

Objetivos del Memorándum:
Ciberseguridad: El acuerdo busca mejorar la colaboración en la prevención y respuesta a amenazas cibernéticas, incluyendo ciberataques y delitos informáticos.
Lucha contra el Crimen Organizado: Se enfoca en combatir el narcotráfico, el terrorismo y otras formas de delincuencia transnacional, promoviendo el intercambio de información y estrategias entre las agencias de seguridad de ambos países.
Control de Fronteras: Algunas publicaciones en X mencionan que el memorándum incluye cooperación en seguridad fronteriza, aunque no se especifica cómo se implementaría esto.
Contexto y Renovación:
El acuerdo se inscribe en una renovación de compromisos previos, como los Acuerdos Foradori-Duncan (2016) y Mondino-Lammy, que buscan normalizar relaciones entre Argentina y el Reino Unido, incluyendo temas sensibles como Malvinas.
Fue firmado en Londres durante una visita de Bullrich, lo que generó críticas por parte de sectores que lo ven como una cesión de soberanía, especialmente en el contexto de la disputa por las Islas Malvinas.
Controversias y Especulaciones:
Falta de Transparencia:
La ausencia de información oficial ha llevado a que las discusiones en redes sociales llenen el vacío con interpretaciones, muchas de las cuales carecen de evidencia verificable.
Antecedentes de Cooperación:
Análisis Crítico
El memorándum parece ser un acuerdo estándar de cooperación en seguridad, similar a los que Argentina ha firmado con otros países (como Francia, España o El Salvador) bajo la gestión de Bullrich, quien ha priorizado la lucha contra el crimen organizado y la modernización de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, la falta de transparencia sobre su contenido, combinada con la sensibilidad histórica de las relaciones con el Reino Unido por Malvinas, ha generado un rechazo significativo en sectores nacionalistas y de izquierda, que lo interpretan como una amenaza a la soberanía. Las afirmaciones sobre la presencia de agentes británicos en inteligencia argentina, aunque ampliamente difundidas en X, no tienen corroboración oficial y podrían ser parte de una narrativa de desinformación o exageración