

Estas palabras, cargadas de retórica proteccionista, reflejan las tensiones geopolíticas y económicas que han escalado desde que el bloque amplió su membresía en 2024 con países como Argentina, Egipto, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.El contexto de estas declaraciones se enmarca en los esfuerzos de los BRICS por reducir la dependencia del dólar, promoviendo transacciones en monedas locales y explorando una moneda común o un sistema de intercambio alternativo. En la cumbre de Kazan en octubre de 2024, los líderes del grupo acordaron avanzar en un sistema de pagos basado en blockchain, lo que Trump interpreta como una amenaza directa al estatus del dólar como moneda de reserva global. India, como la mayor democracia del bloque y un socio histórico de EE. UU., genera especial atención: su comercio con Rusia, incluyendo el pago de petróleo en rupias, y su participación en el Banco de Desarrollo de los BRICS han sido señalados por Trump como señales de alineación contraria a Washington.Sin embargo, la narrativa de Trump simplifica una realidad más compleja. India mantiene una relación estratégica con EE. UU., como se vio en el acuerdo de defensa de 2023 por 3,900 millones de dólares, mientras que su membresía en los BRICS responde a intereses económicos, no a una hostilidad declarada. La advertencia de Trump, que evoca su postura de "America First", sugiere posibles represalias económicas o sanciones, un enfoque que podría escalar las tensiones si regresa a la presidencia en 2025. Por ahora, estas declaraciones son más un reflejo de su retórica electoral que una política consolidada, pero subrayan la fragilidad del sistema financiero global ante los movimientos de los BRICS, un tema que seguirá dominando el discurso internacional.