

En el caso de la base RAF Akrotiri en Chipre, esta vulnerabilidad se acentúa debido a su proximidad a zonas de conflicto en Oriente Medio, donde Irán y sus aliados, como Hezbolá, poseen misiles balísticos y de crucero de largo alcance. Simulaciones recientes, como las realizadas en 2022 con el sistema Gladiator, han demostrado que las defensas aéreas británicas tendrían dificultades para repeler un ataque masivo similar al lanzado por Rusia contra Ucrania, exponiendo carencias en la capacidad de respuesta ante misiles de largo alcance. La dependencia de la RAF en cazas Typhoon y los destructores Tipo 45 con el sistema Sea Viper no compensa completamente la limitada cobertura del GBAD.
En un contexto global tenso, con amenazas crecientes de Irán, la falta de un sistema robusto de defensa antimisiles de largo alcance, como el Arrow 3 utilizado por Israel, deja a Akrotiri expuesta. Aunque el Sky Sabre es interoperable con sistemas de la OTAN a través de Link 16, su despliegue limitado y la reducción de recursos humanos y materiales desde los recortes de 2005/2006 han debilitado la capacidad del Reino Unido para proteger activos estratégicos. Una revisión estratégica en curso busca abordar estas vulnerabilidades, pero la modernización del GBAD, potencialmente a través de la RAF Regiment, es crucial para fortalecer la defensa en bases como Akrotiri frente a amenazas avanzadas