

Informe completo y crítico sobre Juliana Santillán Juárez Brahim, diputada nacional por La Libertad Avanza (LLA) en representación de la provincia de Buenos Aires (período 2023-2027), basado en la información disponible hasta el 8 de junio de 2025. Este análisis examina su trayectoria personal, política y reciente, destacando tanto los aspectos conocidos como las controversias y las lagunas que rodean su figura, con un enfoque crítico que cuestiona las narrativas establecidas y evalúa la coherencia de su perfil público.
Trayectoria Personal y Formación
Juliana Santillán nació el 17 de junio de 1979 en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, hija de un suboficial mayor (r) de la Armada Argentina, Carlos Santillán, quien ha sido vinculado a acusaciones de represión durante la dictadura militar de los años 70, aunque no hay detalles concluyentes al respecto en registros públicos. Tiene 45 años, está divorciada y es madre de tres hijos. Su formación académica es uno de los puntos más cuestionados. Se presenta como "Diplomada en Economía Austríaca" por la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE), un curso online de 19 clases (dos meses y medio) que no equivale a un título universitario. Sin embargo, en el pasado afirmó haber cursado "dos doctorados en derecho" y ser abogada, declaraciones que carecen de respaldo en registros oficiales de graduados y que ella ha borrado de sus redes sociales tras las críticas. En su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción menciona "estudios universitarios", pero no especifica carrera ni institución, lo que genera dudas sobre la veracidad de sus credenciales. Esta inconsistencia ha llevado a acusaciones de falsificación de títulos, incluyendo una denuncia por "usurpación de títulos y honores", aunque no ha avanzado a una resolución judicial significativa.
Profesionalmente, Santillán se autodenomina gerenta general de Screencap, una empresa de comunicación que fabrica gorras con pantallas publicitarias, pero no hay evidencia pública de su registro formal como empleada o de la actividad económica de la compañía. Antes de su ingreso a la política, su historial laboral es prácticamente inexistente, lo que alimenta especulaciones sobre cómo ha sustentado su vida antes de su cargo legislativo, donde percibe un sueldo bruto de aproximadamente 5 millones de pesos mensuales.
Trayectoria Política
Santillán ingresó a la política en 2015 como militante de la Unión Cívica Radical (UCR), dentro del espacio de Cambiemos, motivada, según sus propias palabras, por evitar el regreso del kirchnerismo. Durante la gestión de María Eugenia Vidal como gobernadora de Buenos Aires (2015-2019), ocupó roles menores, como en el área de Diseño y Gestión en Políticas Públicas y en la Oficina para la Reforma Municipal del Senado bonaerense, bajo el vicegobernador Daniel Salvador. Sin embargo, no hay claridad sobre sus funciones específicas ni impacto en estas posiciones, lo que sugiere un rol más bien simbólico o de apoyo logístico.
En las elecciones legislativas de 2021, fue precandidata a diputada por Republicanos Unidos, dentro de una interna de Juntos por el Cambio, pero su lista no prosperó. Su giro hacia La Libertad Avanza ocurrió en 2018, tras conocer a Javier Milei en un estudio de televisión durante un programa como Intratables. Según su relato, entablaron una conexión inmediata, y ella le ofreció preguntas para que él brillara en el debate, marcando el inicio de una alianza política. Esta transición de Cambiemos a LLA, un espacio inicialmente opuesto a los partidos tradicionales, ha sido criticada como oportunista, especialmente por su pasado en la UCR y su vínculo con figuras como Facundo Moyano, con quien se la relacionó románticamente en 2017, según reportes periodísticos.
En 2023, Milei la incluyó como sexta candidata en la lista de LLA para diputados nacionales por Buenos Aires, donde fue electa con el 25,44% de los votos. Desde entonces, se ha posicionado como una figura visible del bloque libertario, aunque su ascenso rápido y sin experiencia legislativa previa ha generado escepticismo sobre su idoneidad.
Participaciones Políticas Recientes y Controversias
Santillán ha participado activamente en debates legislativos y mediáticos, pero sus intervenciones han estado marcadas por polémicas que cuestionan su preparación y credibilidad:
Discurso sobre el veto al presupuesto universitario (9 de octubre de 2024): Durante una sesión clave, pronunció un discurso monótono pero preciso sobre el veto de Milei al presupuesto de las universidades, lo que llevó a especulaciones sobre el uso de un dispositivo de asistencia (como auriculares). Un video viral mostró un auricular cayendo de su oído con una grabación de fondo, lo que ella negó, alegando haber preparado el discurso con antelación. Esta situación expuso dudas sobre su capacidad para articular argumentos propios.
Error sobre la canasta básica (4-5 de junio de 2025): En un debate televisivo en TN, intentó deslegitimar el reclamo de médicos residentes del Hospital Garrahan afirmando que la canasta básica para una familia de cuatro era de 360,000 pesos, cuando el dato real superaba el millón. Citó datos de mayo inexistentes (solo estaban disponibles los de abril) y fue corregida en vivo, lo que evidenció su desconocimiento económico. Milei y otros libertarios la respaldaron en redes, amplificando la controversia y sugiriendo una defensa política más que técnica.
Proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD): En 2025, fue señalada como encargada de redactar un proyecto para privatizar clubes de fútbol, un anhelo de Milei y Mauricio Macri. Audios filtrados la muestran negociando con la Inspección General de Justicia (IGJ) y figuras como Federico Sturzenegger y Mariano Cúneo Libarona, lo que llevó a una denuncia penal por abuso de autoridad por parte de Facundo Del Gaiso (Coalición Cívica). Esto sugiere un uso indebido de su cargo para favorecer intereses privados, incluyendo su vínculo con el empresario Foster Gillett.
Relación con Milei y el bloque libertario: Se la percibe como una aliada cercana al presidente, con acceso directo a él, lo que le ha valido críticas internas por actuar sin coordinación con el bloque. Su estilo mediático, con videos y fotos virales (como su "desfile" al ritmo de Libertango durante la ley Bases), refuerza su imagen como una figura más de espectáculo que de sustancia legislativa.
Análisis Crítico
La trayectoria de Santillán revela un patrón de oportunismo político. Su paso por la UCR, Cambiemos y luego LLA indica una falta de compromiso ideológico claro, más bien una adaptación a contextos de poder. La inflación de su currículum académico y la ausencia de un historial laboral sólido antes de la política sugieren que su ascenso se debe más a redes personales y mediáticas que a méritos propios. Su relación con Milei, iniciada en un entorno televisivo, parece haber sido el catalizador de su carrera, lo que plantea interrogantes sobre si su rol es funcional a la imagen disruptiva del presidente más que a una agenda legislativa seria.
Las controversias recientes, como el error sobre la canasta básica y el escándalo de las SAD, exponen una carencia de preparación y un enfoque más performativo que técnico. El respaldo de Milei y su bloque a pesar de estos errores podría indicar una estrategia de consolidar lealtades dentro de LLA, incluso a costa de la credibilidad. Además, su vínculo con figuras controvertidas (como Moyano o Gillett) y su pasado familiar militar levantan sospechas sobre influencias ocultas, aunque no hay pruebas concluyentes.
Conclusión
Juliana Santillán encarna una figura polarizante en la política argentina actual: una diputada que, desde su entrada en LLA, ha capitalizado la visibilidad mediática y el apoyo presidencial para proyectarse como una luchadora contra "la casta", pese a un historial que incluye militancia en partidos tradicionales y acusaciones de inconsistencias éticas. Su falta de formación sólida, errores públicos y posibles conflictos de interés la posicionan como un ejemplo de cómo el carisma y las conexiones pueden superar la preparación en la nueva política libertaria. Sin embargo, su influencia parece limitada a un rol de apoyo a Milei, con poca evidencia de aportes legislativos significativos hasta ahora. La narrativa de "anticasta" que promueve choca con un pasado y presente que sugieren más continuidad que ruptura con las prácticas que critica.