

Un elemento clave es el cambio en el protagonista, Juan Salvo, interpretado por Ricardo Darín. En la historieta original de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López (1957-1959), Salvo es un hombre joven sin experiencia militar. En la serie, ambientada en 2023, Salvo es un veterano de Malvinas, lo que añade una capa de trauma y experiencia bélica a su liderazgo contra la invasión alienígena. Este detalle, aunque criticado por algunos puristas como una "concesión a la realidad patria", permite explorar el impacto emocional del conflicto en su rechazo al clima frío—un eco del gélido Atlántico Sur—y su manejo de armas, justificando su rol como líder. Sin embargo, algunos críticos han señalado incoherencias, como su inicial negativa a portar armas en la serie, lo que parece contradecir su supuesto pasado militar.
La serie también incluye referencias más simbólicas. Por ejemplo, la lucha colectiva contra los alienígenas puede leerse como una alegoría de la resistencia argentina frente a una potencia extranjera, un tema que resuena con Malvinas. Además, el éxodo de los "Manos" a la Antártida en la trama de El Eternauta: El regreso (2010), mencionado en el universo de la historieta, conecta con la soberanía bicontinental argentina, abarcando el territorio antártico que el país reclama. Algunos usuarios en X han destacado estas conexiones, señalando incluso detalles como la mención de "una estampita de las Malvinas" como parte de la narrativa cultural que la serie proyecta, reforzando su carácter "malvinero".
Sin embargo, esta interpretación no es unánime. Algunos críticos, como los de A Sala Llena, consideran que el detalle de Malvinas es "una fea concesión" que no encaja del todo con el espíritu de la historieta original, donde el heroísmo de Salvo surge de su ingenio cotidiano, no de un pasado bélico. Además, el mensaje central de El Eternauta—la solidaridad colectiva frente a la adversidad—puede aplicarse a muchos contextos históricos, no solo a Malvinas. La serie, al modernizar la historia, también evoca la pandemia de COVID-19, como señaló Darín en una entrevista con Efe, lo que amplía su resonancia más allá del conflicto de 1982.
Críticamente, etiquetar a El Eternauta como "la serie más malvinera" podría ser una exageración impulsada por el contexto político y cultural actual de Argentina. La gestión de Javier Milei, quien se reunió recientemente con el jefe del Comando Sur de EE. UU., ha reavivado debates sobre soberanía y relaciones con potencias extranjeras, lo que podría estar influyendo en cómo se lee la serie. Además, las advertencias del coronel Seineldín sobre la desnaturalización de las Fuerzas Armadas por agendas externas—como se ve en casos globales como las tropas norcoreanas en Kursk o la dependencia de Chile y Argentina de tecnología extranjera—podrían interpretarse como un eco de las tensiones entre la resistencia colectiva que plantea El Eternauta y las dinámicas geopolíticas actuales que afectan la soberanía argentina, incluidas las de Malvinas.
En resumen, El Eternauta tiene elementos que justifican su etiqueta "malvinera", como el pasado de Salvo y las referencias simbólicas a la soberanía, pero su mensaje trasciende este marco, abarcando temas universales de resistencia y solidaridad. La percepción de su carácter "malvinero" podría estar amplificada por el contexto actual más que por la intención original de la obra.