Machado fue arrestado el 15 de abril de 2021 en Neuquén por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, a pedido de Interpol, debido a su presunta participación en una red que traficaba cocaína a Estados Unidos. Según reportes, Machado habría apoyado la campaña de Espert en 2019, proporcionando un avión privado y una camioneta Jeep Grand Cherokee para sus desplazamientos, incluyendo un evento en Viedma donde Espert agradeció públicamente su apoyo. La camioneta en cuestión, registrada a nombre de Claudio Ciccarelli (primo de Machado), fue vinculada a Espert tras un incidente de piedrazos durante la campaña.

Diversos medios y figuras políticas han señalado que Machado pudo haber aportado fondos no declarados a la campaña de Espert, quien se presentó como candidato por el Frente Despertar. Esto llevó a denuncias penales por presuntos delitos de encubrimiento y asociación ilícita contra Espert, su compañero de fórmula Luis Rosales, y otros colaboradores, presentadas ante tribunales federales. La justicia electoral también investigó irregularidades en la rendición de gastos de campaña, gestionada por el partido Unite por la Libertad, que albergó la candidatura de Espert.

Espert y su entorno han negado rotundamente estas acusaciones, afirmando que su relación con Machado fue casual y limitada a un apoyo logístico, y que desconocían sus antecedentes criminales. El economista ha calificado las denuncias como operaciones políticas de adversarios, incluyendo sectores de Juntos por el Cambio y el kirchnerismo, para desprestigiarlo. Sin embargo, la falta de claridad en la rendición de cuentas y los vínculos documentados con Machado han mantenido viva la controversia.

Políticos como Rodolfo Tailhade y Juan Grabois han reforzado estas acusaciones en redes sociales, sugiriendo que Machado, vinculado al cártel de Sinaloa, financió la campaña de Espert con dinero ilícito. También se han mencionado nexos indirectos con figuras como Sergio Mastropietro, socio de Machado, y supuestos lazos con empresarios como Daniel Vila. Espert, por su parte, ha desafiado a sus detractores a presentar pruebas concretas en la justicia, sin que hasta ahora se haya llegado a una condena o resolución judicial definitiva.

La narrativa oficial y los reportes periodísticos no ofrecen pruebas concluyentes que confirmen una relación directa de Espert con el narcotráfico, pero las irregularidades en el financiamiento de su campaña y su asociación con Machado generan dudas persistentes. Las investigaciones judiciales siguen abiertas, y la opinión pública permanece dividida, con sectores que ven en estas acusaciones una estrategia política y otros que exigen mayor transparencia.