viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº193

Internacionales | 16 may 2025

Mundo en Guerra

El Futuro del F/A-XX: Incertidumbre y Retrasos en el Reemplazo de los Super Hornets y Growlers

07:23 |El programa F/A-XX, diseñado para desarrollar un caza furtivo de sexta generación que reemplace a los envejecidos Boeing F/A-18E/F Super Hornet y EA-18G Growler de la Armada de Estados Unidos, enfrenta serias incertidumbres y posibles retrasos de hasta tres años, según reportes recientes. Este programa, parte de la iniciativa Next Generation Air Dominance (NGAD) de la Armada, busca introducir un avión con capacidades avanzadas de sigilo, largo alcance y coordinación con drones para mantener la superioridad aérea en entornos de alta amenaza, como el Indo-Pacífico frente a China. Sin embargo, debates presupuestarios, prioridades estratégicas y limitaciones industriales han puesto en duda su cronograma, afectando el futuro de la aviación naval estadounidense.


El Futuro del F/A-XX: Incertidumbre y Retrasos en el Reemplazo de los Super Hornets y Growlers

A continuación, se analiza el estado actual del programa, sus desafíos y su relación con el contexto global, incluyendo las innovaciones argentinas en ciberdefensa y el nacionalismo antiliberal.

Estado Actual del Programa F/A-XX

El F/A-XX está concebido como un caza polivalente de sexta generación, con capacidades de superioridad aérea, ataque de largo alcance, guerra electrónica y coordinación con sistemas no tripulados, como los Collaborative Combat Aircraft (CCA) y el dron de reabastecimiento MQ-25 Stingray. Según el contralmirante Michael “Buzz” Donnelly, director de la División de Guerra Aérea (N98), el F/A-XX ofrecerá un aumento del 25% en el alcance sin reabastecimiento respecto a los Super Hornet y F-35C, alcanzando aproximadamente 800-850 millas náuticas (1,480-1,570 km), además de sigilo avanzado, integración de inteligencia artificial y capacidad para operar en entornos de negación de acceso (A2/AD). Se espera que el avión, que podría ser tripulado u opcionalmente no tripulado, entre en servicio en la década de 2030, reemplazando gradualmente a los Super Hornet y Growlers, cuya producción cesó en 2025 tras el fracaso de Boeing en asegurar pedidos adicionales, como los de la Marina india.

 

 

Sin embargo, un informe de Reuters del 25 de marzo de 2025 y actualizaciones de mayo de 2025 indican que el programa enfrenta posibles retrasos significativos. Aunque un funcionario estadounidense negó oficialmente un retraso, afirmando que “nada está siendo retrasado, la decisión aún no se ha tomado”, las discusiones entre el Pentágono, el Congreso y la Casa Blanca sugieren tensiones sobre la financiación y la capacidad industrial para ejecutar un contrato de desarrollo de ingeniería y manufactura (EMD) valorado en miles de millones de dólares. La selección del contratista, esperada inicialmente en la primavera de 2025, podría posponerse hasta 2028 debido a preocupaciones sobre la capacidad de producción y la priorización de otros programas, como los submarinos de clase Columbia.

 

 

Boeing y Northrop Grumman son los principales contendientes tras la eliminación de Lockheed Martin en marzo de 2025, debido a que su diseño no cumplió con los criterios requeridos. Boeing, que recientemente ganó el contrato para el F-47 NGAD de la Fuerza Aérea, propone aprovechar tecnologías compartidas para reducir costos, mientras que Northrop Grumman, con experiencia en sigilo gracias al B-2 y B-21, ofrece un diseño optimizado para operaciones basadas en portaaviones. La decisión sobre el contratista será crucial, ya que definirá no solo el futuro del F/A-XX, sino también la capacidad de la Armada para proyectar poder frente a adversarios como China, cuya J-20 y el incipiente J-XX representan amenazas crecientes.

 

 

 

Desafíos y Críticas

El programa F/A-XX enfrenta varios obstáculos:

  1. Limitaciones Presupuestarias: El Pentágono enfrenta presiones para equilibrar la financiación entre programas como el F/A-XX y otras prioridades, como los submarinos nucleares y la modernización de la flota de portaaviones clase Ford. La cancelación o retraso del F/A-XX podría obligar a la Armada a depender más de los F-35C, extender la vida útil de los Super Hornet o adquirir más Growlers, opciones que implican compromisos estratégicos y operativos.

     

     

  2. Capacidad Industrial: Fuentes del Pentágono han señalado problemas en la capacidad de producción de la base industrial de defensa, afectada por retrasos en programas como el KC-46 de Boeing y la necesidad de modernizar instalaciones para fabricar aviones de sexta generación. Esto podría limitar la viabilidad de cumplir con el cronograma original.

     

  3. Relevancia Estratégica: Algunos críticos, como Robert Farley, cuestionan la necesidad del F/A-XX ante la creciente vulnerabilidad de los portaaviones frente a misiles balísticos antibuques chinos, como el DF-21D y DF-26. La Armada insiste en que los portaaviones seguirán siendo relevantes, pero el F/A-XX debe ofrecer un alcance y sigilo superiores para operar fuera del alcance de estas amenazas.

     

     

  4. Expectativas de Alcance: El aumento del 25% en el alcance, aunque significativo, ha decepcionado a algunos analistas que esperaban un salto mayor para contrarrestar las estrategias A2/AD de China. La dependencia del reabastecimiento aéreo con el MQ-25 mitiga esta limitación, pero requiere una integración robusta que aún está en desarrollo

  5. Implicaciones Estratégicas

    Un retraso o cancelación del F/A-XX tendría consecuencias significativas para la Armada de EE.UU. y sus aliados:

  6. Dependencia de Plataformas Antiguas: Sin el F/A-XX, la Armada tendría que extender la vida útil de los Super Hornet y Growlers, cuya producción ha finalizado, o aumentar la adquisición de F-35C, que, aunque avanzados, no igualan el alcance ni las capacidades de red requeridas para enfrentar amenazas futuras. Esto podría limitar la capacidad de los portaaviones para operar en entornos A2/AD, especialmente en el Indo-Pacífico.

     

     

  7. Competencia Global: Los avances de China con el J-20 y el J-XX, y de Rusia con el MiG-41, subrayan la urgencia de mantener una ventaja tecnológica. Un retraso en el F/A-XX podría permitir a estos adversarios cerrar la brecha en capacidades de sexta generación, afectando la proyección de poder estadounidense.

     

  8. Impacto en la Industria: La decisión entre Boeing y Northrop Grumman definirá el futuro de la producción de cazas en EE.UU. Boeing, con su reciente contrato para el F-47, podría consolidar su posición, mientras que Northrop Grumman busca recuperar su rol en cazas basados en portaaviones desde el F-14 Tomcat. Un retraso podría frenar la innovación en sigilo, IA y guerra en red

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias