viernes 06 de junio de 2025 - Edición Nº214

OSINT | 2 jun 2025

Argentina

La vinculación de Victoria Villarruel con la Fundación Oíd Mortales y su ruptura: Un análisis detallado

Victoria Villarruel, vicepresidenta de Argentina desde diciembre de 2023, ha sido una figura central en el escenario político del país, tanto por su rol en La Libertad Avanza como por su trayectoria en organizaciones asociadas a la defensa de los valores conservadores y la memoria de las víctimas de la guerrilla en la década de 1970. Uno de los pilares de su actividad política ha sido su presidencia honoraria en la Fundación Oíd Mortales, una entidad que ha generado controversia por sus orígenes, objetivos y vínculos con sectores ultraconservadores. Este artículo explora en detalle la relación de Villarruel con esta fundación, sus antecedentes, estructura, objetivos y las críticas asociadas, basándose en información verificable de fuentes confiables.


Orígenes y cambio de denominación: De Fundación Tridentina a Oíd Mortales

La Fundación Oíd Mortales es, en esencia, una reconfiguración de la Fundación Tridentina por los Valores Clásicos, creada en 2011 por Gustavo Corbi, un teólogo ultraconservador que ocupó el cargo de jefe de la sección Religión de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) durante los primeros meses de la última dictadura militar (1976-1983). Corbi, conocido por sus escritos en la revista procesista Cabildo y por abogar por el retorno de la Inquisición, fundó la organización con el objetivo principal de preservar su obra y biblioteca. Tras su fallecimiento en 2012, la fundación fue liderada por Eduardo Ignacio Llorente, un politólogo vinculado a la empresa agropecuaria Las Tres Vírgenes SAU, quien en mayo de 2022 cambió su nombre a Oíd Mortales, en referencia al himno nacional argentino.

 

 

Victoria Villarruel asumió la presidencia honoraria de Oíd Mortales, consolidándola como un think tank para su proyecto político. La fundación comparte autoridades con el Partido Demócrata de la provincia de Buenos Aires, donde Villarruel también tiene un rol protagónico, y se presenta como una entidad sin fines de lucro dedicada a la educación, la promoción de valores tradicionales y la formación de líderes con un enfoque conservador y patriótico.

 

 

Estructura y objetivos de Oíd Mortales

La Fundación Oíd Mortales, inscrita en la Inspección General de Justicia (IGJ) en julio de 2013 con el número 1846212, tiene como misión “construir una sociedad próspera, libre y sólida, basada en los principios conservadores y patrióticos”. Entre sus objetivos se encuentran:

  • Promoción de saberes clásicos: Fomentar el estudio de lenguas como el griego y el latín, en línea con la herencia de la Fundación Tridentina.

  • Defensa de valores tradicionales: Promueve la familia, el matrimonio y la defensa de la vida desde la concepción, alineándose con posturas católicas conservadoras.

  • Formación de líderes: Capacitar a jóvenes en políticas públicas con un enfoque patriótico, buscando contrarrestar lo que denominan “colectivismo” y defender la libertad individual y la soberanía nacional.

  • Seguridad y defensa: El área de Seguridad y Defensa, liderada por el coronel retirado Jorge Vives, refleja la influencia militar en la fundación y su conexión con las prioridades políticas de Villarruel.

     

     

El consejo de administración de Oíd Mortales incluye figuras clave como Eduardo Llorente (presidente), Guillermo Maximiliano Montenegro (secretario y asesor cercano de Villarruel), Raúl Amado (tesorero) y Jorge Vives, responsable de Seguridad y Defensa. Otros nombres relevantes son Ida María Tejeda de Anchézar (área de Formación) y Federico Pávito (área de Justicia), quienes han sido vinculados a posturas ultraconservadoras y a organizaciones que defienden a militares condenados por delitos de lesa humanidad.

 

 

La fundación opera desde una casona en el barrio de Belgrano, Buenos Aires, decorada con símbolos religiosos, un cuadro de Eduardo Villarruel (padre de Victoria) y espacios destinados a la capacitación de jóvenes. Sin embargo, su sitio web ha estado “en reparación” y la IGJ ha señalado irregularidades administrativas, como la falta de presentación de planes trienales, lo que podría derivar en sanciones.

 

 

Rol de Villarruel en Oíd Mortales

Villarruel ha utilizado Oíd Mortales como una plataforma para consolidar su proyecto político, que combina el conservadurismo católico, la defensa de la “familia militar” y la promoción de una narrativa revisionista sobre los años 70. Su presidencia honoraria le permitió rodearse de un equipo que comparte su visión ideológica, incluyendo militares retirados y profesionales con vínculos históricos con la derecha argentina. Algunos hitos de su relación con la fundación incluyen:

  • Think tank político: Durante la campaña presidencial de 2023, Oíd Mortales fue presentada como el núcleo de las propuestas de Villarruel en materia de seguridad y defensa, áreas que Javier Milei le delegó. Jorge Vives, exdirector de Investigaciones de la Aduana durante el gobierno de Mauricio Macri, fue clave en la elaboración de políticas para estas áreas.

     

     

  • Vínculos con la ultraderecha internacional: A través de Oíd Mortales, Villarruel firmó la Carta de Madrid, un documento promovido por el partido español Vox que denuncia a organizaciones de izquierda como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla como amenazas a las democracias iberoamericanas. Esto reforzó su imagen como referente de la ultraderecha regional.

     

     

  • Capacitación y expansión: La fundación buscó establecerse como un espacio de formación de líderes, con iniciativas como Oíd Cuyanos en San Juan, donde Villarruel participó vía Zoom en 2023 para promover un “sector liberal de corte nacional”. Sin embargo, su visita física a la sede de Belgrano fue limitada, lo que generó críticas internas.

     

Controversias y críticas

La vinculación de Villarruel con Oíd Mortales ha sido objeto de críticas por varios motivos:

  1. Orígenes en la dictadura: La fundación fue creada por Gustavo Corbi, un exfuncionario de la SIDE durante la dictadura, lo que la asocia con sectores que reivindican o minimizan los crímenes de lesa humanidad. Figuras como Marcelo Cinto Courtaux, hijo de un represor, y las publicaciones de Ida María Tejeda de Anchézar celebrando a Christian Von Wernich, condenado por delitos de lesa humanidad, refuerzan estas críticas.

     

     

  2. Revisionismo histórico: Oíd Mortales respalda la narrativa de Villarruel sobre las “otras víctimas” de los años 70, centrada en los afectados por la guerrilla, lo que ha sido interpretado como una forma de relativizar el terrorismo de Estado. Su acto de 2023 en la Legislatura porteña, organizado con el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), generó protestas de organizaciones de derechos humanos.

     

  3. Vínculos con sectores ultraconservadores: La fundación comparte personal y objetivos con la Fundación Tridentina, asociada al catolicismo tradicionalista, y ha sido vinculada a posturas cercanas a la Sociedad de San Pío X (SSPX), un grupo lefebvrista crítico del Concilio Vaticano II. Aunque Villarruel no es miembro formal de la SSPX, su asistencia a misas tridentinas en una capilla de este grupo ha alimentado especulaciones.

     

  4. Ruptura interna: En diciembre de 2024, Villarruel y su hermana, Virginia de las Nieves Villarruel, renunciaron al directorio de Oíd Mortales, junto con Raúl Amado, tras tensiones con Eduardo Llorente y críticas internas por su “falta de compromiso” con la fundación. Iván Stegman, exresponsable de Asuntos Institucionales, acusó a Villarruel de no saber “construir políticamente” y señaló a su entorno, como Juan Martín Donato, como responsables de decisiones erráticas.

     

Ruptura con Oíd Mortales y su impacto

La salida de Villarruel de Oíd Mortales en 2024 marcó un punto de inflexión. Según Perfil, la vicepresidenta rompió vínculos con su mesa chica en el Senado y con la fundación, priorizando asesores militares como Claudio Gallardo, exjefe de inteligencia del Ejército. Esta decisión reflejó tensiones internas y un giro hacia un entorno más ligado a la “familia militar”, lo que generó descontento entre los miembros de Oíd Mortales, quienes esperaban que la fundación fuera el núcleo de su proyecto político ultraconservador.

 

A pesar de esta ruptura, Oíd Mortales continúa funcionando bajo la dirección de Llorente, buscando mantener su agenda conservadora y abrir diálogo con otros espacios políticos, incluido el oficialismo. La casona de Belgrano, con su cuadro de Eduardo Villarruel y su enfoque en la formación de líderes, sigue siendo un símbolo de la visión original, aunque su influencia parece haberse reducido tras la desvinculación de Villarruel.

Conclusión

La Fundación Oíd Mortales fue un pilar clave en el ascenso político de Victoria Villarruel, sirviendo como un think tank que articulaba su visión ultraconservadora, su defensa de la familia militar y sus propuestas en seguridad y defensa. Creada como Fundación Tridentina por Gustavo Corbi, un exfuncionario de la SIDE, y renombrada en 2022, la organización reflejó los valores católicos y patrióticos de Villarruel, pero también atrajo críticas por sus vínculos con sectores negacionistas de la dictadura. La ruptura de Villarruel con Oíd Mortales en 2024, junto con su entorno político, evidencia tensiones internas y un cambio de estrategia hacia un círculo más militarizado. A pesar de su desvinculación, la fundación sigue siendo un símbolo de su trayectoria y de los debates sobre memoria, derechos humanos y conservadurismo en Argentina.

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