sábado 21 de junio de 2025 - Edición Nº229

Nacionales | 19 jun 2025

Argentina

El Deterioro de los Hospitales Militares en Argentina y los Bajos Salarios de los Médicos bajo la Gestión de Luis Petri: Una Crisis Silenciosa

En el contexto de la gestión del ministro de Defensa, Luis Petri, los hospitales militares en Argentina enfrentan una crisis profunda marcada por el deterioro de su infraestructura, la escasez de recursos y los bajos salarios de los profesionales de la salud. Estas instituciones, fundamentales para el personal militar, sus familias y afiliados de la obra social IOSFA (Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad), operan al límite de sus capacidades, trabajando con lo que tienen en un sistema que no logra garantizar una atención adecuada. Este artículo analiza críticamente esta situación, destacando las fallas estructurales, las políticas de la gestión Petri y sus implicaciones para el sistema de sanidad militar.


El Deterioro de los Hospitales Militares en Argentina y los Bajos Salarios de los Médicos bajo la Gestión de Luis Petri: Una Crisis Silenciosa

1. El Estado Crítico de los Hospitales Militares

Los hospitales militares, como el Hospital Militar Central “Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich”, el Hospital Militar Campo de Mayo, el Hospital Naval Pedro Mallo y el Hospital Aeronáutico Central, son centros de alta complejidad que históricamente han brindado atención especializada. Sin embargo, su funcionamiento se ha visto gravemente comprometido en los últimos años, y la gestión de Petri no ha logrado revertir esta tendencia.

  • Saturación y Escasez de Recursos:  los hospitales militares enfrentan una saturación de la demanda debido a la atención de afiliados de otras obras sociales, lo que genera ingresos pero sobrecarga los servicios. Por ejemplo, el Hospital Militar Central ha reportado demoras de más de 30 días para turnos y procedimientos como biopsias, afectando incluso a los propios profesionales del hospital. Publicaciones en X, como la de @cosgaya_emilio (5 de junio de 2025), denuncian la falta de medicamentos e insumos básicos, lo que impide la atención adecuada a pacientes, incluidos los familiares de militares.
  • Éxodo de Profesionales: La crisis se agrava por la pérdida masiva de personal médico. En un solo año, el Hospital Militar Central perdió 80 profesionales, dejando servicios críticos como neumología con solo dos médicos, lo que genera colapsos cuando uno toma licencia. Esta situación se repite en los hospitales Naval y Aeronáutico, donde solo el 15% de los profesionales tienen turnos disponibles, según datos de noviembre de 2022.

  • Infraestructura y Mantenimiento: Aunque algunos hospitales, como el Militar Central, cuentan con tecnología avanzada (ecógrafos, tomógrafos, resonadores, impresión 3D para prótesis), la falta de mantenimiento y la escasez de insumos básicos limitan su operatividad. Durante la pandemia de COVID-19, los hospitales militares desplegaron módulos reubicables para apoyar al sistema público, pero estas soluciones fueron temporales y no abordaron los problemas estructurales.

  • Crisis de IOSFA: La obra social militar, que financia los hospitales, enfrenta un déficit de $160.000 millones (mayo de 2025), según Clarín. Esto ha llevado a la supresión de contratos con centros privados de alta complejidad, como el Sanatorio Bazterrica, obligando a los afiliados a depender exclusivamente de los hospitales militares saturados. La Asociación de Suboficiales Argentinos (ASUBA) denunció en una carta a Petri (8 de junio de 2025) que los afiliados con enfermedades graves no pueden acceder a tratamientos, terapias o internaciones debido a esta crisis.

2. Los Bajos Salarios de los Profesionales de la Salud

Los médicos y otros profesionales de la salud en los hospitales militares enfrentan salarios que no reflejan su formación ni la complejidad de su trabajo, lo que impulsa su migración al sector privado o al exterior.

  • Salarios Insuficientes: Aunque no se publican cifras exactas para los médicos militares en 2025, el contexto del sector público ofrece un punto de comparación. En el Hospital Garrahan, un médico residente gana aproximadamente $797.000 mensuales (unos USD 687, mayo de 2025), tras perder un 53% de poder adquisitivo desde diciembre de 2023. En los hospitales militares, los salarios son similares o inferiores, ya que dependen del presupuesto de IOSFA y del Ministerio de Defensa. La Asociación Civil y Gremial de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) señaló que un profesional con 12 años de formación y tres títulos universitarios gana alrededor de $1.500.000, insuficiente para cubrir la canasta básica familiar de $1.110.063 (2025).

  • Impacto en la Retención: Los residentes en hospitales militares reciben un salario durante su formación, aguinaldo, vacaciones y reintegros por alquiler, pero una vez finalizada la residencia, muchos abandonan el sistema debido a la falta de incentivos económicos. La coronel médica Mercedes Marín, citada en DEF (2024), destacó que la residencia militar es intensiva y prestigiosa, pero no logra competir con las ofertas del sector privado, donde las guardias se pagan hasta tres veces más. La crisis de residencias médicas a nivel nacional, con faltantes en áreas críticas como terapia intensiva y pediatría, también afecta a los hospitales militares.

  • Comparación con las Fuerzas de Seguridad: Los militares, incluidos los médicos, perciben salarios hasta un 25% menores que los de las fuerzas de seguridad, según Clarín (mayo de 2025). Esta brecha, que alcanza el 50% en algunos casos, agrava el descontento. ASUBA calificó de “crueldad” la decisión de Petri de postergar la equiparación salarial hasta el final del mandato presidencial.

3. La Gestión de Luis Petri: Fallas y Críticas

Bajo la gestión de Petri, el Ministerio de Defensa ha priorizado la modernización de las Fuerzas Armadas y el aumento del gasto militar, pero no ha abordado de manera efectiva la crisis de la sanidad militar. Las principales críticas incluyen:

  • Falta de Respuestas Estructurales: ASUBA acusó a Petri de no ofrecer soluciones concretas a la crisis de IOSFA y los hospitales militares. La carta del 8 de junio de 2025 destacó que el ministro reconoció la crisis, pero su plan de equiparación salarial se dilató hasta 2027, dejando a los profesionales y afiliados en una situación de precariedad.

  • Prioridades Desbalanceadas: Mientras Petri impulsa iniciativas mediáticas, como desfiles militares o el uso de vestimenta castrense, el presupuesto para sanidad militar sigue siendo insuficiente. 

  • Descontento Interno: Las Fuerzas Armadas han expresado malestar por las formas de Petri, según Clarín (mayo de 2025). La falta de equipamiento prometido y la percepción de que el ministro prioriza “shows” públicos sobre las necesidades reales, como la sanidad, han generado tensiones. La filtración de casos como la supuesta “espía rusa” en la Armada también refleja una gestión más enfocada en lo mediático que en lo estructural.

  • Falta de Gestión Profesional:La principal carencia del sistema de salud público, incluidos los hospitales militares, no es solo de recursos, sino de gestión. La centralización administrativa y la falta de directores especializados en gestión hospitalaria contribuyen a la ineficiencia. En los hospitales militares, la ausencia de un sistema de monitoreo de pacientes y personal perpetúa salarios injustos, donde médicos que trabajan intensivamente ganan lo mismo que aquellos con menor carga laboral.

4. Implicaciones y Perspectivas

El deterioro de los hospitales militares y los bajos salarios de los médicos tienen consecuencias graves:

  • Impacto en los Afiliados: Los 550.000 afiliados de IOSFA, incluidos militares en actividad, retirados y sus familias, enfrentan demoras, falta de atención especializada y carencias en medicamentos. Esto es particularmente crítico para pacientes con enfermedades graves, que no pueden acceder a tratamientos de alta complejidad.

  • Pérdida de Capital Humano: La fuga de profesionales médicos debilita la capacidad de los hospitales militares para cumplir su rol, afectando no solo la atención diaria, sino también la preparación para emergencias o desastres, donde la sanidad militar es clave.

  • Crisis Sistémica: La situación refleja una crisis más amplia en el sistema de salud público argentino, donde los bajos salarios y la falta de recursos empujan a los profesionales al sector privado o al exterior. Sin una reforma estructural, los hospitales militares seguirán operando en modo de supervivencia.

Conclusión

La gestión de Luis Petri ha fallado en abordar la crisis de los hospitales militares, que operan con recursos insuficientes y enfrentan una saturación crónica. Los bajos salarios de los médicos, comparables o inferiores a los del sector público, han desencadenado un éxodo de profesionales, dejando servicios críticos al borde del colapso. La dependencia de IOSFA, con un déficit de $160.000 millones, y la falta de una gestión profesional agravan el problema. Mientras el gobierno prioriza  las iniciativas mediáticas, la sanidad militar permanece en un estado de abandono, afectando a miles de afiliados y debilitando una institución clave para las Fuerzas Armadas. Es urgente una reasignación de recursos, una mejora salarial inmediata y una reforma de gestión para evitar que esta crisis silenciosa se convierta en un colapso irreversible.

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