

Contexto del programa VCBR y antecedentes de los Stryker M1126
El programa VCBR del Ejército Argentino lleva más de una década buscando modernizar su flota de vehículos blindados a rueda para equipar una Brigada Mediana a Rueda, destinada a operar en la Fuerza de Despliegue Rápido, según el Plan de Capacidades Militares (PLANCAMIL). El objetivo es incorporar una familia de blindados que cumpla roles como transporte de personal, combate de infantería, comando, y cazatanques, entre otros. Históricamente, los candidatos han incluido el Iveco Guaraní 6x6 (Brasil), el Norinco VN-1 8x8 (China), el Pandur II 8x8 (Austria), y el Stryker M1126 8x8 (EE.UU.).
En 2020, el Departamento de Estado de EE.UU. autorizó, vía FMS, la venta de 27 Stryker M1126 en versión Transporte de Tropa (Infantry Carrier Vehicle) por un total de 100 millones de dólares, lo que implica un costo aproximado de 3,7 millones por unidad, incluyendo armamento (ametralladoras M2 Flex 12,7 mm), equipos de visión nocturna (AN/VAS-5), y soporte logístico. Esta oferta, sin embargo, no se concretó durante la gestión de Mauricio Macri (2015-2019) ni en los años siguientes, debido a limitaciones presupuestarias y la falta de decisión política.
Con la llegada de Javier Milei al poder en diciembre de 2023 y su alineamiento con EE.UU., el Stryker volvió a escena. En 2024, diversas fuentes, como Zona Militar e Infobae, reportaron que el Ministerio de Defensa, liderado por Luis Petri, retomó las negociaciones por los Stryker, priorizándolos sobre el Guaraní. Según estas publicaciones, el plan incluía una primera etapa con 8 LAV III de Nueva Zelanda (modelo base del Stryker) para desarrollar doctrina, seguida de lotes mayores de Stryker, con un objetivo de hasta 209 unidades en diferentes variantes (transporte, combate, cazatanques, ambulancia, etc.), por un costo total estimado de 320 millones de dólares.
En noviembre de 2024, Infobae informó que el gobierno estaba a punto de firmar una carta de intención para adquirir más de 100 Stryker 8x8, algunos nuevos y otros usados, destacando su importancia estratégica para un país con un territorio extenso como Argentina. Sin embargo, no se especificó si los 8 vehículos iniciales serían nuevos o usados, ni se confirmó la firma de dicha carta.
Análisis de la afirmación: 8 Stryker M1126 nuevos a 2,5-3 millones por unidad
¿Son completamente nuevos los 8 Stryker M1126?
La afirmación de que los 8 Stryker M1126 serían completamente nuevos contradice la mayoría de los reportes disponibles. Según Zona Militar (febrero y mayo de 2024), el lote inicial sería de 8 LAV III de Nueva Zelanda, no Stryker directamente, y estos vehículos serían de segunda mano, provenientes de excedentes neozelandeses (tras la venta de 22 unidades a Chile y la pérdida de una en Afganistán). Los Stryker propiamente dichos, como los ofrecidos en 2020, también suelen ser unidades usadas reacondicionadas, ya que el programa FMS frecuentemente ofrece equipos de excedente del Ejército de EE.UU. para abaratar costos.
Aunque Infobae (noviembre de 2024) mencionó que algunos de los más de 100 Stryker serían nuevos, no hay evidencia concreta de que los 8 iniciales lo sean. General Dynamics Land Systems, fabricante del Stryker, somete a las unidades usadas a un proceso de reacondicionamiento que las deja casi indistinguibles de las nuevas, lo que podría generar confusión. Sin embargo, la narrativa oficial del gobierno argentino y las fuentes periodísticas no confirman explícitamente que este lote inicial sea nuevo, lo que pone en duda esta parte de la afirmación.
Costo por unidad (2,5-3 millones de dólares)
El rango de 2,5 a 3 millones de dólares por unidad es más bajo que el estimado en 2020 (3,7 millones por Stryker, incluyendo equipos y soporte). Sin embargo, hay matices que podrían explicar esta diferencia:
Zona Militar (agosto de 2020) señaló que el precio final en compras FMS puede reducirse entre un 12% y un 18% debido a negociaciones y beneficios de la modalidad gobierno a gobierno, lo que podría bajar el costo de 3,7 millones a unos 3-3,2 millones por unidad.
Si los 8 vehículos fueran efectivamente nuevos, el precio podría ser mayor, ya que las unidades reacondicionadas suelen ser más baratas. Por ejemplo, el costo de un Stryker nuevo para el Ejército de EE.UU. en 2020 rondaba los 4,9 millones de dólares, según datos del Pentágono, aunque los precios varían según la variante y los equipos incluidos.
El rango de 2,5-3 millones podría reflejar una negociación agresiva por parte de Argentina, posiblemente con financiamiento a largo plazo o descuentos por excedentes. Sin embargo, no hay datos oficiales recientes (hasta mayo de 2025) que confirmen este valor exacto, y la inflación global desde 2020 podría haber incrementado los costos, lo que hace que este rango parezca optimista.
Incorporación por lotes hasta un mínimo de 150 VCBR
La meta de alcanzar un mínimo de 150 VCBR vía FMS es coherente con los planes reportados. Zona Militar (mayo y junio de 2024) mencionó un plan escalonado: 8 LAV III iniciales, luego 40 Stryker, y un objetivo final de 150 a 209 unidades para equipar una brigada completa. Este enfoque por lotes es típico en compras militares argentinas, dado el contexto presupuestario limitado, y coincide con la estrategia de desarrollar doctrina con un lote pequeño antes de comprometerse a una adquisición mayor.
Sin embargo, la cifra de 150 VCBR como mínimo es ligeramente inferior al requerimiento original de 209 unidades (detallado en el Proyecto de Ley de Presupuesto 2024, según Zona Militar), lo que podría indicar un ajuste a la baja por restricciones financieras o una etapa inicial del programa.
Contexto político y económico
La gestión de Milei ha priorizado el alineamiento con EE.UU., lo que favorece la elección del Stryker sobre el Guaraní, a pesar de las ventajas logísticas de este último (producción parcial en Córdoba, interoperabilidad con Brasil). Sin embargo, el ajuste presupuestario decretado por Milei plantea dudas sobre la viabilidad de un gasto de 375-450 millones de dólares (150 unidades a 2,5-3 millones cada una), especialmente tras la compra de cazas F-16 en 2024, que ya comprometió fondos significativos.
Además, el Stryker no es anfibio, una desventaja en un país con numerosos ríos, y su costo operativo es alto, lo que ha sido criticado por expertos (Pucará, junio de 2024) que advierten sobre problemas de sostenibilidad a largo plazo, un problema recurrente en las Fuerzas Armadas argentinas.
Crítica a la narrativa oficial
La narrativa del gobierno, respaldada por medios como Infobae y Zona Militar, presenta la adquisición de los Stryker como un paso clave para modernizar el Ejército y reforzar la soberanía, especialmente en un contexto de tensiones regionales (como con Venezuela). Sin embargo, hay inconsistencias:
Falta de confirmación oficial: A mayo de 2025, no hay anuncios oficiales sobre la firma de la carta de intención mencionada en noviembre de 2024, lo que sugiere que las negociaciones podrían estar estancadas o ser más lentas de lo esperado.
Unidades nuevas vs. usadas: La insistencia en que los 8 Stryker iniciales sean nuevos choca con el historial de ofertas FMS, que suelen incluir excedentes. Esto podría ser una exageración para justificar el gasto ante la opinión pública.
Costo subestimado: El rango de 2,5-3 millones por unidad parece bajo frente a los costos históricos y la inflación, lo que podría indicar que el paquete no incluye soporte logístico completo o que se trata de unidades usadas, no nuevas.
Viabilidad económica: El énfasis en el alineamiento con EE.UU. ignora las limitaciones presupuestarias y los altos costos operativos del Stryker, que podrían repetir experiencias negativas con equipos estadounidenses (como los HMMWV), donde el mantenimiento resultó prohibitivo.
@ArgentinoProm
, afirmaron erróneamente que Argentina fabricaría 100 Stryker bajo licencia, lo que fue desmentido por fuentes oficiales. Esto refleja cómo la narrativa oficial puede ser amplificada por rumores infundados, generando expectativas poco realistas.Conclusión
Es probable que el Ejército Argentino esté negociando la adquisición de un lote inicial de 8 blindados, pero es dudoso que sean Stryker M1126 completamente nuevos; lo más factible es que sean LAV III de Nueva Zelanda o Stryker reacondicionados. El costo de 2,5-3 millones por unidad es plausible si se trata de unidades usadas y no incluye soporte logístico completo, pero no hay evidencia reciente que lo confirme. El plan de incorporación por lotes hasta un mínimo de 150 VCBR es consistente con los objetivos del programa VCBR y el enfoque escalonado reportado en 2024, aunque las restricciones presupuestarias podrían retrasarlo o ajustarlo a la baja.
La falta de confirmación oficial a mayo de 2025, las contradicciones sobre el estado de los vehículos (nuevos o usados), y las dudas sobre la sostenibilidad económica del proyecto sugieren que la narrativa oficial podría estar inflada para proyectar una imagen de fortaleza militar, mientras se ignoran los desafíos logísticos y financieros que históricamente han limitado este tipo de adquisiciones.