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— Defense Intelligence (@DI313_) August 1, 2025
Trump orders nuclear submarines moved near Russia after statements by former Russian president. pic.twitter.com/FhPliO37Lj
El contexto inmediato incluye comentarios de Medvedev, ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, quien el 31 de julio advirtió sobre las capacidades nucleares rusas, incluyendo una referencia al sistema "Dead Hand", un mecanismo de represalia nuclear automático de la era soviética. Esto siguió a un ultimátum de Trump, quien exigió a Rusia un alto al fuego en Ucrania antes del 8 de agosto, bajo amenaza de sanciones severas. La narrativa oficial de Trump presenta esta movilización como una respuesta defensiva, pero expertos en seguridad sugieren que podría ser más una escalada retórica que una acción militar significativa, dado que EE. UU. mantiene submarinos nucleares en patrulla constante.
Sin embargo, esta medida debe analizarse con escepticismo. La falta de detalles sobre las ubicaciones y el tipo de submarinos, combinada con la ausencia de comentarios oficiales del Pentágono, deja espacio para especulaciones sobre si se trata de una maniobra real o una estrategia para presionar a Moscú. Publicaciones en redes sociales reflejan un sentimiento de alarma, con algunos usuarios interpretándolo como un paso hacia un conflicto mayor, aunque no hay evidencia concreta de movimientos confirmados. El Kremlin aún no ha respondido oficialmente, pero la reacción del mercado ruso, con una caída en la bolsa tras el anuncio, indica una percepción de riesgo. Dado el historial de enfrentamientos verbales entre ambos y la complejidad del conflicto ucraniano, esta decisión podría ser más un gesto político que una preparación militar inmediata, aunque el potencial de escalada sigue latente.