domingo 29 de junio de 2025 - Edición Nº237

Conflictos | 26 jun 2025

Mundo en Guerra

En el 2003 la excusa también fueron las armas de destrucción masiva

En 2003, Estados Unidos, liderado por el presidente George W. Bush, invadió Irak con la justificación principal de que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva (ADM), específicamente armas químicas y biológicas, y que estaba desarrollando capacidades nucleares.


Esta narrativa se basó en informes de inteligencia que afirmaban que Irak representaba una amenaza inminente para la seguridad global, respaldada por discursos de funcionarios como Colin Powell en la ONU, donde presentó supuestas pruebas de programas de ADM.

Sin embargo, tras la invasión, las inspecciones exhaustivas lideradas por la ONU y el Grupo de Inspección de Irak (ISG) concluyeron que no había evidencia de ADM activas ni programas operativos en Irak. El ISG, en su informe de 2004, encontró que, aunque Irak había tenido programas de armas químicas y biológicas en el pasado, estos fueron abandonados tras la Guerra del Golfo de 1991, y las capacidades nucleares estaban inactivas desde entonces. La ausencia de ADM desató críticas globales, cuestionando la legitimidad de la invasión y sugiriendo que otras motivaciones, como intereses geopolíticos, control de recursos petroleros o el cambio de régimen, podrían haber influido en la decisión.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias