Gran Bretaña planea aumentar su flota de destructores y fragatas en un 78%: de 14 a 25 unidades
Contexto del plan de expansión
La Royal Navy, considerada una de las armadas de alta mar (Blue-Water Navy) más avanzadas del mundo, ha enfrentado críticas en los últimos años por la reducción de su flota de escolta, que en diciembre de 2024 se situaba en 14 buques operativos: seis destructores Tipo 45 (clase Daring) y ocho fragatas Tipo 23 (clase Duke). Este número representa un mínimo histórico, exacerbado por problemas de mantenimiento, fallos mecánicos en los destructores Tipo 45 y la obsolescencia de las fragatas Tipo 23. La SDR de 2025, respaldada por un aumento del gasto en defensa al 2,5% del PIB, busca revertir esta tendencia con la incorporación de nuevos buques, incluyendo las fragatas Tipo 26 y Tipo 31, para alcanzar un total de 24 unidades para 2030, con un objetivo intermedio de más de 19 para 2026.
Detalles de la expansión
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Composición actual y objetivo:
- Flota actual: En diciembre de 2024, la Royal Navy opera seis destructores Tipo 45, diseñados para defensa antiaérea con el sistema de misiles Sea Viper, y ocho fragatas Tipo 23, optimizadas para guerra antisubmarina pero con capacidades multimisión. Sin embargo, solo dos destructores y seis fragatas estaban operativos a finales de 2024 debido a reparaciones y reacondicionamientos.
- Meta de expansión: El plan apunta a incrementar la flota de escolta a 25 buques para 2030, con un aumento intermedio a más de 19 para 2026. Esto implica la incorporación de 11 nuevos buques, principalmente fragatas Tipo 26 y Tipo 31, y la posible modernización o reemplazo de los destructores Tipo 45.
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Nuevos buques:
- Fragatas Tipo 26 (clase City): Estas fragatas, diseñadas por BAE Systems, son consideradas la “columna vertebral” de la futura Royal Navy. Con un desplazamiento de 8.000 toneladas y 150 metros de eslora, están equipadas con misiles de crucero Tomahawk, misiles antibuque Harpoon o Naval Strike Missile (NSM), y un sonar remolcado para guerra antisubmarina. Se planean ocho unidades, con el HMS Glasgow como el primero en entrar en servicio en 2025. Estas reemplazarán a las fragatas Tipo 23, cuya retirada está programada para 2035.
- Fragatas Tipo 31 (clase Inspiration): Más ligeras, con 5.700 toneladas, estas fragatas están diseñadas para misiones de seguridad marítima y operaciones de baja intensidad, aunque pueden configurarse para combate. La primera, HMS Venturer, será botada en 2025, con un total de cinco unidades previstas. Estas también sustituirán a las Tipo 23.
- Destructores Tipo 45: Aunque no está claro si se construirán nuevos destructores, la SDR incluye planes para modernizar los seis Tipo 45 existentes, corrigiendo problemas en su sistema de propulsión eléctrica, que ha causado frecuentes averías. Un programa de reemplazo a largo plazo, posiblemente con destructores Tipo 83, está en discusión para la década de 2030.
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Cronograma y construcción:
- Las fragatas Tipo 26 y Tipo 31 están siendo construidas en astilleros de Escocia (Rosyth y Govan), con un enfoque en mantener la capacidad industrial británica. El HMS Glasgow (Tipo 26) y el HMS Venturer (Tipo 31) son los primeros en entrar en servicio, con entregas progresivas hasta 2035.
- El aumento a 25 buques incluye la posibilidad de tres unidades adicionales no especificadas, que podrían ser fragatas o nuevos destructores, dependiendo de los recursos disponibles.
Implicaciones estratégicas
- Fortalecimiento de la OTAN: La expansión de la flota de escolta refuerza el rol del Reino Unido como líder naval en la OTAN, especialmente en la defensa del Atlántico Norte y la disuasión frente a Rusia. Los buques Tipo 26, con capacidades antisubmarinas avanzadas, son clave para contrarrestar submarinos rusos en la región.
- Proyección en el Indo-Pacífico: La Royal Navy busca aumentar su presencia en el Indo-Pacífico para contrarrestar la expansión naval china, como parte de acuerdos como el Acuerdo de Hiroshima con Japón. Los nuevos buques, junto con los portaaviones clase Queen Elizabeth, permitirán despliegues más robustos en esta región.
- Respuesta a amenazas modernas: La incorporación de misiles avanzados (como el Sea Ceptor en las Tipo 26) y la integración de drones, como se planea para los portaaviones, alinea la flota con la necesidad de enfrentar misiles hipersónicos y enjambres de drones, amenazas destacadas en conflictos recientes.
Desafíos y críticas
- Limitaciones operativas: La Royal Navy enfrenta problemas crónicos de disponibilidad, con solo dos destructores Tipo 45 y seis fragatas Tipo 23 operativos en diciembre de 2024 debido a mantenimientos prolongados. Los destructores Tipo 45 han sufrido fallos en su sistema de propulsión eléctrica, lo que limita su despliegue.
- Escasez de personal: La falta de tripulaciones capacitadas es un riesgo significativo, como señaló un usuario en X, destacando que el principal desafío es de recursos humanos. La Royal Navy ha relajado los requisitos de reclutamiento para abordar esta carencia.
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- Costos elevados: La construcción de 11 nuevos buques y la modernización de los existentes requerirán una inversión significativa, en un contexto de restricciones presupuestarias. Los recortes previos en el programa Tipo 26, que redujo de 13 a 8 unidades, reflejan estas limitaciones.
- Críticas a la viabilidad: Algunos analistas cuestionan si el Reino Unido puede sostener una flota de 25 buques de escolta, dado el historial de retrasos en la construcción y problemas de calidad en la integración de sistemas. Otros argumentan que los recursos serían más efectivos si se concentran en el Atlántico Norte en lugar del Indo-Pacífico.
Conclusión
El plan de Gran Bretaña para aumentar su flota de destructores y fragatas de 14 a 25 unidades para 2030, con un hito intermedio de más de 19 para 2026, representa un esfuerzo significativo para restaurar el poderío naval de la Royal Navy. Las fragatas Tipo 26 y Tipo 31, junto con la modernización de los destructores Tipo 45, fortalecerán la capacidad de la armada para operar en el Atlántico Norte y el Indo-Pacífico, enfrentando amenazas modernas como misiles hipersónicos y submarinos avanzados. Sin embargo, los desafíos de disponibilidad, personal y costos plantean riesgos para la ejecución del plan. Esta expansión, respaldada por la SDR de 2025, posiciona al Reino Unido como un actor clave en la OTAN, aunque su éxito dependerá de una gestión efectiva de recursos y la superación de limitaciones operativas.
Fuentes:
- UK Defence Journal, 2025
- Galaxia Militar, 2024
- Zona Militar, 2021