

Características principales:
Diseño y capacidad: El SWS3 es un sistema de 16 tubos que combina cañones y misiles, con una rápida velocidad de recarga, alta densidad de fuego y un tamaño de barrera ajustable. Yu Bin, diseñador jefe, destacó en la revista Modern Weaponry su "extraordinario poder destructivo" y su capacidad para acompañar a las tropas en maniobras.
Objetivos: Aunque está optimizado para amenazas aéreas (drones, aviones, helicópteros, misiles de crucero), también puede atacar objetivos terrestres y navales. Ha demostrado en pruebas derribar drones pequeños con una sola barrera.
Modularidad: Es adaptable a camiones, vehículos blindados o buques de guerra, lo que lo hace versátil para diferentes escenarios operativos.
Eficacia y rentabilidad: El experto militar chino Fu Qianshao señaló su alta rentabilidad frente a enjambres de drones y misiles, sugiriendo su atractivo para el mercado internacional.
Contexto y análisis crítico:
El desarrollo del SWS3 responde al creciente uso de drones y misiles en conflictos modernos, un desafío que también enfrentan otras potencias como EE. UU., que ha desarrollado sistemas como el cañón láser HELIOS. Sin embargo, la narrativa oficial china, promovida por medios como Global Times, tiende a exagerar las capacidades de sus sistemas para proyectar poder, lo que invita a cierta cautela. Aunque las pruebas reportadas indican éxito contra drones pequeños, no hay evidencia independiente que confirme su efectividad contra amenazas más avanzadas como misiles hipersónicos o enjambres masivos de drones en un escenario de combate real.
Además, el énfasis en la "alta rentabilidad" podría ser una estrategia para competir en el mercado de exportación, pero esto también sugiere que el sistema podría priorizar costos sobre capacidades avanzadas, a diferencia de sistemas más sofisticados como el Sky Bow III de Taiwán, que combina misiles de largo alcance con tecnología de radar avanzada. Por otro lado, el SWS3 parece ser una respuesta directa a las tensiones regionales, especialmente con EE. UU. y sus aliados, en un momento en que China busca fortalecer su control en el Mar de China Meridional y contrarrestar las capacidades aéreas de sus rivales.
En conclusión, el SWS3 es un avance significativo en la defensa aérea de corto alcance de China, con un diseño innovador que podría ser efectivo contra amenazas emergentes. Sin embargo, su verdadera capacidad en combate sigue sin probarse fuera de las demostraciones controladas, y la narrativa oficial china debe ser evaluada con escepticismo, considerando su historial de propaganda militar.