

Esta afirmación encuentra eco en reportes de fuentes como United24 Media y Ukrinform, que confirman el derribo del Su-35S el 7 de junio por parte de la Fuerza Aérea ucraniana en la región de Kursk, alineándose con la operación transfronteriza ucraniana iniciada en agosto de 2024. El uso del Saab 340, parte de un paquete de ayuda sueca entregado en 2025, se destaca como un elemento clave, gracias a su radar Erieye, capaz de detectar objetivos a gran distancia. Imágenes OSINT de los restos del Su-35S y videos publicados por la Fuerza Aérea ucraniana respaldan el incidente, aunque Rusia no ha confirmado oficialmente la pérdida.
Sin embargo, esta narrativa debe tratarse con cautela. La dependencia de BILD, conocido por titulares sensacionalistas, y la falta de una confirmación independiente sugieren posibles exageraciones. El rol del Saab 340 podría ser amplificado para resaltar la efectividad de la ayuda occidental, mientras que la distancia de detección (200-300 km) podría estar inflada, dado que el radar Erieye tiene un rango teórico de 300-400 km pero depende de factores como altitud y guerra electrónica. Además, la ausencia de detalles técnicos oficiales sobre la misión y la posibilidad de que Ucrania exagere éxitos para presionar por más apoyo occidental invitan a la duda. Rusia podría minimizar el incidente como propaganda enemiga, complicando la verificación.
En conclusión, el derribo del Su-35S parece probable según las evidencias actuales, y el Saab 340 pudo haber jugado un rol de apoyo, pero la magnitud de su contribución y la precisión de los detalles reportados por BILD requieren confirmación adicional. Este evento, si se confirma, marca un hito en la guerra aérea, pero las narrativas de ambos lados sugieren que podría estar siendo explotado para fines propagandísticos más que analizados objetivamente.