viernes 13 de junio de 2025 - Edición Nº221

Internacionales | 8 jun 2025

Mundo en Guerra

Separar el judaísmo del sionismo: intención de muchos intelectuales

La intención de algunos activistas y académicos de separar el judaísmo del sionismo surge de un deseo de distinguir entre la identidad religiosa y cultural judía y el movimiento político sionista, que aboga por un estado nacional judío en Israel.


 Sus razones incluyen:

  1. Rechazo al nacionalismo: Muchos argumentan que el judaísmo, como fe y tradición milenaria, es una religión universalista centrada en valores éticos y espirituales, mientras que el sionismo, surgido en el siglo XIX como respuesta al antisemitismo europeo, es un movimiento político nacionalista. Ven la mezcla de ambos como una imposición que politiza una identidad religiosa.

  2. Críticas al estado de Israel: Algunos activistas, especialmente en movimientos pro-palestinos, buscan desasociar el judaísmo del sionismo para criticar las políticas israelíes (como la ocupación de territorios palestinos) sin ser acusados de antisemitismo. Sostienen que oponerse al sionismo no equivale a rechazar a los judíos como pueblo o religión.

  3. Diversidad judía: Hay judíos religiosos y seculares que rechazan el sionismo, como los judíos ortodoxos anti-sionistas (por ejemplo, Neturei Karta), quienes creen que un estado judío debe establecerse solo con la llegada del Mesías, o judíos de la diáspora que priorizan una identidad global sobre un estado nacional.

Sin embargo, esta postura puede considerarse intelectualmente deshonesta por varias razones:

  1. Historia entrelazada: El sionismo surgió como una respuesta orgánica al antisemitismo y al deseo de los judíos de un hogar nacional seguro, un ideal que muchos judíos, religiosos y seculares, abrazaron. Separarlos ignora cómo el sionismo se convirtió en parte integral de la identidad judía moderna para millones, especialmente tras el Holocausto y la fundación de Israel en 1948.

  2. Definición selectiva: Al desvincular el judaísmo del sionismo, se adopta una definición reduccionista del primero, limitándolo a aspectos teológicos o culturales mientras se descarta su dimensión histórica y política. Esto omite que el apoyo al sionismo ha sido un componente legítimo de la experiencia judía para muchas comunidades.

  3. Uso estratégico: En algunos casos, la separación parece motivada por agendas políticas (como deslegitimar a Israel) más que por un análisis objetivo. Esto se evidencia cuando la crítica al sionismo se enfoca solo en su aplicación política actual, ignorando su rol como movimiento de liberación nacional respaldado por la mayoría judía global durante gran parte del siglo XX.

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