viernes 27 de junio de 2025 - Edición Nº235

OSINT | 26 jun 2025

Mundo en Guerra

La flota de Voyager de la RAF y la incompatibilidad con el F-35A: Una limitación estratégica

El 25 de junio de 2025, se anunció que el Reino Unido planea adquirir al menos 12 cazas F-35A Lightning II, capaces de realizar misiones nucleares y convencionales, como parte de su contribución al programa de capacidad nuclear dual de la OTAN. Sin embargo, esta decisión ha puesto de manifiesto una limitación crítica en la infraestructura de reabastecimiento aéreo de la Royal Air Force (RAF): su flota de aviones cisterna Airbus A330 MRTT, conocida como Voyager, no está equipada con el sistema de reabastecimiento tipo "boom" necesario para los F-35A, lo que obliga al Reino Unido a depender de aviones cisterna de aliados de la OTAN, especialmente de Estados Unidos.


La flota de Voyager de la RAF y la incompatibilidad con el F-35A: Una limitación estratégica

El problema de la incompatibilidad

El F-35A, a diferencia de las variantes F-35B y F-35C, utiliza un sistema de reabastecimiento aéreo tipo "boom", que emplea un tubo rígido y telescópico operado desde el avión cisterna para transferir combustible a alta velocidad. Este sistema es común en aeronaves de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, como los C-17 Globemaster, RC-135 Rivet Joint, P-8 Poseidon y el próximo E-7 Wedgetail, todas operadas también por la RAF pero incompatibles con los Voyager. En cambio, la flota de Voyager utiliza exclusivamente el sistema de reabastecimiento "probe-and-drogue", que emplea una manguera flexible con una canasta en la que el avión receptor conecta una sonda. Este sistema es compatible con los F-35B y Eurofighter Typhoon de la RAF, pero no con el F-35A ni con otras aeronaves británicas de fabricación estadounidense.

La flota de Voyager, compuesta por 14 aviones A330 MRTT (9 en la flota principal y 5 en reserva), fue adquirida bajo una Iniciativa de Financiamiento Privado (PFI) con el consorcio AirTanker en 2008. En ese momento, el Reino Unido optó por no incluir el sistema de boom en los Voyager debido a restricciones presupuestarias y una menor demanda percibida, ya que la mayoría de sus aviones de combate utilizaban el sistema probe-and-drogue. Esta decisión, tomada bajo el gobierno laborista, ha sido criticada como una falta de previsión estratégica, especialmente ahora que la RAF incorpora más aeronaves dependientes del sistema boom, como el F-35A.

Implicaciones operativas

La incompatibilidad entre los Voyager y el F-35A tiene consecuencias significativas para la autonomía operativa del Reino Unido. Por ejemplo, la distancia de Londres a Europa del Este, aproximadamente 1.850 km, es casi el doble del alcance del F-35A sin reabastecimiento (alrededor de 1.200 km). Sin aviones cisterna propios con capacidad de boom, los F-35A británicos dependerán de los aviones cisterna de la OTAN, como los KC-135 Stratotanker o KC-46 Pegasus de Estados Unidos, para misiones de largo alcance. Esto plantea varios riesgos:

  1. Dependencia de aliados: En situaciones de crisis, la disponibilidad de aviones cisterna de la OTAN no está garantizada, especialmente tras la reorientación estratégica de Estados Unidos, que ha declarado que la seguridad de Europa ya no es su prioridad principal, según el Strategic Defence Review de 2025. Esta dependencia podría limitar la capacidad del Reino Unido para operar de forma independiente.

  2. Restricciones tácticas: Sin reabastecimiento aéreo propio, los F-35A británicos podrían quedar confinados a operaciones lideradas por Estados Unidos o a misiones dentro de un rango limitado, comprometiendo la flexibilidad táctica de la RAF.

  3. Impacto en la capacidad nuclear: Los F-35A están destinados a llevar bombas nucleares B61-12 bajo el programa de compartición nuclear de la OTAN, pero estas armas permanecen bajo control estadounidense, y su uso requiere autorización de Estados Unidos. Como señaló el excomandante de operaciones de la RAF, Air Marshal Greg Bagwell, si Estados Unidos permite el uso de estas armas, es probable que también proporcione el reabastecimiento necesario. Sin embargo, esta dependencia refuerza la falta de autonomía del Reino Unido en un rol nuclear.

Soluciones propuestas y desafíos

Se han planteado varias soluciones para abordar esta limitación, pero cada una presenta desafíos significativos:

  1. Retroadaptar los Voyager con sistemas de boom: Aunque los A330 MRTT están diseñados para soportar tanto el sistema probe-and-drogue como el boom (como en las flotas de Australia, Francia, Singapur y otros), añadir un sistema de boom a los Voyager británicos requeriría una costosa reestructuración estructural. Expertos han señalado que el consorcio AirTanker, que posee y opera los Voyager, podría imponer costos adicionales debido a las restricciones del contrato PFI, que se extiende hasta 2035. En 2016, la RAF expresó interés en instalar booms, pero la viabilidad dependía de la disponibilidad de fondos.

  2. Adquirir nuevos aviones cisterna: Comprar nuevos aviones cisterna compatibles con el sistema boom, como los A330 MRTT con capacidad de boom ya utilizada por otros países, se considera una opción más viable que la retroadaptación. Sin embargo, esto implicaría un gasto significativo, estimado en cientos de millones de libras, y un cambio en el contrato con AirTanker, que tiene la exclusividad para operar aviones cisterna para la RAF.

  3. Modificar los F-35A para probe-and-drogue: Lockheed Martin, fabricante del F-35, ha indicado que el F-35A podría adaptarse para el reabastecimiento probe-and-drogue, ya que se dejó espacio en el diseño para esta posibilidad, como se discutió en el caso de Canadá. Sin embargo, esta modificación sería costosa y, al ser el Reino Unido el primer país en implementarla, podría enfrentar riesgos técnicos y financieros adicionales. Además, esta solución no resolvería la incompatibilidad con otras aeronaves de la RAF que requieren boom, como el C-17, RC-135, P-8 y E-7.

  4. Aprovechar la capacidad de otros aviones: Los aviones de transporte A400M Atlas de la RAF están equipados con sondas para recibir combustible de los Voyager, pero no están configurados como aviones cisterna. Aunque el A400M tiene la capacidad técnica para instalar pods de reabastecimiento probe-and-drogue, el contrato con AirTanker prohíbe a la RAF utilizar otros aviones como cisternas, lo que limita esta opción.

Contexto y críticas

La decisión de adquirir los F-35A ha reavivado el debate sobre la planificación estratégica de la RAF. El contrato con AirTanker, descrito por algunos analistas como un "desastre" debido a su costo anual de £450 millones y su falta de flexibilidad, ha sido criticado por limitar las capacidades de la RAF. La exclusividad del consorcio impide la incorporación de soluciones alternativas, como el uso de los A400M como cisternas o la adquisición de nuevos aviones sin pasar por AirTanker.

Además, la dependencia de aviones cisterna de la OTAN plantea preocupaciones en un contexto geopolítico incierto, especialmente tras la reelección de Donald Trump en 2024, quien ha priorizado una política de "América primero" que podría reducir el apoyo estadounidense a Europa. Países como Australia, Francia y los miembros de la flota multinacional de la OTAN (que incluye a Países Bajos, Bélgica y otros) han optado por A330 MRTT con capacidad de boom, lo que resalta la anomalía de la configuración británica.

Conclusión

La incapacidad de la flota de Voyager para reabastecer los nuevos F-35A de la RAF representa una vulnerabilidad estratégica que limita la autonomía operativa del Reino Unido, especialmente en misiones de largo alcance y en su papel en la disuasión nuclear de la OTAN. Aunque existen soluciones técnicas, como retroadaptar los Voyager o modificar los F-35A, todas implican costos significativos y desafíos contractuales. La RAF y el Ministerio de Defensa están revisando las capacidades de reabastecimiento aéreo en el marco del Strategic Defence Review de 2025, pero cualquier decisión deberá equilibrar las necesidades operativas con las restricciones presupuestarias y contractuales. Mientras tanto, la dependencia de los aviones cisterna de la OTAN subraya la importancia de la interoperabilidad aliada, pero también expone los riesgos de una planificación deficiente en la adquisición de equipos militares.

Fuentes:

  • UK Defence Journal, 26 de junio de 2025

     

  • Mirage News, 25 de junio de 2025

     

  • The Conversation, 25 de junio de 2025

     

  • The Aviationist, 1 de junio de 2025

     

  • iNews, 25 de junio de 2025

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