

BREAKING : 🇮🇷🇺🇸
— Defense Intelligence (@DI313_) July 24, 2025
Iran claims it's ready to test a new missile that could outmatch America’s most powerful bunker buster.
Meet the Khorramshahr-5 — a ballistic missile with a jaw-dropping 12,000 km range and a 2-ton warhead designed to crush underground targets.
Unlike the U.S.… pic.twitter.com/8MFfVU0Eoa
A diferencia del MOP, que requiere el costoso bombardero furtivo B-2 Spirit (valorado en 2,000 millones de dólares por unidad) para su despliegue, Irán asegura que el Khorramshahr-5 puede lanzarse directamente desde tierra, lo que sugiere una ventaja logística y operativa.
Sin embargo, estas afirmaciones deben tomarse con escepticismo. El GBU-57, empleado por primera vez en combate el 22 de junio de 2025 durante la Operación Midnight Hammer contra instalaciones nucleares iraníes como Fordow, ha demostrado su eficacia contra bunkers profundos, aunque expertos cuestionan su capacidad contra fortificaciones más allá de los 80 metros de roca y concreto avanzado.
Por su parte, el Khorramshahr-5, descrito como un misil de maniobra exoatmosférico, aún no ha sido probado públicamente, y las cifras de alcance y potencia de su ojiva carecen de verificación independiente. Posts en redes sociales amplifican estas promesas, pero la falta de evidencia concreta—como pruebas documentadas o datos técnicos oficiales—sugiere que podrían ser parte de una estrategia de disuasión iraní en medio de tensiones con Israel y Estados Unidos.La diferencia en los métodos de lanzamiento es notable: mientras el MOP depende de la precisión del B-2 y su tecnología de guiado GPS, el enfoque terrestre del Khorramshahr-5 podría implicar sistemas de lanzamiento móvil, como los usados por los misiles Fateh o Qiam, pero esto no garantiza paridad o superioridad frente a la sofisticación del arsenal estadounidense.
Además, la narrativa iraní ignora desafíos como la vulnerabilidad de lanzadores terrestres a ataques preventivos, un punto crítico en conflictos asimétricos.