

Reportes recientes, surgidos en los últimos días, indican la presencia de navíos chinos, incluidos portaaviones como el Liaoning y el Shandong, operando a cientos de kilómetros de la isla, hogar de importantes bases militares estadounidenses. Esta maniobra, que coincide con ejercicios conjuntos chino-rusos y una creciente proyección naval de Beijing, ha intensificado las tensiones en la región. Aunque las autoridades chinas han afirmado que sus operaciones respetan el derecho internacional, la proximidad a Guam —a unos 1.500-1.700 millas de Taiwán y un punto clave para la proyección de poder estadounidense— ha generado preocupación. La Armada de EE. UU. ha respondido incrementando su vigilancia, pero la falta de detalles oficiales sobre las intenciones chinas mantiene la situación en un punto crítico, con potenciales implicaciones para la estabilidad en el Indo-Pacífico.