

Durante la XVII Cumbre del BRICS en Río de Janeiro el 6 y 7 de julio de 2025, los líderes del bloque —Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, y los nuevos miembros Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia— reafirmaron su interés en promover el uso de monedas nacionales para el comercio intra-BRICS, como parte de una estrategia para reducir la dependencia del dólar. Esto incluye iniciativas como el sistema BRICS Pay y préstamos del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) en monedas locales, con reportes que indican que más del 70% del comercio entre Rusia y China ya se realiza en rublos y yuanes, y acuerdos similares entre Brasil y China en reales y yuanes.Sin embargo, la idea de un abandono total del dólar parece exagerada. Declaraciones oficiales, como las del Ministerio de Relaciones Exteriores de India y el embajador de Brasil, enfatizan que el enfoque es explorar alternativas para mitigar vulnerabilidades geopolíticas, no reemplazar al dólar como moneda de reserva global. El dólar sigue siendo dominante, con un 58% de las reservas mundiales según datos recientes, y expertos como Kenneth Rogoff han señalado que ninguna moneda nacional BRICS tiene la liquidez o confianza para desafiarlo a corto plazo. Incluso el NDB, con más de 30 mil millones de dólares en préstamos no dolarizados desde 2015, opera en un marco híbrido que no descarta el sistema financiero occidental.La reacción de Estados Unidos, liderada por Donald Trump, incluye amenazas de aranceles del 10% al 100% sobre países que avancen en la desdolarización, como se vio en sus anuncios durante la cumbre. Esto refleja una preocupación legítima por la erosión del estatus del dólar, especialmente tras sanciones como las impuestas a Rusia post-Ucrania, que impulsaron el uso de monedas locales. Sin embargo, el "pánico occidental" parece más una exageración de la retórica en redes sociales que una realidad económica tangible. Países como India y Brasil han aclarado que no buscan un sistema paralelo, sino complementario, y el abandono de una moneda común BRICS en 2025 por Brasil sugiere divisiones internas.En resumen, aunque los BRICS están avanzando en la desdolarización con pasos concretos, la magnitud del cambio se exagera. La indignación de EE.UU. y el supuesto pánico occidental son reacciones comprensibles a un desafío emergente, pero la hegemonía del dólar no está en colapso inminente, sino en una transición incierta que dependerá de la cohesión del bloque y la respuesta global.