

Según reportes de Reuters, un grupo respaldado por Estados Unidos ha propuesto un plan de "Zonas de Tránsito Humanitario" valorado en 2,000 millones de dólares, que contempla la creación de grandes campamentos dentro o posiblemente fuera de Gaza. El objetivo declarado es facilitar la "rehabilitación" y reubicación de civiles palestinos durante un proceso de reconstrucción, presentado como una medida temporal para reemplazar el control de Hamás sobre la población. El plan, que ha generado controversia, sugiere la construcción de infraestructuras que podrían alojar a miles, con la idea de ofrecer servicios básicos mientras se redefine el control territorial. Sin embargo, la falta de detalles sobre la ejecución, los plazos y las garantías para los derechos de los desplazados plantea serias dudas. Críticos, incluidos posts encontrados en X, lo ven como un posible preludio a una limpieza étnica o una estrategia para consolidar poder político, mientras que los defensores lo presentan como una solución humanitaria. La narrativa oficial debe ser examinada con escepticismo, dado el historial de intervenciones extranjeras en la región y la ausencia de consenso sobre su impacto real en la población afectada.