martes 01 de julio de 2025 - Edición Nº239

OSINT | 30 jun 2025

Argentina

Con el actual presupuesto la Fuerza Aerea no podra volar los F 16 aquiridos

La adquisición de 24 aviones de combate F-16 Fighting Falcon por parte de Argentina, concretada en abril de 2024 con Dinamarca por USD 301,2 millones, representa un hito en la modernización de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Sin embargo, la capacidad de Argentina para operar plenamente estos 24 aviones supersónicos depende de varios factores relacionados con el presupuesto de defensa de 2025, la infraestructura, la capacitación del personal y las limitaciones económicas del país. A continuación, se analiza si Argentina está en condiciones de volar los 24 F-16, considerando el contexto presupuestal y operativo, con información basada en fuentes oficiales y publicaciones recientes.


¿Puede Argentina volar los 24 F-16 adquiridos según el presupuesto de defensa de 2025?

 

 

 

1. Presupuesto de defensa 2025 y financiamiento de los F-16

El proyecto de ley de presupuesto de defensa para 2025 asigna a la jurisdicción de Defensa un total de 2.811.882 millones de pesos (aproximadamente USD 2.214 millones al tipo de cambio proyectado de 1.270 pesos por dólar). De este monto, la Fuerza Aérea Argentina recibe 582.032 millones de pesos (aproximadamente USD 455 millones), destinados a gastos operativos, mantenimiento y modernización. Además, el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) aporta 71.304 millones de pesos (USD 56 millones), de los cuales 12.169 millones están asignados específicamente a la FAA.

 

 

  • Costo de adquisición: La compra de los 24 F-16 (16 monoplazas y 8 biplazas), junto con componentes, armamento, simuladores, motores y repuestos, asciende a USD 301,2 millones, a pagar en cinco cuotas anuales. Esto implica un desembolso anual de aproximadamente USD 60 millones, una cifra manejable dentro del presupuesto de defensa, especialmente con el refuerzo de USD 61 millones adicionales destinados específicamente al programa F-16 en 2024 para adecuar infraestructura.

     

     

  • Financiamiento externo: Estados Unidos aprobó un subsidio de USD 40 millones a través del Financiamiento Militar Extranjero (FMF) para apoyar la compra, lo que alivia la presión sobre el presupuesto nacional. Sin embargo, el costo total de la operación, que incluye mantenimiento, entrenamiento y modernización de bases, se estima en USD 650 millones a largo plazo, lo que representa un desafío económico para un país con reservas internacionales limitadas (USD 21.700 millones al 30 de junio de 2025).

     

     

  • Limitaciones presupuestales: El presupuesto de defensa de Argentina para 2025 representa solo el 0,31% del PBI, uno de los más bajos de la región, frente al 2% recomendado por la OTAN, a la que Argentina aspira a acercarse como “socio global”. Además, el FONDEF, que debería asignar el 0,8% de los ingresos corrientes del Estado (unos USD 527,6 millones), está subfinanciado, con solo USD 56 millones asignados. Esto limita la capacidad de financiar otros proyectos de modernización esenciales para operar los F-16.

     

     

Conclusión parcial: El presupuesto cubre el pago de las cuotas de los F-16 y parte de la infraestructura inicial, pero los costos operativos y de mantenimiento a largo plazo podrían ser un cuello de botella debido al bajo gasto en defensa y la situación económica del país.

2. Infraestructura y preparación operativa

La operación de los 24 F-16 requiere una infraestructura adecuada, incluyendo hangares, pistas modernizadas y centros de entrenamiento, así como personal capacitado. El programa “Peace Condor” de la FAA está avanzando en estos frentes, pero enfrenta desafíos:

  • Infraestructura: La VI Brigada Aérea de Tandil, donde operarán los F-16, está siendo modernizada con nuevas pistas y hangares. El primer F-16 (aeronave N° 25, destinada a entrenamiento en tierra) llegó en diciembre de 2024 y está siendo ensamblado en Tandil. Los primeros seis aviones operativos llegarán a fines de 2025, y los 18 restantes de forma escalonada hasta 2028. Las obras en Tandil y el Área Material Río Cuarto están en marcha, pero su finalización depende de la disponibilidad de fondos adicionales.

     

     

     

  • Capacitación: La FAA ha seleccionado pilotos con experiencia en sistemas A-4AR y Pampa III para operar los F-16, quienes requieren entrenamiento avanzado en combate, un proceso que puede tomar años. El acuerdo con Dinamarca incluye cuatro simuladores de vuelo, ocho motores y capacitación para pilotos y técnicos, lo que asegura un inicio sólido. Sin embargo, la primera tanda de seis aviones en 2025 será operada por pilotos daneses y argentinos en vuelos biplaza, lo que indica que la FAA aún no tiene suficiente personal completamente capacitado.

     

     

     

  • Logística: El traslado de la aeronave N° 25 desde Dinamarca, realizado con dos C-130 Hércules, demuestra la capacidad logística de la FAA, pero también evidencia la dependencia de recursos limitados, ya que estos aviones también se usan en la campaña antártica. La operación de los 24 F-16 requerirá una logística más robusta, incluyendo repuestos y armamento, que representan costos adicionales no completamente cubiertos por el presupuesto actual.

     

     

Conclusión parcial: Argentina está avanzando en la infraestructura y capacitación necesarias, pero la operación plena de los 24 F-16 no será inmediata debido a la llegada escalonada de las aeronaves y la necesidad de completar la modernización de bases y la formación del personal.

3. Capacidad operativa y limitaciones históricas

Desde la desprogramación de los Mirage III en 2015, Argentina no cuenta con cazas supersónicos, lo que ha dejado a la FAA en desventaja frente a países como Chile, Brasil y Venezuela, que operan F-16, Gripen y Su-30, respectivamente. Los F-16, modernizados a la versión MLU Block 10/15, son cazas de cuarta generación con capacidades aire-aire y aire-tierra, equipados con sistemas avanzados como radar APG-66(V)2 y misiles modernos. Esto posicionará a Argentina a la vanguardia regional, pero la capacidad de volar los 24 aviones simultáneamente enfrenta obstáculos:

  • Horas de vuelo planificadas: El presupuesto de 2025 contempla 143.316 horas de vuelo para la FAA, aunque esto parece ser un error tipográfico, ya que es una cifra inusualmente alta. En la práctica, la operación de los F-16 requiere un alto número de horas de vuelo para entrenamiento y misiones, lo que incrementa los costos de combustible y mantenimiento, que no están plenamente garantizados en el presupuesto actual.

     

     

  • Limitaciones históricas: Como señaló el ministro Luis Petri, el kirchnerismo no concretó compras de cazas a pesar de tener autorización del Congreso, lo que dejó a la FAA con tecnología obsoleta. La adquisición de los F-16 busca revertir esta situación, pero el bajo gasto en defensa (0,31% del PBI) y la falta de experiencia reciente con cazas supersónicos podrían limitar la capacidad operativa inicial.

     

     

  • Amenazas externas: La compra responde a la necesidad de proteger recursos naturales y controlar el espacio aéreo, especialmente ante amenazas no estatales como el narcotráfico o grupos paramilitares. Sin embargo, Argentina no enfrenta hipótesis de conflicto inmediatas, lo que ha generado críticas, como la de Adolfo Pérez Esquivel, quien cuestionó priorizar gastos militares en un contexto de crisis económica.

     

Conclusión parcial: Los F-16 restaurarán la capacidad supersónica de la FAA, pero la operación simultánea de los 24 aviones dependerá de superar las limitaciones históricas de presupuesto y experiencia operativa.

4. Conexión con el caso YPF y la soberanía

El argumento de que las críticas de Javier Milei a Axel Kicillof por el fallo de YPF lesionan la soberanía energética se relaciona con el discurso de Petri sobre los F-16 como un símbolo de “soberanía” y “paz”. Mientras Milei y Petri defienden la compra de los F-16 como una inversión en la defensa nacional, la falta de una postura unificada frente al fallo de YPF, que amenaza el control estatal de un activo estratégico, genera una contradicción. La transferencia del 51% de las acciones de YPF a fondos buitres podría limitar los recursos económicos para financiar proyectos como los F-16, ya que la petrolera es clave para generar divisas a través de Vaca Muerta. Además, las críticas de Milei a Kicillof, en lugar de cuestionar la jurisdicción extranjera del fallo, podrían debilitar la capacidad de Argentina para negociar o apelar, afectando indirectamente la sostenibilidad financiera de programas de defensa.

 

5. Críticas y controversias

La adquisición de los F-16 ha sido criticada por sectores que cuestionan su prioridad en un contexto de crisis económica. Publicaciones en X, como las de

@javier_noguera

y

@Antonio27591643

, señalan que los USD 650 millones (incluyendo equipamiento y capacitación) podrían destinarse a necesidades sociales más urgentes, como educación o salud. Además, hubo confusión sobre el financiamiento, ya que Petri inicialmente sugirió que EE.UU. cubriría gran parte del costo, pero el gobierno aclaró que Argentina pagará la mayoría del monto. Estas críticas reflejan el desafío de justificar un gasto militar significativo en un país con limitaciones económicas, lo que podría presionar el presupuesto de defensa y afectar la operatividad de los F-16.

Análisis Crítico

Argentina tiene la capacidad financiera y técnica para iniciar la operación de los 24 F-16, pero no podrá volar los 24 aviones simultáneamente en el corto plazo debido a varias razones:

  • Llegada escalonada: Solo seis aviones llegarán en 2025, con los restantes hasta 2028, lo que limita la capacidad operativa inicial.

     

  • Capacitación incompleta: La FAA aún está formando pilotos y técnicos, y dependerá de apoyo danés en los primeros vuelos.

     

  • Presupuesto limitado: El bajo gasto en defensa (0,31% del PBI) y la subfinanciación del FONDEF restringen los recursos para mantenimiento, combustible y armamento, esenciales para operar una flota de 24 cazas.

     

  • Crisis económica: La condena de YPF y la situación económica podrían reducir los fondos disponibles para defensa, afectando la sostenibilidad del programa F-16.

Por otro lado, la adquisición es viable a mediano plazo gracias al financiamiento en cuotas, el subsidio de EE.UU. y las obras en curso en Tandil. Los F-16 posicionarán a la FAA a la par de países como Chile y Brasil, fortaleciendo la soberanía aérea, pero la operación plena requerirá una gestión eficiente del presupuesto y una mejora en la situación económica.

Conclusión

Según el presupuesto de defensa de 2025, Argentina puede financiar la adquisición de los 24 F-16 y está avanzando en la infraestructura y capacitación necesarias para operarlos. Sin embargo, volar los 24 aviones simultáneamente no será posible en el corto plazo debido a la llegada escalonada de las aeronaves, la capacitación incompleta del personal y las limitaciones presupuestales. La crisis del fallo de YPF agrava estas restricciones al amenazar los recursos económicos del país, lo que podría afectar la sostenibilidad del programa. Si bien los F-16 representan un paso hacia la recuperación de la capacidad disuasoria de la FAA, su operación plena dependerá de superar los desafíos económicos y logísticos en los próximos años.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias