

El 23 de febrero de 1948, Karl Marx apareció en la portada de la revista Time, una elección que reflejó el resurgimiento del interés por sus ideas en un contexto de tensiones globales durante la Guerra Fría. La imagen, creada por el ilustrador Ernest Hamlin Baker, mostraba a Marx con una expresión pensativa, acompañada de un artículo que exploraba su influencia en el auge del comunismo, especialmente tras la consolidación de la Unión Soviética y el bloque del Este. Esta portada no fue un respaldo a sus teorías, sino un reconocimiento de su relevancia en un mundo dividido entre capitalismo y socialismo, marcando un momento en que sus escritos, como El Manifiesto Comunista, volvían a ser analizados frente al desafío soviético. La decisión editorial de Time puede interpretarse como un intento de captar la atención en un periodo de incertidumbre geopolítica, aunque también ha sido vista retrospectivamente como un símbolo de las contradicciones del siglo XX.