Victoria Villarruel bajo fuego: Críticas, ataques en redes y acusaciones de traición

El 26 de mayo de 2025, Villarruel publicó en X un mensaje contundente en respuesta a estas críticas: “Yo no juego sucio ni por la espalda. Las cosas las digo siempre en la cara, incluidas las críticas. No traiciono y no hago lo que no me gusta que me hagan a mí. Y ya está bien de estar dudando de mi rectitud. Nunca me voy a arrepentir de ser una persona recta y patriota”. Este descargo, que buscaba reafirmar su compromiso con la transparencia y el patriotismo, no logró apaciguar a sus detractores, quienes han intensificado los señalamientos en su contra.

En las redes, usuarios como @El_Pubertario y @Witchreinaa han acusado a Villarruel de deslealtad y de marginar a sus propios seguidores por apoyar a otras figuras del espacio, como Manuel Adorni, en la campaña de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Por ejemplo, un post en X afirmó: “Victoria Villarruel le prohibió a sus militantes colaborar en la campaña de Adorni. Esto confirma todo, la vicepresidente aparta a su militancia racional para reemplazarla por ese grupo de neonazis de mierda”. Otro usuario la calificó como “una desagradecida con los pocos que todavía la apoyaban” y una “vergüenza” como vicepresidenta. Estas acusaciones sugieren que Villarruel estaría priorizando su propio círculo y alejándose de la línea oficial de LLA, lo que ha generado percepciones de traición.

Además, se han vertido críticas que mezclan ataques ideológicos con insultos personales. Un usuario la describió como “la estafa político-ideológica más grande de la historia reciente”, acusándola de combinar “pseudonacionalismo y antisemitismo feroz” y de ser aplaudida solo por un séquito de asesores leales. Estas afirmaciones, aunque carecen de pruebas concretas, reflejan un intento de deslegitimar su figura, pintándola como una líder que no representa los valores del movimiento que la llevó al poder.

Por otro lado, Villarruel cuenta con defensores que ven en estos ataques una campaña orquestada para debilitarla políticamente. Un post de @martincarrizo_ señaló: “Sigo sin entender cómo continúan intentando denostar la figura de la Vicepresidente Villarruel. Esto ya no es una cuestión personal, esto ya es coacción política”. Este usuario comparó la situación con las tensiones entre Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, sugiriendo que el nivel de ensañamiento contra Villarruel es inusualmente elevado y podría tener motivaciones políticas más profundas.La vicepresidenta también ha recibido apoyo de cuentas como @VillarruelGlam  que destacó su trayectoria de 25 años en la defensa de temas como Malvinas, las Fuerzas Armadas y el campo, calificando los ataques en su contra como parte de una reacción de la “casta” contra una figura que no transige ni traiciona sus convicciones. Sin embargo, estas defensas no han logrado contrarrestar la narrativa de traición que circula en algunos sectores de LLA y entre sus críticos en las redes.El trasfondo de estas críticas parece estar vinculado a las tensiones internas en el gobierno de Milei, donde Villarruel ha sido señalada por algunos como una figura que busca posicionarse de manera independiente. Informes periodísticos, como uno del Buenos Aires Herald, han señalado roces con el Ejecutivo, incluyendo acusaciones de que Villarruel estaría gestionando una “troll army” para impulsar su imagen o reuniéndose con actores externos para consolidar su liderazgo. Estas afirmaciones, negadas por su entorno, alimentan la percepción de que la vicepresidenta estaría desvinculándose de la agenda de Milei, lo que ha exacerbado las acusaciones de traición.

En conclusión, Victoria Villarruel enfrenta un momento de alta exposición a críticas y ataques en redes sociales que buscan debilitar su figura política. Las acusaciones de traición, combinadas con insultos y señalamientos ideológicos, reflejan tanto las divisiones internas en La Libertad Avanza como el rechazo de sectores que cuestionan su liderazgo y decisiones. A pesar de su defensa pública, en la que insiste en su rectitud y patriotismo, la vicepresidenta sigue siendo un blanco de con