Análisis crítico de la legitimidad de Manuel Adorni en las elecciones legislativas de CABA 2025
Legalidad vs. Legitimidad
Desde el punto de vista legal, las elecciones cumplieron con los requisitos establecidos por el Código Electoral porteño y el sistema de Boleta Única Electrónica, garantizando un proceso transparente y un recuento ágil. Los resultados oficiales, con el 99,8% de los votos escrutados, no han sido cuestionados en términos de fraude o irregularidades significativas, salvo acusaciones aisladas como el video falso difundido por cuentas libertarias contra el PRO. Por lo tanto, la victoria de Adorni es legalmente válida.
Sin embargo, la legitimidad de su triunfo, entendida como el respaldo amplio y representativo del electorado, es cuestionable debido al alto nivel de abstención. La legitimidad no depende únicamente de la legalidad, sino también de la percepción social y la representatividad de los resultados. Con un 47% de ausentismo, Adorni fue respaldado por aproximadamente el 15,8% del total del padrón electoral (30,13% del 53,26% que votó). Esto plantea serias dudas sobre la magnitud de su mandato y la capacidad de LLA para reclamar un apoyo mayoritario en CABA.
Factores que erosionan la legitimidad
- Desinterés y desencanto ciudadano: La baja participación refleja una creciente apatía electoral, interpretada por analistas y espacios políticos como una señal de hartazgo con la clase política en general, incluyendo a LLA. La campaña de Adorni, centrada en nacionalizar la elección y asociarse con la figura de Javier Milei (“Adorni es Milei”), no logró movilizar a una porción significativa del electorado, que optó por no votar. Esto sugiere que el mensaje libertario, aunque efectivo entre su base, no resonó lo suficiente para contrarrestar el descontento general.
- Fragmentación del voto y polarización: La elección estuvo marcada por una oferta electoral atomizada (17 listas) y una fuerte fragmentación, especialmente en el espectro de la derecha, con candidatos como Ramiro Marra (UCeDé) y Horacio Rodríguez Larreta (Volvamos Buenos Aires) restando votos a Adorni y Lospennato. Esta dispersión, combinada con la polarización entre LLA y el PRO, pudo haber desincentivado la participación de votantes que no se sintieron representados por ninguna opción. La estrategia de Adorni de presentarse como el principal opositor al kirchnerismo no fue suficiente para consolidar un “voto útil” que contrarrestara la abstención.
- Representatividad limitada: Que solo el 15,8% del padrón haya respaldado a Adorni pone en cuestión su capacidad para representar a la mayoría de los porteños. En comunas clave como Puerto Madero y Palermo, Adorni obtuvo un respaldo significativo (45,9% y 35,06%, respectivamente), pero estas áreas no reflejan la diversidad socioeconómica de CABA. La baja participación en zonas menos favorecidas, donde el peronismo históricamente tiene más arraigo, sugiere que el triunfo de Adorni se apoyó en sectores específicos, lo que limita su legitimidad como representante de toda la ciudad.
- Contexto político y económico: La elección se desarrolló en un contexto de tensiones económicas y sociales, con preocupaciones ciudadanas centradas en la pobreza (23,6%) y los bajos ingresos (24,4%). La gestión de Milei, de la cual Adorni es vocero, ha sido polarizante, y la falta de una campaña que abordara directamente las problemáticas locales (como seguridad, limpieza o transporte) pudo haber contribuido a la apatía electoral. La narrativa de Adorni, más enfocada en la confrontación con el kirchnerismo y el PRO que en propuestas concretas, no logró captar el interés de un electorado desencantado.
Perspectiva crítica: ¿Qué implica esta legitimidad dudosa?
La victoria de Adorni, aunque legal, no puede interpretarse como un mandato robusto para LLA en CABA. La baja participación indica una crisis de representación que afecta no solo a Adorni, sino a todo el sistema político porteño. Este fenómeno no es exclusivo de LLA: Santoro, a pesar de liderar las encuestas previas, también obtuvo un respaldo limitado (27,34% de los votos emitidos, equivalente a un 14,5% del padrón). Sin embargo, el caso de Adorni es particularmente relevante porque su triunfo fue celebrado por LLA como una consolidación de su proyecto nacional, lo que contrasta con el reducido porcentaje de apoyo real.
La legitimidad dudosa de Adorni podría tener consecuencias prácticas:
- Debilidad en la Legislatura: Con 11 bancas obtenidas, LLA será la segunda fuerza en la Legislatura, pero su capacidad para imponer su agenda dependerá de negociaciones con otras fuerzas, dado que no cuenta con un respaldo mayoritario claro.
- Desafíos para Milei a nivel nacional: El discurso de LLA de “pintar de violeta” el país podría perder fuerza si se percibe que su victoria en CABA, un bastión clave, se basó en una minoría activa y no en un consenso amplio.
- Riesgo de mayor desencanto: Si la gestión legislativa de Adorni no aborda las preocupaciones ciudadanas, la apatía electoral podría agravarse en las elecciones nacionales de octubre 2025, afectando a todos los partidos.
Conclusión
La victoria de Manuel Adorni en las elecciones legislativas de CABA 2025 es legalmente incuestionable, pero su legitimidad es frágil debido al alto nivel de abstención (47%) y al respaldo limitado del 15,8% del padrón electoral. La baja participación refleja un desencanto profundo con la política, exacerbado por la polarización, la fragmentación del voto y la falta de una campaña que conectara con las demandas ciudadanas. Aunque Adorni y LLA pueden capitalizar esta victoria simbólica, la representatividad restringida de su mandato plantea interrogantes sobre su capacidad para liderar cambios significativos en la Legislatura y consolidar el proyecto libertario a nivel nacional. Este escenario subraya la necesidad de que los actores políticos, incluido Adorni, trabajen para reconstruir la confianza ciudadana y fomentar una mayor participación electoral para fortalecer la legitimidad de la democracia porteña.