

¿A dónde fueron los recursos de IOSFA?
En diciembre de 2023, cuando Milei asumió, IOSFA tenía reservas positivas de 25.000 millones de pesos, según un informe interno citado por Clarín (17 de mayo de 2025). Sin embargo, en 17 meses, el déficit acumulado se disparó a 160.000 millones de pesos, con un desequilibrio mensual de 15.000 millones, de acuerdo con el general retirado José Luis Figueroa y el Foro de Generales Retirados. ¿Qué pasó con esos recursos?
Incremento exponencial de costos sin ajuste de ingresos: IOSFA se sostiene exclusivamente con los aportes de sus afiliados (45.000 millones de pesos mensuales), sin aportes adicionales del Tesoro Nacional. Según el presidente de IOSFA, Roberto Fiochi, los costos de prestaciones médicas y medicamentos crecieron exponencialmente debido a la inflación (289% interanual en abril de 2025, según INDEC) y la devaluación del peso, mientras que los ingresos, ligados a los haberes militares, no se ajustaron al mismo ritmo. Por ejemplo, ítems salariales no remunerativos de los militares no generan aportes, lo que agrava el desfinanciamiento estructural.
Gestión ineficiente y gastos operativos elevados: IOSFA arrastra problemas históricos de ineficiencia. Tiene 3.000 empleados en relación de dependencia y 1.000 más provenientes de las Fuerzas Armadas, además de 33 hoteles y centros de recreación que generan pérdidas (según Clarín, 17 de mayo de 2025). Las 33 farmacias propias también son deficitarias. Durante la gestión de Oscar Sagás (diciembre 2023-noviembre 2024), la deuda se quintuplicó desde 18.000 millones a 90.000 millones de pesos, según El Cronista (5 de enero de 2025). Sagás fue acusado de tomar decisiones erráticas, como priorizar prestadores privados caros sobre hospitales militares, lo que desfinanció aún más el sistema.
Créditos con intereses elevados: En febrero de 2025, IOSFA gestionó un crédito de 40.000 millones de pesos con el Instituto de Ayuda Financiera (IAF) a una tasa del 52% anual, considerada excesiva por sectores castrenses (La Nación, 6 de febrero de 2025). Este préstamo, que deberá ser pagado por los afiliados en 34 cuotas, fue usado para cubrir deudas inmediatas, pero no resolvió el problema estructural y aumentó el pasivo a 113.000 millones de pesos. La operación, gestionada por Fiochi (quien presidió el IAF hasta noviembre de 2024), levantó sospechas de conflictos de interés, ya que su excolaboradora Betina Surballe ahora dirige el IAF.
Ausencia de aportes estatales: A diferencia de otras obras sociales, IOSFA no recibe fondos extraordinarios del Estado. El gobierno de Milei, alineado con su política de "déficit cero", no ha destinado recursos adicionales, lo que ha exacerbado la crisis. Mientras tanto, el presupuesto de Defensa para 2025 se redujo al 0,31% del PBI (Clarín, 19 de septiembre de 2024), afectando también la capacidad de las Fuerzas Armadas para apoyar a IOSFA.
¿Por qué se recortan las prestaciones?
Los recortes en prestaciones no son "sin justificación alguna", pero sí reflejan una gestión incapaz de equilibrar ingresos y gastos en un contexto económico adverso. Las razones principales son:
Ajustes y despidos para "eficientizar": El gobierno de Milei, bajo la lógica de "optimización" impulsada por Petri, ejecutó despidos masivos en IOSFA: 122 trabajadores fueron desvinculados en enero de 2025 (El Cronista, 5 de enero de 2025), y Fiochi pidió la renuncia de 45 gerentes y jefes en noviembre de 2024 (La Nación, 12 de noviembre de 2024). Esto redujo la capacidad administrativa, afectando la gestión de prestaciones y generando más atrasos en reintegros, según ATE.
Modelo estructural fallido: Fiochi señaló que IOSFA, a diferencia de otras obras sociales, no deriva a sus jubilados al PAMI, lo que aumenta los costos, ya que los retirados son los mayores consumidores de servicios médicos. Sin una revisión actuarial profunda ni un aporte extraordinario del Estado, el sistema colapsa, y los recortes se convierten en la única salida inmediata para evitar una quiebra total.
La responsabilidad de Milei y Petri
Milei y Petri enfrentan una responsabilidad ineludible en esta crisis. Aunque heredaron problemas estructurales en IOSFA, sus políticas de ajuste y desinversión han agravado la situación:
Política de ajuste generalizado: La obsesión de Milei por el "déficit cero" ha llevado a recortes indiscriminados en áreas clave. El presupuesto de Defensa para 2025, reducido al 0,31% del PBI, eliminó el Fondo Nacional de Defensa (Fondef), creado en 2021 para financiar compras de armas (Clarín, 19 de septiembre de 2024). Esto no solo afecta el equipamiento militar, sino también la capacidad de las Fuerzas Armadas para sostener a IOSFA, que depende de sus aportes.
Gestión ineficaz de Petri: Petri, quien asumió con promesas de reequipar a las Fuerzas Armadas, ha sido criticado por su "show de gestión" mientras desatiende las necesidades reales del sector (Letra P, 24 de febrero de 2024). Su manejo de IOSFA ha sido desastroso: la designación de Oscar Sagás, quien quintuplicó la deuda, y su reemplazo por Roberto Fiochi, un contador sin experiencia en salud pública, reflejan una falta de criterio técnico. Además, Petri ignoró las advertencias de los militares sobre la crisis de IOSFA, como señaló el Foro de Generales Retirados (Total News Agency, 20 de mayo de 2025).
Narrativa contradictoria: Mientras Milei y Petri anuncian compras militares ambiciosas, como los 24 F-16 a Dinamarca o submarinos Scorpène a Francia (El Cronista, 18 de mayo de 2024), la realidad es que el presupuesto no acompaña esas promesas, y áreas críticas como IOSFA se desangran. Esto sugiere que el gobierno prioriza gestos simbólicos para proyectar fortaleza, mientras descuida el bienestar de los militares y sus familias.
Análisis crítico: ¿Un plan para privatizar?
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) denunció que el desfinanciamiento y los despidos en IOSFA podrían ser parte de un plan para privatizar la obra social, una sospecha que circula desde febrero de 2025 (La Nación, 6 de febrero de 2025). Esta teoría tiene asidero: el gobierno de Milei ha mostrado una inclinación a desmantelar estructuras estatales para abrir paso a privados, como se vio con otros organismos públicos. Sin embargo, no hay evidencia concreta de un plan de privatización inmediato para IOSFA, y las declaraciones de Fiochi (Total News Agency, 20 de mayo de 2025) sugieren un intento de saneamiento, aunque ineficaz. Lo que sí es claro es que el desfinanciamiento estructural, combinado con la falta de apoyo estatal, está empujando a IOSFA al borde del colapso, lo que podría justificar una privatización futura bajo el argumento de "ineficiencia estatal".
Conclusión
Los recursos de IOSFA se dilapidaron por una combinación de ineficiencia histórica, mala gestión bajo Sagás y Fiochi, y un modelo financiero insostenible que no fue corregido por Milei ni Petri. Los recortes en prestaciones, aunque tienen una justificación económica (el déficit galopante), son inaceptables para los afiliados, que enfrentan cortes de servicios y demoras mientras ven cómo el gobierno prioriza otros gastos. Milei y Petri deben rendir cuentas por haber agravado una crisis que afecta a 550.000 personas, mientras su discurso de "fortalecer la soberanía" choca con la realidad de unas Fuerzas Armadas desfinanciadas y una obra social al borde del abismo. Si no se toman medidas urgentes, como un aporte extraordinario del Estado y una reforma estructural, el colapso de IOSFA será un nuevo golpe a la credibilidad de este gobierno.