El peor escenario para Javier Milei es la condena y eventual prisión de Cristina Kirchner tiene una base lógica que merece un análisis crítico, considerando las dinámicas políticas argentinas y las implicaciones a largo plazo para su liderazgo. Con la confirmación del fallo de la Corte Suprema el 10 de junio de 2025, que sentenció a Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua en la causa Vialidad, este escenario se ha materializado, y sus consecuencias podrían ser perjudiciales para Milei en el futuro.

Un Precedente Peligroso

La detención de una figura como Cristina Kirchner, exmandataria y líder del peronismo, establece un precedente de uso de la justicia como herramienta política contra opositores. Milei, que ha celebrado el fallo como un triunfo de la "república" contra la "corrupción kirchnerista", podría beneficiarse a corto plazo al debilitar a su rival más fuerte. Sin embargo, este mismo mecanismo podría volverse en su contra. Durante su gobierno, Milei ha enfrentado acusaciones de irregularidades, como el escándalo de la criptomoneda $LIBRA, negociaciones con el FMI y manejos cuestionables de fondos públicos. Si la oposición recupera el poder, podría usar el precedente de Kirchner para impulsar investigaciones contra él o sus aliados, como Victoria Villarruel o Karina Milei, bajo acusaciones similares de abuso de autoridad o corrupción.

El caso de Mauricio Macri, quien evitó sanciones significativas pese a denuncias (espionaje al ARA San Juan, Panamá Papers), ilustra cómo el poder en turno puede proteger a sus figuras. Pero con Kirchner presa, la narrativa de una justicia selectiva se fortalece, y cualquier futuro gobierno podría legitimar procesos contra Milei argumentando equidad. Esto siembra un antecedente que limita su inmunidad política a su mandato actual, dejando su legado vulnerable.

Polarización y Resistencia Social

La prisión de Kirchner ha desatado protestas masivas, con movilizaciones frente al Congreso y la Quinta de Olivos el 10 de junio de 2025, lideradas por el peronismo y movimientos sociales. Este malestar podría traducirse en un rechazo sostenido a Milei, quien, al alinearse con la Corte y el PRO, es visto como el arquitecto de su caída. A corto plazo, esto refuerza su base libertaria, pero a largo plazo podría galvanizar a la oposición, fortaleciendo a figuras como Axel Kicillof o Juan Grabois, quienes ya critican a Milei por "persecución judicial". Si la economía no mejora (inflación sigue en 50% anual y pobreza supera el 40%), este resentimiento podría derivar en un voto castigo en las legislativas de 2025 o las presidenciales de 2027, erosionando su poder.

Riesgo de Retaliación Internacional

Milei ha construido una imagen internacional aliada de EE.UU. e Israel, pero la detención de Kirchner, vista por algunos como un ataque a la democracia, podría generar fricciones. Países como España, que ya lo criticó por su visita de 2024, o Brasil, con Lula Da Silva, podrían cuestionar su legitimidad, afectando negociaciones comerciales y con el FMI. Si en el futuro Milei enfrenta procesos, esta percepción podría facilitar sanciones o extradiciones, especialmente si sus viajes frecuentes a EE.UU. (como los 10 documentados desde 2023) son usados para investigarlo.

Conclusión

El peor escenario para Milei no es solo la prisión de Kirchner, sino el precedente que establece: una justicia politizada que puede girar en su contra. Si bien le da una victoria táctica ahora, expone su vulnerabilidad futura, alimentando polarización, resistencia social e inestabilidad internacional. Sin una reforma judicial creíble que garantice imparcialidad, Milei corre el riesgo de que su propia estrategia lo atrape, convirtiendo su éxito actual en un boomerang político con efectos devastadores.