martes 17 de junio de 2025 - Edición Nº225

Nacionales | 16 jun 2025

Periodo 1999-2025

Milani se destaca por haber ejecutado un volumen de presupuesto notablemente superior en comparación con sus predecesores y sucesores

Entre 1999 y 2025, el presupuesto asignado a las Fuerzas Armadas argentinas ha experimentado variaciones significativas, influenciadas por contextos políticos, económicos y estratégicos. Durante este período, diversos jefes del Estado Mayor General del Ejército han gestionado estos recursos, pero el general César Milani, quien ocupó el cargo entre 2013 y 2015, destaca por haber ejecutado un volumen de presupuesto notablemente superior en comparación con sus predecesores y sucesores. Este artículo analiza detalladamente la ejecución presupuestaria durante su gestión, comparándola con la de otros jefes del Ejército en el período mencionado, basándose en datos disponibles y evitando relacionamientos externos.


César Milani y la ejecución presupuestaria de las Fuerzas Armadas: Un análisis comparativo (1999-2025)

Contexto presupuestario de las Fuerzas Armadas (1999-2025)

El presupuesto de las Fuerzas Armadas argentinas, gestionado principalmente a través del Ministerio de Defensa, ha sido históricamente bajo en comparación con otros países de la región. En 1999, bajo la presidencia de Carlos Menem y con Ricardo López Murphy como ministro de Defensa, el gasto militar representaba aproximadamente el 1,3% del PBI, una cifra que ya reflejaba una tendencia a la desinversión tras la posdictadura. Durante las dos décadas siguientes, el presupuesto osciló entre el 0,5% y el 0,9% del PBI, con incrementos puntuales en ciertos períodos, pero con una constante reducción en términos reales debido a la inflación y la devaluación.

Entre los jefes del Estado Mayor General del Ejército desde 1999 hasta 2025, se incluyen figuras como Ricardo Brinzoni (1999-2003), Roberto Bendini (2003-2008), Luis Pozzi (2008-2013), César Milani (2013-2015), Diego Suñer (2015-2018), Claudio Pasqualini (2018-2020), Agustín Cejas (2020-2023), y Carlos Presti (2024-2025). Cada uno enfrentó desafíos distintos en la gestión del presupuesto, desde la crisis económica de 2001-2002 hasta los ajustes fiscales del gobierno de Javier Milei.

La gestión de César Milani (2013-2015)

César Milani asumió como jefe del Estado Mayor General del Ejército el 3 de julio de 2013, designado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Su gestión se desarrolló en un contexto de fuerte alineación con el proyecto político del kirchnerismo, lo que influyó en la asignación y ejecución de recursos para las Fuerzas Armadas, particularmente el Ejército. Durante este período, se registró un incremento significativo en el presupuesto ejecutado, especialmente en áreas como inteligencia militar, modernización de equipamiento y asistencia en emergencias civiles.

En 2013, el presupuesto total del Ministerio de Defensa fue de aproximadamente $26.000 millones, de los cuales el Ejército ejecutó una porción significativa. Según datos oficiales, la Jefatura de Inteligencia del Ejército, bajo la órbita de Milani, recibió $333 millones, representando el 1,27% del presupuesto total del Ministerio, aunque con un aumento del 295% desde 2007, superando la inflación acumulada (173% según el IPC-9 Provincias del Centro CIFRA). Además, en 2013, se asignaron $1.375 millones adicionales al Ejército mediante un decreto presidencial, de los cuales $400 millones se destinaron a inteligencia sin controles estrictos, lo que marcó un hito en la ejecución presupuestaria.

 

 

Un proyecto emblemático de la gestión de Milani fue la modernización del Tanque Argentino Mediano (TAM). En 2015, se presentó el primer prototipo modernizado, un logro destacado que involucró al Estado argentino y empresas nacionales, con un costo estimado de varios millones de pesos por unidad. Este proyecto, aunque interrumpido durante el gobierno de Mauricio Macri, fue retomado posteriormente, pero su ejecución inicial bajo Milani representó una inversión significativa en capacidades militares.

 

Comparación con otros jefes del Ejército (1999-2025)

  1. Ricardo Brinzoni (1999-2003)
    Durante la gestión de Brinzoni, el presupuesto militar fue afectado por la crisis económica de 2001. En 1999, el gasto en defensa rondaba el 1,3% del PBI, pero la ejecución real se vio limitada por restricciones fiscales. Los recursos se destinaron principalmente a salarios y mantenimiento básico, con poca inversión en equipamiento o modernización. No hay datos específicos sobre incrementos extraordinarios o proyectos de gran envergadura durante este período.

  2. Roberto Bendini (2003-2008)
    Bajo el gobierno de Néstor Kirchner, Bendini gestionó un presupuesto que comenzó a recuperarse tras la crisis, pero seguía siendo bajo (0,9% del PBI en 2003). La prioridad fue la reestructuración de las Fuerzas Armadas tras los juicios por delitos de lesa humanidad, con énfasis en subordinación al poder civil. La ejecución presupuestaria se centró en salarios y asistencia en emergencias, como inundaciones, pero no se registraron incrementos significativos en inteligencia o modernización.

     

  3. Luis Pozzi (2008-2013)
    Pozzi, durante el primer gobierno de Cristina Fernández, mantuvo un enfoque conservador en la ejecución presupuestaria. El gasto en defensa se mantuvo en torno al 0,9% del PBI, con un presupuesto ejecutado por el Ejército que no superó los $10.000 millones anuales en valores nominales. La Jefatura de Inteligencia, antes de Milani, recibió $74 millones en 2007, un monto significativamente menor al de 2013. No se destacan proyectos de modernización relevantes.

     

  4. Diego Suñer (2015-2018)
    Durante el gobierno de Mauricio Macri, Suñer enfrentó un contexto de ajuste fiscal. En 2016, el presupuesto de defensa se mantuvo en torno al 0,8% del PBI, con una ejecución de aproximadamente $50.000 millones para el Ministerio de Defensa, de los cuales el Ejército recibió una fracción menor que en la gestión de Milani. Proyectos como la modernización del TAM fueron paralizados, y la inversión se limitó a mantenimiento y salarios.

     

  5. Claudio Pasqualini (2018-2020)
    Bajo el gobierno de Alberto Fernández, Pasqualini gestionó un presupuesto que, aunque ajustado por la inflación, no alcanzó los niveles de ejecución de la era Milani. En 2019, el presupuesto de defensa fue de $113.000 millones, pero la ejecución real se vio afectada por la crisis económica. No se registraron incrementos significativos en áreas estratégicas como inteligencia o equipamiento.

  6. Agustín Cejas (2020-2023)
    Cejas operó en un contexto de recuperación presupuestaria bajo el segundo mandato de Fernández. En 2020, el presupuesto de defensa ascendió a $200.000 millones, pero la ejecución se centró en salarios y jerarquización (incrementos del 42% en 2023). No se destacan proyectos de inversión en equipamiento comparables al TAM de Milani.

     

  7. Carlos Presti (2024-2025)
    Con Javier Milei en la presidencia, el presupuesto de defensa para 2025 alcanzó los $2.811.882 millones (0,31% del PBI), de los cuales el Ejército recibió $1.354.449 millones. Sin embargo, gran parte de este presupuesto se destinó a la compra de equipamiento externo, como los F-16 de Dinamarca ($600 millones) y submarinos Scorpène ($2.000 millones), con menos énfasis en desarrollos nacionales. La ejecución presupuestaria, aunque significativa, no alcanzó los incrementos relativos de Milani en inteligencia y proyectos locales.

     

     

     

Análisis comparativo

La gestión de César Milani se distingue por varios factores:

  • Incremento en inteligencia militar: El área de inteligencia del Ejército experimentó un aumento del 520% en el presupuesto entre 2007 y 2014, superando el crecimiento del Ministerio de Defensa (254%) y del propio Ejército (295%). Este enfoque fue único en el período analizado, ya que ningún otro jefe priorizó tanto esta área.

     

  • Proyectos de modernización: La modernización del TAM, iniciada bajo Milani, representó una inversión significativa en capacidades nacionales, algo no replicado por otros jefes hasta 2025, cuando se retomaron proyectos externos.

  • Asignaciones extraordinarias: Los $1.375 millones adicionales asignados en 2013, incluyendo $400 millones para inteligencia, marcaron un pico en la ejecución presupuestaria que no se repitió en otras gestiones.

     

  • Porcentaje del PBI: Aunque el gasto en defensa durante 2013-2015 se mantuvo en 0,9% del PBI, la ejecución efectiva bajo Milani fue más alta en términos reales debido a los fondos extraordinarios y la inflación controlada en ese momento.

En comparación, otros jefes enfrentaron restricciones económicas (Brinzoni, Suñer), prioridades diferentes (Bendini, Pozzi), o contextos de ajuste fiscal (Pasqualini, Cejas). Incluso en 2025, bajo Presti, el aumento presupuestario se orientó más a compras internacionales que a desarrollos internos, a diferencia de la gestión de Milani.

Conclusión

César Milani, durante su gestión como jefe del Estado Mayor General del Ejército (2013-2015), ejecutó un presupuesto significativamente mayor en términos relativos y absolutos que sus predecesores y sucesores entre 1999 y 2025. Su énfasis en inteligencia militar, con un aumento del 520% en esa área, y proyectos como la modernización del TAM, lo convierten en el jefe del Ejército con mayor impacto presupuestario en el período analizado. Aunque el presupuesto de defensa en 2025 bajo Carlos Presti es elevado en términos nominales, su enfoque en adquisiciones externas y un menor porcentaje del PBI (0,31%) lo sitúan por debajo del impacto relativo de Milani. Este análisis, basado en datos disponibles, destaca la singularidad de la gestión de Milani en un contexto de limitada inversión militar en Argentina.

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