la Flota del Mar Negro y los submarinos clase Kilo:
El B-271 Kolpino, botado en 2016, es uno de los más modernos de esta clase y ha participado en ejercicios significativos, como el lanzamiento de un misil Kalibr durante el ejercicio Cáucaso-2020 y prácticas de tiro con torpedos en 2023. Sin embargo, la afirmación de que está en reparaciones antes de una inspección sugiere problemas de mantenimiento, algo que también se menciona en publicaciones de X sobre averías mecánicas en la flota, potencialmente atribuidas a sabotajes internos, aunque sin pruebas concretas.
Estado actual de los submarinos:
- B-271 Kolpino: Según las publicaciones en X, está en reparaciones, lo que lo deja temporalmente fuera de servicio.

- Otros submarinos (Novorossiysk, Rostov-on-Don, Stary Oskol, Krasnodar, Velikiy Novgorod): Se alega que están inoperativos o restringidos a entrenamiento, pero no hay confirmación oficial. Por ejemplo, el Rostov-on-Don fue reportado como destruido por Ucrania en 2024, según fuentes ucranianas, aunque Rusia no lo ha confirmado.
- Alrosa (B-871): Un submarino más antiguo de clase Kilo (Proyecto 877), operativo desde 1990, es conocido por su propulsión por chorro de agua. Fue reparado en 2022 para mejorar sus capacidades, pero su estado actual no está claro, y podría estar entre los considerados inoperativos.
Factores que afectan la operatividad:
- Daños por la guerra en Ucrania: Desde el inicio del conflicto en 2022, la Flota del Mar Negro ha enfrentado pérdidas significativas, como el hundimiento del crucero Moskva. Los submarinos, aunque menos vulnerables a misiles como los Neptune o Harpoon, podrían haber sufrido daños o desgaste.
- Mantenimiento y sabotaje: Las publicaciones en X sugieren problemas mecánicos, posiblemente por sabotaje interno, aunque esto no está verificado. La falta de mantenimiento adecuado, un problema histórico tras la disolución de la URSS, podría estar afectando la flota.
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Reubicación estratégica: En 2022, se reportó que Rusia retiró submarinos de Crimea a Novorossiysk por temor a ataques ucranianos, lo que indica una reorganización defensiva. Además, en noviembre de 2024, gran parte de la flota de superficie abandonó Novorossiysk sin explicación oficial, lo que podría reflejar preocupaciones operativas o estratégicas.