Según un artículo del Financial Times del 13 de mayo de 2025, citado también en posts en X, Rusia parece estar preparándose para una ofensiva significativa contra Ucrania, moviendo tropas hacia posiciones clave en el frente, de acuerdo con información de inteligencia ucraniana no revelada. El reporte indica que estas acciones se producen a pesar de los esfuerzos de paz, incluyendo propuestas de alto al fuego de 30 días por parte de Kyiv y sus aliados, que Rusia ha rechazado a menos que se detenga la ayuda militar a Ucrania. El 14 de mayo, el ejército ucraniano reportó 163 enfrentamientos en el frente en las últimas 24 horas, con avances rusos recientes en Toretsk y cerca de Pokrovsk, en Donetsk, según el grupo de monitoreo DeepState.

Sin embargo, esta narrativa debe analizarse críticamente. Aunque el movimiento de tropas sugiere preparativos para una ofensiva, la capacidad real de Rusia para ejecutarla es cuestionable. Informes del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) y otras fuentes indican que Rusia ha sufrido pérdidas masivas—estimadas entre 165.000 y 235.000 soldados desde 2022—y enfrenta limitaciones materiales, como escasez de semiconductores y problemas logísticos, que han afectado su producción militar, incluyendo la entrega de aviones Su-35S. Además, la estrategia rusa de priorizar el reemplazo de bajas sobre la creación de reservas bien entrenadas ha limitado su capacidad para realizar operaciones complejas, como lo demuestra el estancamiento de su ofensiva invernal de 2023. El ISW también señala que Rusia no ha mostrado capacidad para realizar avances significativos simultáneos en múltiples frentes desde 2022.

Por otro lado, Ucrania ha fortalecido sus defensas con apoyo occidental, como los fondos de la UE (1.900 millones de euros de activos rusos congelados) y sistemas como el Raven SAM británico, que ha derribado "casi 300 drones rusos". Esto sugiere que, aunque Rusia pueda estar moviendo fuerzas, un avance significativo podría ser costoso y lento, especialmente frente a tácticas ucranianas innovadoras que combinan drones y fuerzas terrestres, las cuales han frenado avances rusos en Pokrovsk y Toretsk.