viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº193

Internacionales | 16 may 2025

Mundo en Guerra

Trump, anunció su interés en desarrollar una versión bimotor del caza furtivo F-35 Joint Strike Fighter, al que denominó "F-55"

07:11 |El 15 de mayo de 2025, durante una visita a Doha, Qatar, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su interés en desarrollar una versión bimotor del caza furtivo F-35 Joint Strike Fighter, al que denominó "F-55". Además, habló de una "superactualización" tanto para el F-35 como para el F-22 Raptor, al que llamó "F-22 Super", destacando su preferencia por aviones con dos motores debido a preocupaciones sobre la seguridad de los monomotores. Estas declaraciones, realizadas en una mesa redonda con ejecutivos de Boeing y GE Aerospace, han generado debate y escepticismo entre analistas de defensa debido a la complejidad técnica y los costos asociados. A continuación, se detalla el contexto, las implicaciones y la viabilidad de estas propuestas, basadas en información disponible hasta mayo de 2025.


Trump Propone una Versión Bimotor del F-35 Llamada F-55 y Actualizaciones para el F-22

Detalles de las Declaraciones de Trump

Trump expresó su descontento con los aviones monomotores, afirmando: “No me gustan los motores únicos. Si un motor falla, es bueno tener dos, tres o cuatro”, comparando el F-35 con un Boeing 747, que tiene cuatro motores. Describió el F-55 como una “actualización sustancial” del F-35, destacando la incorporación de dos motores, probablemente dos Pratt & Whitney F135, para mejorar la seguridad, el empuje y la capacidad de carga. También mencionó una “actualización simple” para el F-35, posiblemente refiriéndose a los programas existentes como el Block 4, que mejora los sistemas de aviónica y armamento, o al concepto de “quinta generación plus” propuesto por el CEO de Lockheed Martin, Jim Taiclet, que busca incorporar tecnologías del F-47 Next Generation Air Dominance (NGAD) a un costo menor.

 

 

 

Sobre el F-22, Trump lo calificó como “el caza más hermoso del mundo” y anunció planes para una versión modernizada, el “F-22 Super”, que sería “una versión muy moderna” del Raptor. Criticó la estética de los aviones furtivos, argumentando que el diseño para sigilo los hace “feos” y que la tecnología stealth puede ser replicada rápidamente por adversarios como China, que, según él, copió el diseño del F-22 para su J-20. Trump insistió en que el F-55 y el F-22 Super se desarrollarían “rápidamente” si se logra un “precio adecuado”.

 

 

 

Contexto y Antecedentes

El F-35 Lightning II, fabricado por Lockheed Martin, es un caza furtivo de quinta generación diseñado para cumplir múltiples roles en la Fuerza Aérea, la Marina y el Cuerpo de Marines de EE.UU., así como en fuerzas aliadas de la OTAN. Su diseño monomotor, con un solo Pratt & Whitney F135, fue elegido para optimizar costos y eficiencia, aunque ha sido criticado por problemas técnicos y sobrecostos, con un programa que supera el billón de dólares a lo largo de su vida útil. Actualmente, el F-35 está en fase de modernización con el programa Block 4, que mejora pantallas de cabina, poder de procesamiento y capacidades de armas, y hay discusiones sobre una versión “quinta generación plus” que podría incorporar tecnologías del F-47, un caza de sexta generación adjudicado a Boeing en marzo de 2025.

 

 

 

El F-22 Raptor, también de Lockheed Martin, es un caza de superioridad aérea de quinta generación, con dos motores Pratt & Whitney F119, pero su producción cesó en 2011 tras fabricar solo 187 unidades debido a su alto costo, aproximadamente $350 millones por avión. Está recibiendo actualizaciones como misiles AIM-260, pods de puntería infrarroja y tanques de combustible furtivos para mantener su relevancia hasta que el F-47 entre en servicio.

 

 

Viabilidad del F-55

La propuesta de un F-55 bimotor plantea desafíos técnicos y estratégicos significativos:

  • Rediseño Complejo: El F-35 fue diseñado desde cero como un avión monomotor para cumplir con los requisitos de tres ramas militares (Fuerza Aérea, Marina y Marines). Incorporar un segundo motor requeriría un rediseño completo del fuselaje, lo que esencialmente crearía un avión nuevo, con costos y tiempos de desarrollo comparables a un programa como el F-47. Analistas como Francis Tusa han señalado que “agregar un motor al F-35 lo convierte en un avión nuevo”.

     

     

  • Costo y Competencia con el F-47: El F-47, adjudicado a Boeing, es un caza de sexta generación bimotor diseñado para reemplazar al F-22, con un radio de combate superior a 1,000 millas y capacidades avanzadas como la integración con drones. Desarrollar un F-55 competiría directamente con el F-47 por financiación, lo que cuestiona su necesidad, especialmente cuando el F-35 ya está en producción masiva y es operado por 20 países.

     

     

     

  • Precedente de Errores: Trump tiene un historial de mencionar programas inexistentes, como en 2018, cuando habló de ventas de un “F-52” a Noruega, probablemente refiriéndose a los 52 F-35 adquiridos por ese país. Esto ha llevado a especulaciones de que el F-55 podría ser un error o una confusión con el programa F/A-XX de la Marina, que busca reemplazar el F/A-18 Super Hornet, o con la propuesta de Lockheed Martin de un F-35 mejorado.

     

     

     

  • Ventajas Potenciales: Un diseño bimotor podría ofrecer mayor empuje, mejor desempeño a gran altitud y capacidad para cargas más pesadas, además de redundancia en caso de fallo de un motor. Sin embargo, los aviones bimotores son más pesados, costosos y complejos de mantener, lo que podría anular los beneficios de la estandarización del F-35 en la OTAN.

     

     

     

Viabilidad del F-22 Super

La idea de un “F-22 Super” también enfrenta obstáculos:

  • Producción Cerrada: La línea de producción del F-22 se cerró en 2011, y reiniciarla sería extremadamente costoso. Las actualizaciones actuales, como misiles avanzados y aviónica mejorada, ya están en marcha, pero no se denominan “F-22 Super”. Un rediseño significativo sería tan costoso como desarrollar un nuevo avión, lo que lo hace redundante frente al F-47.

     

     

     

  • Prioridades Estratégicas: El Pentágono está enfocado en el F-47 y el F/A-XX, ambos programas de sexta generación que integran drones y tecnologías avanzadas. Invertir en un F-22 mejorado podría desviar recursos de estas prioridades.

     

     

Reacciones y Perspectivas

Lockheed Martin, fabricante del F-35 y F-22, emitió un comunicado agradeciendo el apoyo de Trump y afirmando su disposición a trabajar con la administración para “realizar su visión de dominio aéreo”. Sin embargo, ni el Pentágono ni la Oficina del Programa Conjunto del F-35 han confirmado la existencia de un programa F-55 o F-22 Super, y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no respondió a solicitudes de aclaración.

 

 

 

Analistas como Nick Cunningham han especulado que el F-55 podría estar relacionado con el programa F/A-XX de la Marina, aunque Lockheed Martin fue eliminado de esa competencia. Otros, como un exfuncionario de la Fuerza Aérea citado por Defense One, sugirieron que Trump podría estar “muy confundido”, posiblemente mezclando programas existentes como el F-47 o las mejoras del F-35 Block 4.

Implicaciones Estratégicas

Las propuestas de Trump llegan en un momento de tensiones en la OTAN, con aliados como Canadá y Dinamarca reevaluando su dependencia del F-35 debido a preocupaciones sobre la fiabilidad de EE.UU. bajo su liderazgo. Un F-55 bimotor podría complicar la interoperabilidad del F-35, que depende de un diseño común para facilitar mantenimiento y entrenamiento entre aliados. Además, la insistencia de Trump en reducir costos choca con la realidad de que un rediseño del F-35 o F-22 sería extremadamente costoso, especialmente cuando el Pentágono ya invierte en el F-47 y otros programas.

 

 

 

En el contexto del conflicto en Ucrania, donde innovaciones como el dron marítimo Magura-7 han mostrado el valor de sistemas asimétricos, la propuesta de un F-55 parece desfasada frente a la creciente importancia de drones y plataformas de sexta generación. La inversión en un avión bimotor podría desviar recursos de tecnologías emergentes, como los Collaborative Combat Aircraft (CCA) que acompañarán al F-47.

 

 

 

Conclusión

La propuesta de Trump de desarrollar un F-55 bimotor y un F-22 Super refleja su interés en modernizar el arsenal aéreo de EE.UU., pero enfrenta serios obstáculos técnicos, financieros y estratégicos. El F-55 requeriría un rediseño completo del F-35, lo que lo convertiría en un avión nuevo con costos prohibitivos, mientras que el F-22 Super compite con el F-47, ya en desarrollo. La falta de confirmación oficial y el historial de Trump de menciones erróneas, como el “F-52”, sugieren que estas ideas podrían ser especulativas o malentendidos. Mientras el Pentágono y Lockheed Martin evalúan estas propuestas, el enfoque en programas existentes como el F-35 Block 4 y el F-47 parece más viable para mantener el dominio aéreo estadounidense.

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