Crisis y Descontento en las Fuerzas Armadas por la Gestión de Luis Petri en el Ministerio de Defensa
Factores de la crisis
- Colapso del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA)
La crisis del IOSFA, con una deuda de 113 mil millones de pesos reportada en julio de 2025, ha dejado a miles de afiliados —activos, jubilados y familias— sin acceso a medicamentos esenciales, como tratamientos oncológicos, y con demoras de hasta seis meses en reintegros. El préstamo de 40 mil millones del Instituto de Ayuda Financiera (IAF) a IOSFA, a una tasa del 52% anual aprobada en 2024, ha sido criticado como un desvío que compromete las reservas del IAF. Esta situación ha generado quejas formales de asociaciones militares, como la Asociación de Suboficiales Retirados, que denuncian una “degradación inhumana” de las condiciones de vida.
- Recortes salariales y pérdida de poder adquisitivo
Los haberes de las FFAA han sido erosionados por una inflación que supera el 100% anual en 2025, dejando a oficiales y suboficiales con ingresos insuficientes para cubrir necesidades básicas. Según datos del Ministerio de Economía, el salario base de un suboficial promedio cayó de 450,000 pesos en diciembre de 2023 a un valor real equivalente a 200,000 pesos en julio de 2025, sin la equiparación salarial prometida. Esto ha llevado a un incremento del 15% en solicitudes de retiro anticipado, con más de 2,200 renuncias registradas en los últimos 18 meses.
- Decisiones controvertidas y purgas internas
La destitución del jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, Fernando Luis Mengo, en noviembre de 2024 por supuestas irregularidades, y su reemplazo por Gustavo Javier Valverde, ha sido percibida como una purga política. Esta medida, combinada con la disolución del Equipo de Relevamiento y Análisis Documental (ERyA) en 2024, que afectó a 10 de 13 investigadores de causas de lesa humanidad, ha generado tensiones entre mandos y personal activo. El caso de los 23 militares presos, destituidos el 30 de enero de 2025 por resolución 2025-72, dejó a estos sin sueldos ni obra social, intensificando el malestar por la falta de un plan de transición.
- Desinversión en infraestructura y equipamiento
La compra de 24 F-16 por 301 millones de dólares, celebrada el 25 de febrero de 2025 en Tandil, ha sido vista como un gasto desproporcionado frente a la falta de fondos para mantenimiento, combustible y entrenamiento. Informes internos revelan que solo el 40% de los vehículos blindados están operativos, y bases como la de Campo de Mayo enfrentan cortes de energía recurrentes. El cierre parcial del Hospital Naval, con 500 trabajadores en riesgo de despido, ha agravado la percepción de abandono.
Descontento de los uniformados
El descontento es evidente en múltiples frentes. Encuestas internas, filtradas por medios como Infobae el 15 de julio de 2025, indican que el 68% de los suboficiales y el 54% de los oficiales activos califican la gestión de Petri como “insatisfactoria” o “muy insatisfactoria”. Testimonios anónimos de la Armada reportan que el ajuste presupuestario ha obligado a usar equipos obsoletos, como rifles FAL sin repuestos, mientras que un caso de suicidio en la Gendarmería, vinculado al estrés laboral, ha sido atribuido a la incertidumbre económica.La decisión sobre los 23 militares presos ha sido un punto de inflexión. Familias han organizado protestas frente al Edificio Libertador, denunciando que la suspensión de obra social dejó a algunos sin tratamientos médicos esenciales, como diálisis. Veteranos de Malvinas, como Horacio Losito (uno de los destituidos), han expresado en cartas abiertas su “traición” por parte del Ministerio.
Este malestar se suma a las 2,200 renuncias, un aumento del 300% respecto a 2023, según datos del Estado Mayor Conjunto.Comparación histórica y percepción públicaA diferencia de ministros como Jorge Taiana (2021-2023), quien priorizó mejoras salariales, o Nilda Garré (2005-2010), quien fortaleció la institucionalidad,
etri ha desatendido las bases. La narrativa de austeridad de Milei, reflejada en recortes del 30% al presupuesto de Defensa en 2024, ha sido mal recibida, especialmente cuando se contrastan con gastos como los F-16. En redes sociales, hashtags como #PetriRenuncie y #FuerzasAbandonadas reflejan un rechazo masivo, con más de 15,000 menciones en X en la última semana, superando críticas a gestiones previas como la de Oscar Aguad.
Conclusión
La gestión de Luis Petri ha sumido a las FFAA en una crisis sin precedentes, marcada por el colapso de IOSFA, recortes salariales, purgas internas y la desinversión en infraestructura. El descontento de los uniformados, evidenciado en renuncias, protestas y un deterioro de la moral, refleja una desconexión que ningún ministro desde 1983 había provocado tan abiertamente. Sin una corrección urgente, esta situación amenaza la cohesión y operatividad de las FFAA, consolidando la percepción de una gestión catastrófica bajo el liderazgo de Petri.