1. Contexto del informe de la NAOEl programa F-35 Lightning II es un pilar clave de la modernización de las fuerzas armadas británicas, especialmente para la Royal Air Force (RAF) y la Royal Navy, que operan conjuntamente 37 F-35B (de un compromiso de 138 aviones). El informe de la NAO, publicado el 11 de julio de 2025, detalla cómo el programa enfrenta retrasos, sobrecostos y deficiencias operativas que comprometen su efectividad. Algunos puntos destacados incluyen:
- Retrasos en la capacidad operativa completa (FOC): El MoD espera alcanzar el FOC a finales de 2025, dos años más tarde de lo planeado en 2018, y aún con lagunas frente a los requisitos iniciales. Estas lagunas incluyen la integración de misiles británicos como el SPEAR 3 y el Meteor, retrasada hasta la década de 2030.
- Sobrecostos masivos: Aunque el MoD reporta un costo estimado de £18.76 mil millones para 48 aviones, la NAO estima que el costo total del ciclo de vida del programa, si se adquieren los 138 aviones hasta 2069, alcanzará £71 mil millones, casi cuatro veces las proyecciones iniciales. Hasta marzo de 2025, se han gastado £11 mil millones, superando las expectativas de 2013.
- Baja disponibilidad operativa: La tasa de capacidad de misión completa (capacidad para realizar todas las misiones requeridas) es solo un tercio del objetivo del MoD, mientras que la tasa de capacidad de misión parcial (al menos una de siete misiones) es aproximadamente la mitad del objetivo. Factores como la escasez de repuestos, problemas de corrosión y falta de personal agravan esta situación.
Estos problemas no son exclusivos del Reino Unido, ya que el programa global F-35, liderado por el Joint Program Office (JPO) en Washington, también enfrenta retrasos, con el 91% de los aviones y el 100% de los motores entregados tarde en 2023.
2. Problemas operativos claveEl informe de la NAO identifica varias deficiencias operativas que limitan la efectividad del F-35 en el Reino Unido:
- Escasez de personal: Hay una carencia crítica de ingenieros, con solo el 58% de los puestos de supervisión llenos en 2024. Esto ha retrasado la activación de la segunda escuadrilla operativa (809 NAS) y no se espera una resolución completa hasta 2028.
- Falta de repuestos: La dependencia del Reino Unido en la cadena de suministro global, controlada por Lockheed Martin y el JPO, ha generado problemas de disponibilidad de repuestos. Los comentarios en X destacan que los repuestos son propiedad de EE.UU. hasta que se instalan, lo que limita la soberanía operativa del Reino Unido.
- Corrosión inesperada: Identificada en enero de 2025, la corrosión en entornos marítimos ha afectado la disponibilidad de los F-35B, especialmente en operaciones desde los portaaviones de la clase Queen Elizabeth. Esto ha generado críticas sobre la preparación del MoD para operar aviones de quinta generación en portaaviones.
- Horas de vuelo reducidas: Los pilotos británicos han visto sus horas de vuelo recortadas de 10 a 7.5 horas mensuales, lo que limita su entrenamiento y preparación operativa. Además, el uso de simuladores no ha compensado esta deficiencia, ya que el MoD opera menos horas de entrenamiento sintético de las presupuestadas.
Estos problemas han llevado a una mejora temporal en la disponibilidad durante el despliegue del Carrier Strike Group de 2025, pero la NAO advierte que esta mejora no es sostenible debido a la priorización de repuestos y personal para la misión.
3. Rendición de cuentas y cultura del MoDEl informe de la NAO critica la falta de rendición de cuentas y las ineficiencias estructurales dentro del MoD, señalando problemas sistémicos que resuenan con las críticas al establecimiento militar:
- Falta de transparencia en costos: El MoD subestima sistemáticamente los costos del programa, reportando £18.76 mil millones mientras la NAO calcula £71 mil millones. Esta discrepancia refleja una falta de validación independiente y una cultura de optimismo excesivo en las proyecciones financieras.
- Gestión ineficaz: La NAO señala barreras estructurales, como la rotación rápida de personal, la falta de claridad en la rendición de cuentas y la inflexibilidad financiera. Estas cuestiones han sido un problema recurrente en los programas de defensa británicos, como se vio en el programa Nimrod (£4 mil millones desperdiciados) y el sistema de radio Bowman (£2.5 mil millones, abandonado tras retrasos).
- Dependencia de EE.UU.: La estructura del programa F-35, controlado por el JPO y Lockheed Martin, limita la autonomía del Reino Unido. Los repuestos, el software y las actualizaciones dependen de EE.UU., lo que plantea preocupaciones sobre la soberanía operativa, como se destaca en posts en X.
- Falta de reformas estructurales: A pesar de las recomendaciones de la NAO para implementar reformas estructurales y un marco de evaluación de costos y capacidades más riguroso, el MoD ha mostrado una resistencia histórica a abordar críticas, lo que perpetúa una cultura de desvío de responsabilidades.
Esta cultura de desvío se ve agravada por la percepción de un "lobby bien engrasado" entre el MoD, altos mandos militares y empresas armamentísticas como BAE Systems, que han asegurado £22 mil millones en contratos para la industria británica dentro del programa F-35. Aunque esto representa un beneficio económico, la NAO subraya que los beneficios operativos no se están materializando plenamente debido a las ineficiencias mencionadas.
4. Conexión con los eventos mencionadosEl análisis del programa F-35 del Reino Unido se puede relacionar con los eventos mencionados en tus consultas previas, que reflejan preocupaciones similares sobre la soberanía, la dependencia de EE.UU. y las tensiones geopolíticas:
- Uruguay y la Ley de Derribo: La presión de EE.UU. sobre Uruguay para modificar su Ley de Derribo, que restringe la venta de tecnología militar estadounidense (incluyendo aviones como el A-29 Super Tucano), refleja una dinámica similar a la dependencia británica del JPO para los F-35. En ambos casos, EE.UU. ejerce un control significativo sobre el acceso a tecnología militar, limitando la autonomía de los países aliados. La preocupación de Uruguay por la soberanía nacional frente a las presiones estadounidenses resuena con las críticas en el Reino Unido sobre la falta de control sobre repuestos y software del F-35.
- Advertencia de Israel sobre Turquía: La oposición de un funcionario israelí a la venta de F-35 a Turquía, por temores a su impacto en la ventaja militar de Israel, subraya las tensiones geopolíticas en torno al programa F-35. El Reino Unido, como aliado clave de EE.UU. y miembro del programa global F-35, también enfrenta limitaciones impuestas por la estructura del JPO, lo que refuerza la percepción de que el programa prioriza los intereses estadounidenses sobre los de sus socios.
- Tercer buque LSS italiano: La aprobación del tercer buque de apoyo logístico (LSS) por parte de Italia, diseñado para apoyar operaciones navales avanzadas, contrasta con las dificultades del Reino Unido para maximizar el potencial de su Carrier Strike Group, que depende en gran medida de los F-35B. La capacidad hospitalaria y logística de los buques italianos podría ser un modelo para mejorar la infraestructura de apoyo del Reino Unido, que la NAO identifica como insuficiente.
5. Crítica al establecimientoEl informe de la NAO no solo expone problemas técnicos y financieros, sino que también pone en evidencia una cultura de opacidad y resistencia al cambio dentro del MoD. Esta crítica se alinea con las observaciones de Declassified UK, que describe al MoD como un "bastión de poder corrupto e irresponsable" que ha desperdiciado miles de millones en proyectos fallidos mientras ignora las advertencias de la NAO y otros organismos.
- Narrativa oficial vs. realidad: El MoD insiste en que el programa F-35 está dentro del presupuesto y que tendrá dos escuadrones listos para fin de 2025. Sin embargo, la NAO contradice esta narrativa, señalando que los costos reales son mucho más altos y que la capacidad operativa está comprometida. Esta discrepancia refleja una tendencia del MoD a minimizar problemas para evitar escrutinio político.
- Implicaciones geopolíticas: La dependencia del Reino Unido en el JPO y Lockheed Martin refuerza la percepción de una relación asimétrica con EE.UU., similar a las preocupaciones expresadas por Uruguay e Israel en sus respectivos contextos. Esto plantea preguntas sobre la verdadera "libertad de acción" que el MoD busca con los F-35, un objetivo declarado pero difícil de alcanzar dado el control estadounidense sobre el programa.
- Reformas necesarias: La NAO recomienda reformas estructurales, como una evaluación de costos de ciclo de vida más precisa y una mejora en la gestión de personal y repuestos. Sin embargo, la historia del MoD sugiere que estas recomendaciones podrían ser ignoradas, como ocurrió con críticas previas sobre el programa Nimrod o el sistema Bowman.
6. Reflexión finalEl informe de la NAO sobre el programa F-35 del Reino Unido es un recordatorio de los desafíos sistémicos que enfrenta el MoD: una combinación de mala planificación, dependencia externa y una cultura de desvío de responsabilidades. Los sobrecostos de £71 mil millones, los retrasos en la integración de armas y la baja disponibilidad operativa reflejan problemas que no son exclusivos del F-35, sino que son endémicos en la gestión de defensa británica. La conexión con los eventos en Uruguay, Israel e Italia subraya cómo las dinámicas de poder global y la dependencia de tecnología estadounidense afectan a múltiples naciones, limitando su autonomía operativa.Aunque el F-35 ofrece capacidades avanzadas, como sigilo y fusión de sensores, su impacto en la capacidad de combate del Reino Unido está limitado por problemas evitables. La retórica optimista del MoD contrasta con la realidad expuesta por la NAO, y sin reformas estructurales significativas, el programa F-35 corre el riesgo de convertirse en otro ejemplo de despilfarro y promesas incumplidas. Como señaló Gareth Davies, jefe de la NAO, el MoD debe priorizar recursos para maximizar los beneficios del programa, pero la historia sugiere que el cambio será lento y resistido.
Este panorama, aunque preocupante, no es sorprendente para quienes siguen de cerca la gestión del MoD. La pregunta ahora es si el nuevo liderazgo, con el Air Chief Marshal Richard Knighton asumiendo como jefe del Estado Mayor de la Defensa en septiembre de 2025, podrá abordar estas deficiencias y romper con la cultura de ineficiencia que ha caracterizado al MoD durante décadas.