sábado 03 de mayo de 2025 - Edición Nº180

Editorial | 2 may 2025

Argentina

La Consecuencia de un Experimento Social y los Riesgos para la Soberanía Argentina

La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina en diciembre de 2023 marcó un hito en la historia política del país. Su ascenso no fue un fenómeno aislado, sino el resultado de un experimento social impulsado por un profundo desencanto con la clase política tradicional y una polarización exacerbada en las redes sociales.


Milei: La Consecuencia de un Experimento Social y los Riesgos para la Soberanía Argentina

La población, hastiada de décadas de crisis económicas, inflación galopante y promesas incumplidas, depositó su voto en un outsider reaccionario, un economista libertario que prometía dinamitar el statu quo. Sin embargo, este experimento, que llevó a un personaje disruptivo al poder, plantea serias interrogantes sobre las consecuencias para la soberanía nacional, especialmente en un contexto donde las decisiones de Milei han generado controversias en materia de política exterior, economía y derechos territoriales.

El Experimento Social: Un Voto Reactivo

El triunfo de Milei puede entenderse como la cristalización de un malestar social acumulado. Argentina, sumida en una crisis económica crónica, con una inflación que superó el 140% en 2023 y una pobreza que alcanzó el 57% en enero de 2024 según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, se convirtió en un terreno fértil para un discurso antisistema. Milei, con su retórica incendiaria contra la "casta política" y su promesa de un liberalismo radical, capitalizó el hartazgo de una sociedad que ya no confiaba en las coaliciones tradicionales, como el kirchnerismo o Juntos por el Cambio.

 

Este fenómeno no fue solo político, sino profundamente social. Las redes sociales, especialmente X, jugaron un rol clave en la construcción de la imagen de Milei como un líder auténtico y disruptivo. Su capacidad para dominar la conversación digital, con frases como "¡Viva la libertad, carajo!" y un estilo confrontacional, atrajo a una generación joven que veía en él una alternativa a la decadencia institucional. Sin embargo, este apoyo masivo, descrito por algunos analistas como un "experimento libertario", también reflejó una reacción emocional más que un análisis racional de sus propuestas. La población, en un acto de rebeldía, votó por un candidato que representaba un rechazo visceral al establishment, pero cuyas políticas ahora despiertan temores sobre la integridad soberana del país.

 

Las Políticas de Milei y la Soberanía en Juego

Una de las mayores críticas al gobierno de Milei radica en su enfoque hacia la soberanía nacional, particularmente en relación con las Islas Malvinas. En su discurso del 2 de abril de 2025, conmemorando el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, Milei afirmó que la soberanía "no se reclama, se construye con hechos" y sugirió que los habitantes de las islas, los kelpers, deberían "votar con los pies" para decidir ser argentinos. Esta postura, que implica otorgar a la población implantada por el Reino Unido un derecho de autodeterminación, ha sido duramente cuestionada por violar el mandato constitucional argentino, que establece la recuperación de las Malvinas como un objetivo "permanente e irrenunciable". Críticos han calificado estas declaraciones como una "renuncia a la soberanía", argumentando que alinean a Milei con la posición británica y debilitan la estrategia diplomática histórica de Argentina.

 

 

Además, la política exterior de Milei ha generado preocupaciones adicionales. Su decisión de retirar a Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en febrero de 2025, acusándola de ser el "brazo ejecutor del mayor experimento de control social de la historia" durante la pandemia, refleja una postura soberanista en lo retórico, pero también un aislamiento en el concierto internacional. Esta acción, justificada por el gobierno como una defensa de la autonomía nacional, podría limitar la capacidad de Argentina para coordinar respuestas a futuras crisis sanitarias, afectando indirectamente su seguridad y soberanía sanitaria.

 

 

En el ámbito económico, el ajuste fiscal de Milei, descrito como el "más fuerte de la historia argentina" con un recorte del 35% del gasto público, ha sido presentado como una vía para recuperar la prosperidad y, por ende, la soberanía. Sin embargo, las consecuencias sociales han sido devastadoras: la pobreza aumentó de 44,7% a 55,5% en el primer trimestre de 2024, y la indigencia pasó de 9,6% a 17,5%. Este deterioro social, combinado con una economía en recesión (el FMI proyectó una contracción del PIB de 2,8% para 2024), debilita la capacidad del país para proyectar poder y defender sus intereses nacionales en el escenario global.

 

 

Un Experimento con Costos Altos

El experimento social que llevó a Milei al poder no solo refleja el deseo de cambio de una sociedad agotada, sino también los riesgos de apostar por un liderazgo reaccionario sin experiencia política ni un partido consolidado. Su gestión, caracterizada por un liberalismo extremo y una retórica beligerante, ha polarizado aún más a Argentina, generando tensiones internas que podrían socavar la cohesión social necesaria para enfrentar desafíos soberanos. La ausencia de un contrapeso político sólido, como señala Noelia Barral Grigera, ha permitido a Milei avanzar con su agenda, pero también ha dejado a la oposición fragmentada, incapaz de articular una alternativa viable.

 

En el plano internacional, la admiración de Milei por figuras como Margaret Thatcher, quien lideró la guerra contra Argentina en 1982, y su cercanía con potencias como Estados Unidos bajo Donald Trump, han levantado sospechas sobre su compromiso con los intereses nacionales. Su disposición a ceder espacios de decisión a actores externos, como el Fondo Monetario Internacional, para financiar su ajuste económico, contrasta con su discurso de defensa de la soberanía, revelando una contradicción que podría costarle caro al país.

 

Conclusión: ¿Hacia Dónde Va Argentina?

Javier Milei es, sin duda, la consecuencia de un experimento social que canalizó la frustración de millones de argentinos a través de un voto reaccionario. Sin embargo, este experimento está mostrando fisuras: la erosión de la soberanía territorial, el aislamiento internacional y el costo social de sus políticas amenazan con dejar un legado de fragilidad. La historia argentina demuestra que los proyectos mesiánicos, como el de Milei, suelen generar polarización y desestabilización cuando no logran cumplir sus promesas. La pregunta ahora es si la sociedad argentina, que lo eligió como un acto de rebeldía, tendrá la paciencia o los recursos para soportar las consecuencias de este experimento, o si el país pagará un precio aún mayor por haber confiado en un líder que, en nombre de la libertad, podría estar comprometiendo su soberanía.

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