domingo 11 de mayo de 2025 - Edición Nº188

Internacionales | 5 may 2025

Mundo en Guerra

Rusia le gana los mares a Gran Bretaña

Disparidad actual entre las capacidades navales de Rusia y el Reino Unido, basado en un artículo de Responsible Statecraft. A continuación, desgloso los puntos clave y añado contexto para una comprensión más amplia, manteniendo un enfoque objetivo y analítico.


Producción Naval Rusa

Desde 2011, Rusia ha impulsado significativamente su industria naval militar, construyendo:

  • 27 submarinos: Incluyen modelos como los de la clase Kilo, conocidos por su sigilo, y los Yasen-M, equipados con misiles de crucero Kalibr y Tsirkon hipersónicos.

  • 6 grandes fragatas: Como las de la clase Admiral Gorshkov, que han sido desplegadas con armamento avanzado.

  • 9 corbetas: Por ejemplo, las de la clase Buyan-M, diseñadas para operar en aguas poco profundas y armadas con misiles.

  • 16 barcos con misiles: Pequeños pero letales, como los de la clase Karakurt, que llevan Kalibr y Tsirkon.

Estos buques están equipados con tecnología moderna:

  • Misiles Kalibr: Usados ampliamente en Ucrania, tienen un alcance de hasta 2,500 km y pueden portar cabezas nucleares o convencionales.

  • Misiles Tsirkon: Hipersónicos, alcanzan Mach 9 (más de 11,000 km/h), lo que los hace casi imposibles de interceptar con sistemas actuales.

  • Drones submarinos nucleares: Como el Poseidon, un arma autónoma con capacidad nuclear, diseñado para generar tsunamis radiactivos. Aunque su desarrollo es controversial y algunos expertos dudan de su viabilidad operativa, su existencia refuerza la narrativa rusa de disuasión.

Rusia ha modernizado su flota desde los tiempos soviéticos, cuando los barcos eran menos confiables. Esto responde a una estrategia de proyección de poder global, especialmente en el Ártico, el Mediterráneo y el Pacífico, además de su alianza con China e Irán para ejercicios navales conjuntos, como los realizados en el Golfo de Omán en 2024.

Situación de la Marina Real Británica

El Reino Unido, históricamente una potencia naval dominante, enfrenta un declive en su capacidad operativa:

  • Flota activa limitada: Solo 9 buques de guerra están listos para proteger aguas nacionales, un número alarmantemente bajo para un país con ambiciones globales. Esto incluye fragatas y destructores de la clase Type 45, que han enfrentado problemas técnicos.

  • Portaaviones y gira mundial: Los portaaviones HMS Queen Elizabeth y HMS Prince of Wales son símbolos de prestigio, pero su despliegue en giras globales (como la misión de 2021 en el Indo-Pacífico) se critica como propaganda mientras la flota doméstica se debilita.

  • Buques inactivos: Un destructor Type 45 no ha zarpado desde 2017, y un submarino lleva dos años en reparaciones. Los problemas logísticos y presupuestarios han dejado a varios barcos en diques secos.

  • Desmantelamiento: Dos grandes buques de desembarco anfibio (probablemente los HMS Albion y HMS Bulwark) han sido retirados del servicio y podrían ser vendidos a Brasil, según especulaciones en X y reportes navales.

La Marina Real Británica, que una vez gobernó los mares, ahora lucha con recortes presupuestarios y una flota reducida (unos 70 buques en total, incluyendo auxiliares, según datos de 2023). Su enfoque en "poder blando" (despliegues simbólicos y diplomacia) contrasta con la agresiva modernización rusa.

Contexto Geopolítico

  • Rusia y sus aliados: Los ejercicios navales con China e Irán, como los de 2024 en el Mar de Omán, muestran una alianza estratégica para contrarrestar la influencia occidental. China aporta su propia flota masiva (la más grande del mundo, con más de 370 buques en 2024), mientras que Irán contribuye con drones y misiles. Esto amplifica la proyección naval rusa, especialmente en regiones clave como el Ártico y el Medio Oriente.

  • Debilidad británica: El Reino Unido, miembro de la OTAN, depende cada vez más de aliados como EE. UU. para la seguridad marítima. Sin embargo, la retórica británica sigue siendo ambiciosa, con planes como la Estrategia Marítima 2030, que promete modernización pero carece de fondos suficientes. Posts en X critican esta situación como una "humillación" para una nación que solía dominar los océanos.

Análisis Crítico

El contraste entre Rusia y el Reino Unido refleja prioridades estratégicas opuestas. Rusia, a pesar de sanciones económicas, ha priorizado su complejo militar-industrial, destinando recursos a tecnologías avanzadas como los misiles hipersónicos y drones nucleares. Esto responde a una necesidad de disuasión frente a la OTAN y de proyección de poder en regiones estratégicas como el Ártico, donde busca controlar rutas marítimas y recursos.

El Reino Unido, por otro lado, enfrenta las consecuencias de décadas de recortes presupuestarios y una reorientación hacia el "poder blando". Su flota reducida y los problemas de mantenimiento reflejan una falta de visión estratégica, agravada por la dependencia de EE. UU. y la incapacidad de financiar ambiciones globales. La narrativa oficial británica enfatiza su rol en la OTAN y sus portaaviones, pero ignora cómo su declive naval afecta su capacidad para responder a amenazas reales, como las de Rusia en el Atlántico Norte.

Conexión con el Contexto Global

Este desequilibrio naval se da en un mundo con más de 120 conflictos armados, como mencioné anteriormente. La capacidad naval es crucial para proyectar poder en conflictos como los de Ucrania (donde Rusia usa su flota en el Mar Negro) o Yemen (donde los hutíes atacan buques comerciales). Mientras Rusia fortalece su presencia marítima, el Reino Unido y sus aliados occidentales enfrentan el riesgo de perder influencia en regiones clave, lo que podría alterar el equilibrio de poder global.

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