

.El Instituto Damaso Centeno, ubicado en Palermo, Buenos Aires, es una escuela de gestión privada con subsidio estatal que atiende a hijos de militares y civiles, financiándose en parte con cuotas de entre 150,000 y 178,000 pesos mensuales pagadas por los padres. Sin embargo, estos fondos son transferidos al Tesoro Nacional, dejando a la institución dependiente del presupuesto del Ministerio de Defensa, liderado por Luis Petri. Esta estructura ha generado un descontento generalizado, ya que los docentes, muchos con formación terciaria o universitaria, enfrentan ingresos que no cubren la canasta básica familiar, estimada en 350,000 pesos para un hogar tipo por el INDEC, ni reflejan la inflación acumulada del 100% en 2025
.La disparidad salarial es evidente: mientras los maestros de la Ciudad de Buenos Aires, que operan bajo un convenio colectivo con ajustes regulares, ganan más del doble, los docentes del Damaso Centeno han visto sus sueldos erosionados por la falta de paritarias específicas. Esta situación se agrava en el contexto de las FFAA, donde el 50% de los efectivos vive en la pobreza, según La Nación del 27 de julio de 2025, un escenario que incluye al personal docente como parte del sistema militar.
La renuncia masiva ha llevado a la paralización de actividades extracurriculares y a la amenaza de cierre de turnos, afectando a más de 1,200 alumnos.El malestar no es aislado. La decisión de Petri de cerrar escuelas “no imprescindibles” para reducir costos, reportada en abril de 2025, ha generado tensiones adicionales, con el Ejército ejerciendo presión para mantener instituciones clave.