

‼️🇺🇸🇷🇺 Tensions Surge: Russian Nuclear Submarines Conduct Drills Just 66 Miles from Florida.
— Defense Intelligence (@DI313_) July 26, 2025
In a bold show of strength, Russia has launched major naval exercises involving nuclear submarines just 66 miles off the coast of Florida. This move comes directly in response to the… pic.twitter.com/wibqIvvfaP
Submarinos nucleares rusos a 106 kilómetros de Florida: una demostración de fuerza en un mundo en tensión
Esta audaz demostración de fuerza, que incluyó al submarino nuclear Yasen-M “Kazan” y la fragata “Admiral Gorshkov” equipados con misiles hipersónicos Zircon y Kalibr, se interpreta como una respuesta directa a la expansión de la OTAN y el apoyo de Estados Unidos a Ucrania. En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas, este despliegue naval cerca de las costas estadounidenses no solo resalta el poderío militar ruso, sino que también plantea preguntas sobre las implicaciones para la estabilidad global y regional.
Un mensaje geopolítico en el Atlántico
Los ejercicios navales rusos, realizados a tan solo 66 millas náuticas de Florida, representan una maniobra estratégica en un momento de alta tensión entre Rusia y Occidente. Según publicaciones en X, el despliegue se percibe como una réplica a las acciones de Estados Unidos y la OTAN, que han incrementado su presencia militar en las fronteras rusas, particularmente tras la autorización de Washington para que Ucrania utilice armas estadounidenses contra objetivos en Rusia. El Ministerio de Defensa ruso afirmó que las tripulaciones practicaron el uso de misiles de alta precisión mediante simulaciones por computadora contra objetivos navales, destacando la capacidad ofensiva de sus buques, que incluyen misiles con un alcance de hasta 2.500 kilómetros.
La elección de realizar estas maniobras a 106 kilómetros de Florida, en aguas internacionales pero peligrosamente cerca del territorio estadounidense, no es casual. Rusia busca proyectar su capacidad de operar en el “patio trasero” de Estados Unidos, recordando la crisis de los misiles de 1962, cuando la Unión Soviética posicionó misiles nucleares en Cuba. Aunque tanto Rusia como Cuba han insistido en que los buques no portaban armas nucleares durante los ejercicios, la presencia del submarino Kazan, descrito como un modelo de sigilo extremo y gran poder de ataque, ha generado inquietud entre los observadores internacionales.
Reacciones y monitoreo desde Estados Unidos
El Departamento de Defensa de Estados Unidos respondió desplegando tres destructores de misiles guiados y un avión de patrulla marítima P-8A Poseidon para vigilar de cerca la flotilla rusa, que también incluyó un petrolero y un remolcador de salvamento. Funcionarios del Pentágono aseguraron que los buques no representaban una amenaza directa, calificando las maniobras como una actividad naval rutinaria. Sin embargo, la movilización de activos militares estadounidenses refleja la seriedad con la que Washington interpreta este despliegue, especialmente en un contexto donde la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia han elevado las tensiones a niveles no vistos desde la Guerra Fría.