

1. Actualización de los patrones de consumo
Problema: La CBT se basa en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) de 2004-2005, cuyos patrones de consumo están desactualizados. Los hogares argentinos han cambiado sus hábitos en las últimas dos décadas, especialmente en el peso relativo de ciertos gastos.
Datos omitidos:
Gastos en tecnología: Internet, telefonía móvil y dispositivos electrónicos son esenciales en 2025, pero tienen un peso mínimo o nulo en la CBT.
Servicios básicos actualizados: Los costos de electricidad, gas, agua y transporte han aumentado significativamente debido a la quita de subsidios (por ejemplo, el transporte público en AMBA subió un 250% en 2024). La CBT no refleja adecuadamente estas subas.
Alquileres: La CBT no incluye costos de vivienda (alquiler o hipoteca), que representan entre el 30% y 50% del ingreso de muchos hogares urbanos. En Buenos Aires, un alquiler promedio para un departamento de dos ambientes superaba los $400.000 mensuales en 2025, lo que excluye a muchas familias de clase media baja de superar la línea de pobreza real.
2. Pobreza multidimensional
Problema: La CBT se centra exclusivamente en ingresos monetarios, ignorando dimensiones no económicas de la pobreza.
Datos omitidos:
Acceso a servicios esenciales: La calidad y disponibilidad de salud, educación, saneamiento y vivienda no se consideran. Por ejemplo, el SIEMPRO estimó que en 2024 el 43,6% de la población sufría pobreza multidimensional (carencias en al menos dos indicadores, como agua potable o educación).
Condiciones de vivienda: La CBT no mide si los hogares viven en condiciones precarias (hacinamiento, falta de cloacas, etc.). En 2024, el 20% de los hogares en aglomerados urbanos tenía problemas de infraestructura básica.
Acceso a educación y salud privada: Muchos hogares recurren a servicios privados por la baja calidad del sistema público, pero estos costos (prepagas, colegios privados) no están en la CBT.
3. Costos regionales y heterogeneidad
Problema: La CBT utiliza un promedio nacional basado en el Gran Buenos Aires (GBA), lo que no refleja las disparidades de costos de vida entre regiones.
Datos omitidos:
Diferencias regionales: En provincias como Chaco o Formosa, los costos de alimentos pueden ser más altos debido a la logística, mientras que en el AMBA los alquileres y servicios son más caros. Por ejemplo, la pobreza en Resistencia alcanzó el 60,8% en 2024, mucho más alta que el promedio nacional.
Tamaño y composición del hogar: La CBT asume un hogar tipo (dos adultos y dos niños), pero no ajusta adecuadamente para hogares monoparentales, numerosos o con adultos mayores, que tienen necesidades distintas. Por ejemplo, la Defensoría de la Tercera Edad estimó que la canasta para jubilados en 2024 era de $1.200.000, mucho más alta que la CBT estándar.
4. Subdeclaración de ingresos y economía informal
Problema: La medición de pobreza compara ingresos declarados con la CBT, pero la alta informalidad laboral (51,4% en 2024) lleva a una subdeclaración de ingresos, distorsionando los resultados.
Datos omitidos:
Ingresos no declarados: Muchos trabajadores informales (como vendedores ambulantes o changarines) no reportan todos sus ingresos, lo que puede subestimar su capacidad de cubrir la CBT.
Transferencias no monetarias: Donaciones, trueques o alimentos de comedores comunitarios no se contabilizan, aunque son clave para la supervivencia de los hogares pobres.
5. Gastos no esenciales pero necesarios
Problema: La CBT incluye solo bienes y servicios básicos (alimentación, vestimenta, transporte mínimo, salud básica), dejando fuera gastos que son esenciales en la vida moderna. -:: Datos omitidos:
Cuidado infantil: Los costos de guarderías o cuidadores no están contemplados, pese a ser necesarios para que los adultos trabajen.
Gastos culturales y recreativos: Actividades como salidas, acceso a internet para educación o esparcimiento no se incluyen, aunque son parte de una vida digna.
Impuestos y deudas: Los hogares enfrentan cargas fiscales (IVA, monotributo) o deudas (tarjetas de crédito, préstamos informales) que reducen el ingreso disponible, pero no se consideran.
6. Impacto de la inflación y ajustes dinámicos
Problema: La CBT se actualiza mensualmente con base en el IPC, pero no captura la volatilidad de precios ni los ajustes diferenciales entre productos. Por ejemplo, los alimentos de la CBA subieron un 38,4% interanual en mayo de 2025, mientras que la inflación general fue menor.
Datos omitidos:
Canasta alimentaria específica: La CBA no incluye productos de mayor calidad o variedad que muchos hogares consumen, subestimando las necesidades reales.
Efecto de la inflación en el corto plazo: Los hogares pobres ajustan su consumo hacia productos más baratos y menos nutritivos, lo que no se refleja en la CBT, pero afecta su calidad de vida.
7. Poblaciones vulnerables específicas
Problema: La CBT no considera las necesidades específicas de ciertos grupos, lo que subestima la pobreza en sectores vulnerables.
Datos omitidos:
Niños y adolescentes: El 51,9% de los menores de 14 años eran pobres en 2024, pero la CBT no incluye gastos específicos como pañales, materiales escolares o actividades extracurriculares.
Adultos mayores: Los jubilados, con haberes promedio de $360.716 en 2024, apenas superaban la CBT individual, pero enfrentaban gastos médicos y de cuidado no contemplados.
Personas con discapacidad: Medicamentos, tratamientos especializados o adaptaciones no están en la CBT, aunque son esenciales.
8. Brecha de pobreza y vulnerabilidad
Problema: La CBT no mide la brecha de pobreza (cuánto les falta a los hogares pobres para alcanzar el umbral) ni la vulnerabilidad de los hogares que están apenas por encima de la línea.
Datos omitidos:
En el tercer trimestre de 2024, los hogares pobres necesitaban en promedio $433.500 adicionales para superar la CBT, lo que indica una gran distancia entre sus ingresos y las necesidades básicas.
Los hogares “no pobres vulnerables” (con ingresos entre 1 y 1,25 veces la CBT) representan un grupo significativo que puede caer en la pobreza ante shocks económicos (por ejemplo, un aumento en tarifas o pérdida de empleo).
Conclusión
La CBT de $1.110.623,65 (familia tipo) y $360.000 (adulto) en mayo de 2025 es una herramienta útil, pero subestima la pobreza real al omitir:
Costos modernos como alquileres, tecnología y servicios básicos actualizados.
Dimensiones no monetarias (salud, educación, vivienda digna).
Diferencias regionales y de composición del hogar.
Ingresos informales y transferencias no monetarias.
Gastos necesarios pero no esenciales (cuidado infantil, recreación).
Necesidades específicas de poblaciones vulnerables (niños, jubilados, personas con discapacidad).
La brecha de pobreza y la vulnerabilidad de los hogares cercanos al umbral.
Para una medición más precisa, se debería actualizar la ENGHo, incorporar indicadores multidimensionales (como hace el SIEMPRO o la UCA), incluir costos de vivienda y servicios modernos, y ajustar la CBT por regiones y tipos de hogar. Sin estos datos, la CBT ofrece una visión parcial que no refleja la verdadera magnitud de la pobreza en Argentina.