

Armas y Tecnología:
Despliegue de misiles de largo alcance (como el Precision Strike Missile) para blancos móviles terrestres y marítimos para 2027.
Integración de sistemas no tripulados y efectos lanzados desde tierra/aire en todas las divisiones para 2026.
Implementación de sistemas antidrones en pelotones para 2026 y en compañías para 2027.
Dominio electromagnético y del espacio aéreo-litoral para 2027, junto con mando y control impulsado por inteligencia artificial en sedes de teatro, cuerpo y división.
Reestructuración Organizativa:
Fusión de Army Futures Command y Training and Doctrine Command en una nueva organización.
Unificación de Army North y Army South con Army Forces Command en un solo cuartel enfocado en defensa doméstica.
Reducción de formaciones de helicópteros de ataque tripulados, complementándolos con enjambres de drones económicos.
Eliminación de formaciones obsoletas, como ciertas unidades de blindados y aviación en el Ejército Total (Activo, Reserva, Guardia Nacional).
Adquisiciones y Presupuesto:
Fin de la compra de sistemas obsoletos (como Humvees, JLTV y el tanque ligero M10 Booker) y cancelación de programas redundantes o ineficaces, incluyendo aeronaves tripuladas y drones anticuados.
Reorientación del presupuesto hacia capacidades en lugar de programas específicos, permitiendo flexibilidad para reasignar fondos sin necesidad de nuevos presupuestos.
Experimentación con contratos basados en rendimiento para garantizar entregas a tiempo.
El memorando también ordena reducir roles de oficiales generales, revitalizar políticas de despido para mejorar la gestión del talento y eliminar gastos innecesarios, como contratos derrochadores, viajes excesivos y programas relacionados con el clima. Hegseth enfatizó una fuerza "más ligera y letal", alineándose con la fecha de 2027, que coincide con estimaciones de la capacidad militar china, especialmente respecto a una posible invasión de Taiwán.
Estas medidas han generado entusiasmo en algunos sectores, con usuarios en X celebrando la modernización y el enfoque en contrarrestar a China, aunque también críticas por la ambición y rapidez del plan, que debe completarse en 32 meses. El general retirado John Ferrari destacó la audacia del plan, mientras que el jefe de Estado Mayor, general Randy George, señaló conversiones de brigadas blindadas a brigadas móviles para mayor agilidad. La implementación enfrenta retos, como oposición congresional y la necesidad de equilibrar recortes con inversiones en nuevas tecnologías