

Cristina Presa y ¿Por Qué Macri Libre? Un Análisis Crítico de la Justicia Argentina
La exmandataria, que gobernó entre 2007 y 2015 y fue vicepresidenta hasta 2023, enfrenta este fallo por administración fraudulenta en la asignación de obras públicas viales en Santa Cruz, beneficiando al empresario Lázaro Báez. Mientras tanto, Mauricio Macri, presidente entre 2015 y 2019 y figura clave de la oposición, permanece libre, sin enfrentar consecuencias judiciales significativas pese a acusaciones similares de corrupción y manejos cuestionables. Este contraste plantea interrogantes sobre la imparcialidad de la justicia argentina y su instrumentalización política.
Cristina Presa: El Fallo de la Causa Vialidad
La Corte Suprema, integrada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, rechazó los recursos de la defensa de Kirchner, ratificando una sentencia del Tribunal Oral Federal 2 de diciembre de 2022. El caso investiga el desvío de fondos por más de 46 mil millones de pesos en 51 obras viales entre 2003 y 2015, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Los jueces sostuvieron que se probaron irregularidades como licitaciones manipuladas y sobreprecios, aunque la defensa argumenta que las obras se ejecutaron y que no hay evidencia sólida de beneficios personales. Kirchner, desde la sede del PJ, calificó el fallo como un "cepo al voto popular" y un acto del "partido judicial", sugiriendo una persecución orquestada por el poder económico y aliados de Milei y Macri.
El proceso judicial, iniciado por una denuncia de Elisa Carrió en 2008 y escalado bajo el juez Claudio Bonadio, ha sido criticado por sesgos. La ausencia de condena por asociación ilícita, desestimada por el Tribunal Oral, y la dependencia de testimonios de "arrepentidos" como Báez generan dudas sobre la solidez de las pruebas. Sin embargo, con la condena firme, Kirchner deberá presentarse en cinco días, aunque su detención podría demorarse por recursos pendientes o la falta de un lugar de detención adecuado, según ordenó al Ministerio de Seguridad.
Macri Libre: Ausencia de Consecuencias
En contraste, Mauricio Macri no enfrenta detención ni condenas, a pesar de múltiples acusaciones. Durante su gestión, se lo vinculó al "megacanje" de deuda de 2001, gestionado por su familia a través de empresas como Sideco, y al endeudamiento con el FMI por 44,000 millones de dólares, cuestionado por opacidad. Además, su primo Angelo Calcaterra, exdueño de Iecsa, admitió pagos de coimas durante el kirchnerismo, y el escándalo de los "Panamá Papers" reveló offshore familiares, sin avances judiciales significativos. En 2018, Macri reconoció que "muchos dicen que no me conviene" que Cristina esté presa, sugiriendo un cálculo político, pero él mismo evitó ser investigado a fondo.
La causa por espionaje ilegal a familiares de submarinistas del ARA San Juan, iniciada en 2021, lo implicó como instigador, pero fue sobreseído en 2023 por el juez Martín Bava, una decisión que la Cámara Federal de Mar del Plata revisará en 2025. Otras investigaciones, como la de los "cuadernos de la corrupción", lo eximieron pese a las conexiones de Calcaterra. Este patrón sugiere una justicia selectiva, donde los aliados del poder vigente esquivan sanciones, mientras la oposición es blanco de procesos acelerados.
¿Persecución o Doble Estándar?
La narrativa oficial presenta a Kirchner como el rostro de la corrupción kirchnerista, con el fallo como un triunfo de la "república" defendido por Milei y Macri. Sin embargo, la rapidez con que se cerró su caso, comparada con la parálisis de investigaciones contra Macri, levanta sospechas. Durante el gobierno de Macri, causas como la del dólar futuro o Hotesur avanzaron contra Cristina, protegida por sus fueros, mientras él impulsaba una reforma judicial que muchos vieron como un blindaje. Ahora, bajo Milei, la Corte, con jueces ligados a la derecha, sella su destino, mientras Macri, retirado del bridge y la FIFA, reaparece para celebrar.
Críticos kirchneristas, como Oscar Parrilli, denuncian un "partido judicial" al servicio de la derecha, apuntando a reuniones entre jueces y exfuncionarios macristas. Por otro lado, el oficialismo libertario y el PRO argumentan que Cristina evade responsabilidad, ignorando que Macri también se benefició de impunidad. La falta de condenas firmes contra funcionarios macristas, pese a pruebas como las de la DNV sobre Báez, refuerza la idea de un sistema donde el poder político dicta quién cae y quién no.
Conclusión: Una Justicia Polarizada
La prisión de Cristina Kirchner marca un hito, pero su contraste con la libertad de Macri expone las grietas de la justicia argentina. Si bien las pruebas contra Kirchner son consistentes, la selectividad del sistema sugiere que no se trata solo de combatir la corrupción, sino de eliminar a una líder opositora. Macri, libre de cargos relevantes, simboliza cómo los vencedores políticos evaden el escrutinio, mientras los perdedores enfrentan el peso de la ley. Este doble estándar no solo polariza más al país, sino que erosiona la confianza en una justicia que parece más un instrumento de venganza que de equidad.