

La disociación entre la Sociedad Rural Argentina y los problemas de la sociedad: un enfoque centrado en intereses sectoriales
Un discurso centrado en el sector agropecuarioEn su discurso inaugural de la Exposición Rural 2025, el presidente de la SRA, Nicolás Pino, afirmó que “el campo no es un aliado partidario, es un aliado de la Argentina”. Esta declaración, aunque busca proyectar una imagen de compromiso nacional, revela una contradicción cuando se analiza en profundidad. La SRA ha centrado su mensaje en demandas históricas del sector, como la eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, la reducción de la carga impositiva y la mejora de la infraestructura para competir en mercados globales. Si bien estas demandas son legítimas desde la perspectiva del sector, carecen de un enfoque integrador que contemple las necesidades de otros segmentos de la sociedad, como los jubilados, los trabajadores de la salud o las comunidades afectadas por la pobreza.
El énfasis en las retenciones, por ejemplo, ignora que estos impuestos han sido una fuente clave de ingresos para financiar políticas sociales, como las jubilaciones o el sistema de salud pública. En un contexto donde el veto presidencial al aumento de las jubilaciones generó un fuerte rechazo social, el silencio de la SRA sobre este tema resulta ensordecedor. Este silencio no solo refuerza la percepción de que el campo prioriza sus beneficios económicos, sino que también alimenta la narrativa de una élite desconectada de las luchas cotidianas de los argentinos.El caso del Hospital Garrahan: un símbolo de la desconexión
Otro ejemplo de esta disociación es la falta de pronunciamiento de la SRA sobre la crisis del Hospital Garrahan, un centro pediátrico de referencia que enfrenta problemas de financiamiento en un momento de recortes presupuestarios. Mientras la SRA celebra los avances en el diálogo con el gobierno de Javier Milei y aboga por políticas que beneficien al agro, no ha mostrado un compromiso visible con causas sociales como la defensa de la salud pública. Esta omisión es particularmente grave en un país donde la salud y la educación son pilares fundamentales para el desarrollo inclusivo.
La ausencia de un mensaje solidario con el Garrahan o con los jubilados, que enfrentan una pérdida constante de poder adquisitivo, refleja una visión estrecha que prioriza los intereses económicos del sector por sobre las necesidades colectivas. En un momento en que la sociedad reclama una distribución más equitativa de los recursos, la SRA parece optar por una postura que refuerza la percepción de un campo privilegiado, ajeno a los problemas de las mayorías.Una narrativa de neutralidad que oculta oportunismo políticoEl discurso de la SRA también se caracteriza por una aparente neutralidad que, en la práctica, encubre un alineamiento selectivo con el poder de turno. Al celebrar medidas como la posible reducción de retenciones o los avances institucionales —como la condena a Cristina Kirchner—, la SRA se posiciona como un actor que apoya ciertas políticas del gobierno actual, pero evita cuestionar decisiones controversiales, como el veto a las jubilaciones o los recortes en salud. Esta selectividad sugiere un oportunismo político que debilita la credibilidad de la SRA como defensora de los intereses nacionales.
Además, la SRA no ha abordado problemas institucionales que afectan al propio sector, como la intervención de la obra social rural (OSPRERA) en medio de acusaciones de corrupción. Esta omisión refuerza la idea de que la SRA elige cuidadosamente los temas que aborda, priorizando aquellos que consolidan su posición económica y política, mientras ignora cuestiones que podrían requerir una autocrítica o un compromiso más amplio con la sociedad.Lamissing blown-up image of a protest in ArgentinaLa disociación entre la Sociedad Rural Argentina (SRA) y los problemas cotidianos de la sociedad, como se refleja en la falta de respuesta a las protestas relacionadas con el veto al aumento de jubilaciones en 2025, es un punto crítico que merece atención.
Durante la 137° Exposición Rural de Palermo, mientras sectores de la sociedad se movilizaban en defensa de los jubilados y del Hospital Garrahan, la SRA mantuvo un silencio notable sobre estas cuestiones. Este silencio es particularmente significativo dado que las protestas, que incluyeron marchas y manifestaciones públicas, expresaban un descontento generalizado con políticas económicas que muchos perciben como favorables al sector agropecuario, como la eliminación de retenciones.
La ausencia de un pronunciamiento de la SRA sobre estas protestas refuerza la percepción de que el campo, representado por esta entidad, está desconectado de las luchas sociales más amplias.Las protestas de 2025 no solo se centraron en el veto presidencial al aumento de jubilaciones, sino también en la defensa del presupuesto del Hospital Garrahan, un símbolo de la salud pública que enfrenta problemas de financiamiento. La SRA, al no abordar estos temas en su discurso oficial, perdió una oportunidad de mostrar empatía con las demandas populares, lo que podría haber ayudado a contrarrestar la narrativa de un sector privilegiado. En cambio, su enfoque en demandas como la eliminación de retenciones y la competitividad del campo refuerza la idea de que la SRA está más interesada en proteger sus propios intereses que en contribuir a un proyecto nacional inclusivo.Un llamado a la reflexiónLa disociación entre la SRA y la sociedad no es un fenómeno nuevo, pero se ha acentuado en un contexto de crisis económica y social.
Para revertir esta percepción, la SRA debería adoptar un discurso más integrador, que no solo defienda los intereses del campo, sino que también reconozca las necesidades de otros sectores vulnerables, como los jubilados y el sistema de salud pública. Propuestas concretas, como destinar parte de los beneficios del sector agropecuario a financiar programas sociales o apoyar iniciativas como el fortalecimiento del Garrahan, podrían ayudar a construir una imagen de un campo verdaderamente “aliado de la Argentina”. Sin embargo, mientras la SRA continúe enfocándose exclusivamente en sus propios intereses, la brecha entre el sector agropecuario y el resto de la sociedad seguirá ampliándose, alimentando la percepción de un campo desconectado de los problemas comunes.En conclusión, la SRA enfrenta un desafío crucial: demostrar que su compromiso con el país va más allá de la retórica y se traduce en acciones concretas que beneficien a todos los argentinos. Hasta que no lo haga, su discurso seguirá siendo visto como una defensa de intereses sectoriales en un momento en que la solidaridad y la empatía son más necesarias que nunca.