

Esta postura se enmarca en un contexto de tensiones renovadas tras los recientes enfrentamientos en la frontera, incluyendo la operación militar india de mayo de 2025 y las acusaciones mutuas de provocaciones.Sin embargo, esta afirmación debe ser analizada con cautela. Las declaraciones, amplificadas por publicaciones en redes sociales, no han sido confirmadas oficialmente por el gobierno pakistaní ni respaldadas por comunicados formales del ISPR o el Ministerio de Defensa. La narrativa podría estar inflada por estrategias de desinformación o como un intento de disuasión psicológica frente a las operaciones indias, como la mencionada Operación Sindoor, que buscó restablecer la disuasión tras ataques terroristas. La historia reciente, con enfrentamientos como los de 2019 en Balakot y los de mayo de 2025, muestra que ambos países han utilizado amenazas verbales para proyectar fuerza, pero las escaladas han sido contenidas por presión internacional.La viabilidad de un ataque profundo en el este de India, una región que incluye estados estratégicos como Bengala Occidental y Assam, plantea desafíos logísticos y militares significativos, especialmente considerando la capacidad defensiva de India y su alianza con Estados Unidos. Aunque Pakistán ha modernizado su arsenal, incluyendo misiles como el SMASH y posibles desarrollos hipersónicos, la falta de evidencia concreta sobre la preparación de tal operación sugiere que esta advertencia podría ser más retórica que una amenaza inminente. Sin datos verificables, como movimientos de tropas o imágenes satelitales, la declaración de Sharif debe tratarse como una postura de disuasión más que como un plan confirmado, dejando la situación en un estado de incertidumbre estratégica.