

Este paso también marcó el cambio oficial de su designación de XM7 a M7, indicando que está listo para producción y uso generalizado. Sin embargo, esta aprobación llega en medio de una controversia significativa tras las críticas de un capitán del Ejército, Braden Trent, quien el 29 de abril de 2025, durante la exposición Modern Day Marine en Washington D.C., calificó al XM7 como "no apto" para el combate moderno.
Contexto y críticas:
Aprobación oficial: El M7, junto con el arma automática M250 (antes XM250), forma parte del programa Next Generation Squad Weapons (NGSW), diseñado para reemplazar el M4A1 y el M249 SAW. El TC-STD asegura su integración en los sistemas logísticos y operativos del Ejército, permitiendo la adquisición a gran escala. El coronel Jason Bohannon, gerente del proyecto Soldier Lethality, destacó que este hito refleja el compromiso de equipar a los soldados con herramientas "fiables y efectivas" para mantener una ventaja táctica.
Críticas de Trent: El capitán Trent, un oficial de infantería que realizó una tesis en la Expeditionary Warfare School, entrevistó a más de 150 soldados de la 1.ª Brigada de Combate, 101.ª División Aerotransportada, la primera unidad en recibir el XM7 en marzo de 2024. Según su investigación, el rifle presenta problemas graves:
Fiabilidad: Casquillos de cartuchos "destrozados por la presión interna", desgaste excesivo del cañón y roturas frecuentes de componentes clave.
Capacidad de munición: El M7 usa cargadores de 20 rondas (frente a 30 del M4A1), lo que significa que los soldados llevan 140 rondas en siete cargadores (210 rondas con el M4A1). En un ejercicio en Fort Campbell, observó que un pelotón se quedó sin munición en 10 minutos y perdió capacidad de supresión en 15 minutos.
Peso y ergonomía: El M7 pesa 9.84 libras con supresor (4.46 kg), frente a las 7.4 libras (3.36 kg) del M4A1 con carga básica, lo que dificulta la maniobrabilidad en combate prolongado.
Trent concluyó que el M7 es más adecuado como un rifle de tirador designado que como un arma de servicio moderna para conflictos entre pares.
Respuesta del Ejército y Sig Sauer:
El Ejército y Sig Sauer rechazaron las afirmaciones de Trent. Un portavoz del Ejército afirmó que el programa NGSW ofrece "letalidad inigualable" y que están comprometidos a mejorar el arma con retroalimentación de los soldados. Jason St. John, director senior de productos estratégicos de Sig Sauer, defendió el M7, asegurando que un equipo extenso trabaja diariamente para garantizar su rendimiento y seguridad, calificando muchas de las críticas como "falsas".
A pesar de las críticas, el TC-STD indica que el M7 superó las pruebas necesarias para ser considerado operativo. Sin embargo, el programa sigue enfrentando escepticismo, especialmente porque el cartucho 6.8x51mm no es estándar en la OTAN, lo que podría limitar su adopción masiva y la interoperabilidad con aliados.
Análisis crítico:
Perspectiva técnica: El M7, basado en el SIG MCX Spear, utiliza un sistema de pistón de gas en lugar del sistema de impacto directo del M4, lo que teóricamente mejora la fiabilidad al reducir el ensuciamiento, pero su mayor peso y presión de cámara (80,000 psi frente a 61,000 psi del M4) han generado problemas como los reportados por Trent. La munición híbrida (cuerpo de latón y base de acero) busca mejorar el rendimiento, pero parece tener fallos estructurales bajo estrés.
Narrativa oficial vs. realidad: La aprobación del M7 sugiere confianza del Ejército, pero la falta de una refutación punto por punto a las críticas de Trent y la rápida reacción defensiva de Sig Sauer podrían indicar que hay problemas reales que no se están abordando públicamente. La narrativa oficial de "ventaja táctica" contrasta con experiencias de soldados en el terreno, como las de la 101.ª División, que reportaron fallos frecuentes incluso tras 2,000 rondas (We Are The Mighty, 25 de septiembre de 2024).
Implicaciones estratégicas: El enfoque en un calibre más pesado (6.8mm) responde a lecciones de Afganistán, donde el 5.56mm mostró limitaciones contra chalecos antibalas modernos, pero la reducción en capacidad de munición y el aumento de peso podrían comprometer la efectividad en combates prolongados, especialmente en conflictos de alta intensidad contra enemigos como China o Rusia.
En resumen, aunque el M7 ha sido oficialmente aprobado, las críticas de fiabilidad, peso y capacidad de munición plantean dudas sobre su idoneidad como reemplazo del M4A1. La controversia refleja tensiones entre la modernización tecnológica y las necesidades prácticas de los soldados en el campo de batalla.