

El Futuro del F/A-XX: Incertidumbre y Retrasos en el Reemplazo de los Super Hornets y Growlers
A continuación, se analiza el estado actual del programa, sus desafíos y su relación con el contexto global, incluyendo las innovaciones argentinas en ciberdefensa y el nacionalismo antiliberal.
Estado Actual del Programa F/A-XX
El F/A-XX está concebido como un caza polivalente de sexta generación, con capacidades de superioridad aérea, ataque de largo alcance, guerra electrónica y coordinación con sistemas no tripulados, como los Collaborative Combat Aircraft (CCA) y el dron de reabastecimiento MQ-25 Stingray. Según el contralmirante Michael “Buzz” Donnelly, director de la División de Guerra Aérea (N98), el F/A-XX ofrecerá un aumento del 25% en el alcance sin reabastecimiento respecto a los Super Hornet y F-35C, alcanzando aproximadamente 800-850 millas náuticas (1,480-1,570 km), además de sigilo avanzado, integración de inteligencia artificial y capacidad para operar en entornos de negación de acceso (A2/AD). Se espera que el avión, que podría ser tripulado u opcionalmente no tripulado, entre en servicio en la década de 2030, reemplazando gradualmente a los Super Hornet y Growlers, cuya producción cesó en 2025 tras el fracaso de Boeing en asegurar pedidos adicionales, como los de la Marina india.
Sin embargo, un informe de Reuters del 25 de marzo de 2025 y actualizaciones de mayo de 2025 indican que el programa enfrenta posibles retrasos significativos. Aunque un funcionario estadounidense negó oficialmente un retraso, afirmando que “nada está siendo retrasado, la decisión aún no se ha tomado”, las discusiones entre el Pentágono, el Congreso y la Casa Blanca sugieren tensiones sobre la financiación y la capacidad industrial para ejecutar un contrato de desarrollo de ingeniería y manufactura (EMD) valorado en miles de millones de dólares. La selección del contratista, esperada inicialmente en la primavera de 2025, podría posponerse hasta 2028 debido a preocupaciones sobre la capacidad de producción y la priorización de otros programas, como los submarinos de clase Columbia.
Boeing y Northrop Grumman son los principales contendientes tras la eliminación de Lockheed Martin en marzo de 2025, debido a que su diseño no cumplió con los criterios requeridos. Boeing, que recientemente ganó el contrato para el F-47 NGAD de la Fuerza Aérea, propone aprovechar tecnologías compartidas para reducir costos, mientras que Northrop Grumman, con experiencia en sigilo gracias al B-2 y B-21, ofrece un diseño optimizado para operaciones basadas en portaaviones. La decisión sobre el contratista será crucial, ya que definirá no solo el futuro del F/A-XX, sino también la capacidad de la Armada para proyectar poder frente a adversarios como China, cuya J-20 y el incipiente J-XX representan amenazas crecientes.
Desafíos y Críticas
El programa F/A-XX enfrenta varios obstáculos:
Expectativas de Alcance: El aumento del 25% en el alcance, aunque significativo, ha decepcionado a algunos analistas que esperaban un salto mayor para contrarrestar las estrategias A2/AD de China. La dependencia del reabastecimiento aéreo con el MQ-25 mitiga esta limitación, pero requiere una integración robusta que aún está en desarrollo
Implicaciones Estratégicas
Un retraso o cancelación del F/A-XX tendría consecuencias significativas para la Armada de EE.UU. y sus aliados:
Impacto en la Industria: La decisión entre Boeing y Northrop Grumman definirá el futuro de la producción de cazas en EE.UU. Boeing, con su reciente contrato para el F-47, podría consolidar su posición, mientras que Northrop Grumman busca recuperar su rol en cazas basados en portaaviones desde el F-14 Tomcat. Un retraso podría frenar la innovación en sigilo, IA y guerra en red