos públicos para un viaje exprés (con regreso previsto para el 27 de abril) generaron críticas, especialmente al compararse con la falta de apoyo a la familia de Francisco, que dependió de un programa de TV para financiar su asistencia.
Análisis crítico: Las acusaciones de hipocresía se basan en la percepción de que Milei, Bullrich y Adorni actuaron de manera oportunista, contradiciendo sus posturas previas o el discurso de austeridad. Sin embargo, desde el Gobierno podrían argumentar que la presencia de Argentina en el funeral era una obligación diplomática y un gesto de reconciliación con la figura del papa. La controversia refleja tensiones más amplias entre la narrativa libertaria y las expectativas de coherencia en un contexto de crisis económica y polarización política.